CAPITULO 37

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Noté algo mullido debajo de mí, y percibí la presencia de Cameron a un lado de mi cuerpo.

Abrí los ojos encontrándome en una habitación en la que no había estado nunca, ya había amanecido por lo que pude ver por la ventana que había ahí.

Los recuerdos de la noche anterior llegaron a mi cabeza como un flash y enseguida me incorporé despertando a mi pequeño.

Tenía que salir de ahí como fuese...

Mis ojos viajaron nerviosos por toda la habitación hasta encontrar una puerta, al ver que no había ninguna más, supuse que esa sería la de salida.

Agarré a Cameron entre mis brazos y me dirigí a la puerta a toda prisa sin pararme a mirar siquiera la habitación en la que me encontraba.

Giré la manilla esperando encontrarmela cerrada y para mi sorpresa la puerta se abrió dejandome ver un largo pasillo lleno de otras puertas y unas escaleras al final de éste.

Miré a izquierda y a derecha y salí de la habitación dirigiéndome con rapidez hasta el final del pasillo.

Aún seguía en el pijama que llevaba cuando salí de la mansión, y eso me hizo reír por mi aspecto.

Empecé a bajar la escalera y cuando llegué al final de ésta una voz me interrumpió.

-Mackenzie, querida... Veo que has despertado- escuché la voz del vampiro de la noche anterior.

Me volteé viéndole aparecer por el pasillo que había a lo largo de la planta baja que supuse que llevaba a otros lugares de la casa.

-¿Quién eres y qué quieres?- pregunté directa.

-Cory, el líder del clan de vampiros- dijo haciendo una pequeña reverencia que me pareció de otra época.

-¿Tu eres Cory?

-Veo que que han hablado de mí...

Le miré fijamente y no dije nada más.

-En un principio... Tenía planeado matarte, a ti y a tu pequeño... - empezó a hablar dando una vuelta a mi alrededor- Después me di cuenta de qué eso sería muy fácil...

-Quieres que Jordan sufra...

-Exacto... Quiero que la incertidumbre, de no saber dónde y cómo os encontráis, le mate poco a poco...

-Eso es cruel...

-Lo sé... Pero déjame decirte pequeña flor... Que tu fuiste la primera en dar el paso para abandonarle...

Mi mandíbula se tensó y Cory notó eso, cosa que le hizo sonreír al saber que tenía razón.

-Dime... ¿Porqué te fuiste?

-No es asunto tuyo...- gruñí sin mirarle.

El levantó las manos en señal de inocencia y sonrió de una manera que me entraron escalofríos.

-¿Quieres desayunar?- preguntó el sorprendiéndome.

-¿Me quieres envenenar? ¿Es eso verdad?

El río con ganas y negó con la cabeza sincero.

-¿Qué te hace pensar eso?

Me encogí de hombros y decidí ignorarle.

-Intentar escapar será inútil ¿No?- pregunté haciéndome a la idea de que iba todo aquello.

-Sabes que si... Pero no te voy a impedir andar por la casa...

-Eres el secuestrador más raro que he conocido en mi vida- dije yo sorprendiéndome por aquello- No me encierras en una habitación mugrienta, me das de desayunar, tengo derecho al libre albedrío siempre y cuando sea dentro de esta casa... Increíble... Demasiado bonito para ser verdad- entrecerré los ojos mirándole- ¿Dónde está la trampa?

-No hay trampa... No tienes culpa de nada... Mucho menos vuestro mocoso... Solo quiero que Jordan se desquicie...

-Sabes que si tengo una oportunidad de escaparme lo haré ¿No?

-Soy consciente de ello...

-Bien... En ese caso supongo que tengo vigilancia las veinticuatro horas ¿Verdad?

Él se señaló a sí mismo y sonrió.

-Aquí tienes a un servidor que se encargará personalmente de eso... Espero que la habitación esté a tu gusto, en el armario hay algo de ropa que creo que te valdrá... Y en cuanto a tu mocoso...- lo miró con recelo- Me ocuparé de que no le falte ninguna de esas chorradas que necesitan...

-Me gustaría que le dejaras de llamar mocoso...

-¿Saquito de babas? ¿Mejor?- dijo el pensativo.

-Cameron, se llama Cameron...

-Lo sé.

Mi pequeño empezó a agitar sus bracitos riendo y los estiró en dirección a Cory, al ver eso reí y Cory sonrió incómodo al no saber que hacer.

Él le tendió su dedo índice y Cameron lo agarró con fuerza... Eso me recordó a lo que hacia más de una vez con Jordan...

Le amaba con toda mi alma... Sabía que se merecía un pequeño escarmiento... Pero aquello era excesivo... En cuanto tuviese la mínima oportunidad huirira.

Cameron reía y agitaba sus manos con el dedo de Cory aún entre una de ellas.

-Después de usted señorita- dijo Cory haciéndo una pequeña reverencia una vez Cameron le soltó.

Me guío por el pasillo de la planta baja hasta que llegamos a una bonita cocina donde predominaba el negro, al igual que en el resto de la casa.

-¿Porqué tienes una cocina? Quiero decir... Vosotros no...

-La mandé construir para que Dayana se sintiera más en su ámbito cotidiano.

-Ah...- susurré agachando la cabeza y sintiendome en parte culpable.

-Sientate- me invitó señalándome una larga mesa con sillas a su alrededor.

Dudando en cuál sentarme, me decidí por la que encabezaba la mesa.

Nos quedamos en silencio y empezó a sacar comida de los armarios.

-¿Dónde estamos?- dije mirando por el ventanal de allí.

Éste soltó una fuerte carcajada y se volteó a mirarme divertido.

-No soy tan estúpido como para decírtelo...

Volví a mirar por la ventana fijándome en lo que había alrededor y la humedad que había en el ambiente me hizo saber que nos encontrábamos en una zona costera.

-Cerca de la costa... En las horas que he estado inconsciente no nos ha dado tiempo a recorrer muchos quilómetros...- empecé a deducir bajo la mirada de Cory.

-Vaya, vaya... Tengo ante mi a una excelente investigadora- admiró volviendo a voltearse y empezar a preparar el desayuno.

-¿Florida?- pregunté suspicaz entrecerrando los ojos.

Negó con la cabeza riendo y volví a probar.

-Carolina del norte- dije esta vez con decisión.

Dejó de reír y una sonrisita se asomó por mis labios.

-No se me da tan mal ¿No?- canturré triunfal.

-Las he visto más rápidas...- dijo él.

-Lo que tú digas...- dije no entrando en el juego.

-¡Cory! Está de camino... Nos ha localizado y viene con dos manadas más...- Dijo un chico entrando alterado en la cocina.

Jordan...

Cory maldijo muchas cosas que no entendí y rápidamente se dirigió a mí agarrándome por un brazo y arrastrándome escaleras arriba de vuelta a la habitación, encerrándome ahí con Cameron.

-Papá va a venir a por nosotros, Cielo... Todo estará bien- susurré en su mejilla para después darle un beso.

JordanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora