CAPITULO 38

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Puedo jurar que estuve ahí por horas... Escuchaba mucho movimiento de gente en la casa y eso me inquietaba.

Me asomé a la ventana del dormitorio pero daba a un patio interior, suspiré frustrada y cuando fui a sentarme en la cama la puerta se abrió de golpe dejando ver a un Cory muy alterado.

-Nos vamos- me informó dirigiéndose al armario y empezando a rebuscar algo.

-¿Cómo? ¿A dónde?

-Esta vez no te lo diré... Tu chucho y tú parece que tenéis una conexión...

-Entonces da igual donde me lleves... Él siempre me encontrará.

-No a dónde te llevo...

-¿Vas a matarme?

-Qué dramática... A los humanos os gusta mucho exagerar las cosas... Y no... No voy a matarte.

Suspiré algo más calmada y supe que tenía que hacer todo lo posible para entretenerle y que a Jordan le diese tiempo de venir a por mí.

Abrí la boca para empezar a hablar pero unos rugidos y golpes fuertes me distrajeron de mi propósito.

Cory bufó molesto y sacó alguna ropa del armario para después dármela.

-Ponte esto, te espero fuera en medio minuto, date prisa...

Asentí cogiendo la ropa y esperando a que él cerrara la puerta de la habitación.

Tiré la ropa encima de la cama y corrí a hasta la puerta echándole el pestillo interior para después dirigirme a la ventana y abrirla con rapidez.

Calculé la altura y me decidí.

Cogí el jersey que Cory me había dado para vestirme e hice un pequeño saquito que até a mi cuerpo para después meter a Cameron ahí dentro de manera que quedaba sujeto contra mí y me dejaba las manos libres a la vez que estaba protegido.

Puse un pié en el alfeizar de la ventana y después otro, sujetándome del marco de ésta.

Escuché un par de golpes en la puerta y metí la cabeza dentro del dormitorio.

-¿Ya estás?- preguntó Cory impaciente des del otro lado de la puerta.

-Aún no... Los vaqueros me quedan algo estrechos...- me inventé para poner una excusa a mi tardanza.

-Date prisa...

Sabía que me tenía que armar de valor y hacerlo de una vez por todas.

Respiré un par de veces pero otros dos golpes en la puerta me distrajeron.

Vi como la manilla se giraba y me entró el pánico.

-¿Has echado el pestillo?- preguntó la voz de Cory al descubrirlo- Abre ahora mismo.

-Ya voy- dije para ganar más tiempo- Vamos Mack... Tu puedes...- susurré para mí misma mirando la altura a la que estaba.

Realmente no eran más de cuatro metros, lo máximo que passaría sería romperme algo... No era una caída mortal.

Escuché un fuerte golpe en el dormitorio y vi a Cory entrar por la puerta.

Acababa de romper el pestillo de una forma brutal y en su semblante serio se reflejaba el enfado.

Me vió en el alfeizar de la ventana y en menos de medio segundo estuvo a mi lado.

Me agarró por la cintura sin pensarlo dos veces y me metió dentro de la habitación mientras yo pataleaba y le ordenaba que me soltase.

JordanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora