CAPITULO 20

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La tenue luz del alba empezaba a hacerse presente en el dormitorio y sentí que estaba sola en la cama.

Escuché la ducha y enseguida supe que Jordan se estaba preparando para el entrenamiento.

A partir de aquel día iba a entrenar con ellos, así que se acabó el dormir ocho horas mínimo.

Me incorporé con pocas ganas y atraje todas las sábanas de la cama hacia mí, envolviéndome con ellas para taparme un poco y sentándome en el borde de la cama.

Escuché la puerta del baño y me volteé encontrándome con un Jordan únicamente tapado por una toalla atada a su cintura.

Llevaba el cabello mojado y de pequeños mechones aún caían gotitas de agua.

Me quedé embobada mirándole y al instante recuerdos de la noche anterior pasaron por mi mente.

Se acercó a mí y dejó un beso cariñoso en mi frente.

Alcé el rostro y él entendió lo que quería, así que cumpliendo mis deseos juntó sus labios con los míos en un suave beso que me hizo temblar.

Lo atraje hacia mí y en pocos segundos Jordan ya estaba encima mío besándome como si no hubiese un mañana.

Los dos sentimos deseos de ir más allá, pero el deber nos llamaba.

-Jordan- suspiré mientras me besaba el cuello- El entrenamiento...

Le escuché gruñir por tener que cumplir con sus obligaciones como Alfa.

Se separó de mi a regañadientes no sin antes darme un último beso.

-Voy a vestirme y a preparar el desayuno...- avisó antes de que yo me metiera en el baño.

Asentí con una sonrisa para después entrar al baño con todas las sábanas de la cama envolviéndome.

Me despojé de ellas y me adentré en la ducha relajándome por completo.

Después de asearme me vestí con leggings negros y una sudadera del mismo color... Debía estar preparada para el deporte.

Me calcé unas deportivas y recogí mi cabello en una coleta alta para después bajar las escaleras en pequeños saltos.

Llegué a la cocina con el mismo buen humor y Jordan sonrió al verme tan feliz.

Le ayudé a acabar de preparar el desayuno y nos lo comimos en pocos minutos ya que llevábamos prisa.

Salimos de la mansión y en frente de esta ya nos estaban esperando los chicos, que era gran parte de la manada.

Todos miraron al lado derecho de Jordan con curiosidad, ahí estaba yo... Una humana entrenando con lobos... ¿Ironía? ¿Dónde?

-Buenos días, chicos... Por lo que veis, a partir de hoy Mackenzie entrenará con nosotros- anunció Jordan haciendo que todos dirigieran las miradas hacia mí.

Sonreí levemente sintiéndome intimidada y la manada asintió dando el visto bueno a aquello.

Lo primero que hicimos fueron unos pequeños calentamientos, sabía que de normal ellos no calentaban, ellos no se lesionaban... Pero se tenían que adaptar a la pobre humana y tragarse los calentamientos.

Sabía que Jordan estaba siendo benevolente con todos los entrenamientos que estábamos llevando a cabo.

Me acerqué a él y enseguida levantó la mirada preocupado.

-¿Estás bien? ¿Quieres que paremos?- preguntó preocupado acortando los pocos pasos que quedaban entre nosotros.

-De eso quería hablarte... Sé que los entrenamientos son mucho más dinámicos que el par de flexiones y abdominales que estamos haciendo...- dije rascándome la nuca.

JordanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora