Entré en casa, presa del pánico, con la respiración agitada y la mente en otra parte. Lo único que se me ocurrió en aquel momento fue gritar, buscar ayuda...
-¡Valerie! ¡Janette!- chillé los únicos nombres que vinieron a mi cabeza.- ¡Ayuda!
Las personas a las que llamé tardaron en llegar, pero por suerte hubo alguien que llegó antes.
-Cory...- susurré cuando vi como venia corriendo desde el jardín, al encuentro de mis reclamos. Su rostro reflejaba preocupación y en menos de medio segundo ya estaba en frente de mi.
-¿Que ha pasado, Mack?- preguntó con toda la calma que pudo reunir mientras sus manos se posaban en mis hombros para hacer que centrara toda mi atención en él.
-Es Dante y... Y Jordan, están en los calabozos... De verdad que yo no quería que ocurriera esto, solo no quería verle encerrado y le solté, y...
Justo en ese momento aparecieron Val y Janette bajando a toda prisa las escaleras. Valerie me dirigió una mirada de desaprobación ya que ella hacia tiempo que intuía mis intenciones, y sin esperar más salió corriendo por la puerta en dirección a las celdas. En cuanto Janette quiso seguirla, Cory se lo impidió sujetándola por el brazo.
-Tú te quedas aquí- intentó expresar firmeza en su tono, pero acabó siendo más una suplica que otra cosa.
Janny, sin ánimo de discutir, solo asintió, haciendo sonreír levemente a Cory.
Justo cuando Cory estaba saliendo por la puerta, Janette le llamó y este enseguida volteó a verla.
-Ten cuidado- susurró ella.
-Siempre lo tengo- asintió convencido.
Janny y yo nos quedamos ahí de pie mirando la puerta por la que había salido Cory hacía escasos segundos.
-¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo ese malnacido?- Preguntó Janette tomándome por los hombros y mirándome fijamente a los ojos.
Negué con la cabeza mientras suspiraba.
-Solo quería que me fuera con él...
Janette apretó los labios en una fina línea y rodeando mis hombros con su brazo nos encaminamos al salón.
Casi me ordenó que me sentara en el sillón y me quedara quieta ahí mientras ella salía al jardín a avisar a los invitados de la boda que en breves estaríamos con ellos, que sólo habíamos tenido unos pequeños fallos técnicos.
Los minutos pasaron y a mi me parecieron horas, pero realmente solo fueron eso, minutos.
Cuando la puerta de la entrada se abrió me levanté seguida por Janette y casi corrí a la puerta.
Me acerqué a Jordan con Cameron entre mis brazos; Venía seguido de Val y de un Cory algo magullado.
Jordan en cuanto me vio expresó una mirada de alivio mezclada con aquella típica acusación de "te lo dije, no era de fiar".
Pero sin importar nada de aquello me rodeó con sus brazos, apoyando su barbilla en mi cabeza y suspirando levemente.
Janette por su parte al ver a Cory con una herida en su pómulo derecho, corrió en su dirección y le sujetó la barbilla con la mano para inspeccionar la herida, que empezó a sanar bajo la atenta mirada de Janny.
Cory sonrió mientras sujetaba la mano de Janette con la suya y le susurró algo que no pude llegar a escuchar.
Valerie fue la última en entrar, y aún que yo no quisiera preguntar que era lo que había sucedido, debía hacerlo.
Me aparte de Jordan con la intención de salir de aquella incertidumbre en la que me encontraba, y él me miró a los ojos, de manera intensa y sosteniéndome la mirada, preparándome para darme una noticia que no quería escuchar.
-¿Dante...?- empecé a decir.
Jordan no fue capaz de revelarme aquella gran verdad que todos los presentes callaban. Simplemente se limitó a negar con la cabeza... Pero con ese gesto fui capaz de comprender el mensaje.
No sabía como sentirme en esos momentos. Sabía que Dante se había vuelto un peligro para mi y para la manada... Que seguramente estaba compinchado con alguien de ahí afuera y que le informaba de todos nuestros movimientos, pero acabar con él... Matarle... Me pareció una decisión excesiva, innecesaria, cruel.
Nosotros no éramos así... Nosotros no éramos como esa gente que intentaba acabar con nuestra familia, éramos más humanos... Éramos.
En ese preciso instante me di cuenta de que en una guerra todo valía, y si la lealtad iba antes que la familia. Una traición se pagaba con sangre, y eso era lo que había sucedido.
Val se acercó a mi, que había retrocedido unos pasos de Jordan, alejándome de él, casi sin darme cuenta.
Posó sus manos en mis hombros y busco su mirada con la mía.
-Mack... Era necesario, a veces en la vida nos encontramos en situaciones como la de hoy, situaciones en las que debes optar por la decisión que te aportará la supervivencia... Sé que Dante era tu primo, pero también era un traidor- sentenció ella justificando la situación.
Sabía que tenía razón, pero por otra parte no podía dejar de pensar en Dante, mi primo Dante...
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Jordan
Werewolf-Querida... No saldrás de aquí en tu vida... Aquellas palabras me helaron haciendo que se me quedara cara de tonta. ¿C-como dices?- tartamudeé yo. -Lo que oyes pequeña... Me perteneces, siempre lo has hecho Mack. -¡Estas loco- le chillé sin poder co...