Arresto A domicilio.

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🔞Contiene material sexual explicito. Si no te gusta estos temas no leer.

PD: Este es el primer One Shot que hago, esto hace referencia al pasado The type.

...

Estábamos en una caso donde a Spencer y a mi nos enviaron a investigar a una Sex Shop unos objetos que utilizó el ignoto.

—Mira esto, Spencer—Dije divertida tomado del aparador unas esposas como las que utilizamos para arrestar a los ignotos, solo que éstas estaban tapizadas de peluche color rosa pastel.

Spencer se sonroja y me las quita de las manos para volverlas a poner en su lugar.

—Estamos trabajando— Dice en tono bajo y yo río.

—No estoy diciendo que las uses en mi ahora— Me acerco— Tal vez cuando terminemos el caso... — Susurro y el se tensa. Amaba ponerlo nervioso, normalmente Spencer era callado y reservado, inocente y a veces no entendía el doble sentido, sin embargo cuando estábamos solos era más abierto conmigo, y en esos momentos de nuestra relación él era el dominante.

—Aquí esta la información que pidió agente— Me llama la empleada y voy al mostrador.

...

—Fue un caso difícil —Digo totalmente agotada dejándome caer al sofá del departamento de Spencer.

El se quita su bolso tipo cartero y va al baño.

—No deviste tratar de someter al ignoto tu sola —Dice con tono neutro vendiendo hacía mi con una pomada.

—Tienes razón, le hubiera dicho, "Aguarda tantito"—Digo con sarcasmo.

—Sabes a lo que me refiero—Dice poniéndome pomada en el pómulo dónde se empezaba a tornar de un color morado.

Se detiene y me besa.

—Me tenías preocupado, pero al menos él quedo peor— Dice con un pequeño gesto.

Le sonrió y le vuelvo a besar. Esta vez con más intensidad, toma mis caderas con sus manos y me invita a pararme del sofá, así lo hago y me guía a su habitación, me recuesta sobre la cama sin apoyar todo su peso, se detiene y le miro confundida.

—Te compré algo— Dice en tono suave y se separa de mi para tomar algo del buró que esta a un lado.

Saca una pequeña bolsa color rosa me siento sobre el colchón y abro los ojos al sacar las esposas de peluche de la otra vez.

—Creí que no te gustaba la idea— Le miro curiosa.

—De hecho, no te dije que no me gustará la idea, solo que no era momento para hablar de ello.—Le miró incrédula — Y te veías entusiasmada...—Agrega.

—Y tú no lo estas?—Pregunto. Spencer presiona sus labios en una línea como un gesto típico de él y se vuelve a recostarse sobre mi, se coloca un mechón de su cabello rizado y marrón detrás de su oreja y me besa.

—Se supone que esta clase de juegos ayudan en...—Empieza a explicar y lo calló.

Envuelvo mis piernas en sus caderas para atraerlo más a mí mientras él con una mano acaricia mis piernas y caderas y yo despeino su cabello. Empezó a desabotonar su suéter, me detiene, me quita mi blusa y mi sujetador, toma una de mis manos y coloca una esposa, luego pasa la cadena por el barandal de la cabecera y luego coloca la otra, el material acolchonado hace que me asienta cómoda, se separa de mi para quitarse el suéter y la corbata junto con su camisa, me muerdo los labios y mi respiración aumenta al ver tal imagen. Spencer se deshace de mis botas, pantalones y ropa interior al igual que la suya, me besa los tobillos, pantorrillas, muslos con tal paciencia y lentitud que me empiezo a desesperar.

—Spencer...—Le llamó pero no me hace caso y sigue pero ahora de las caderas hacía arriba. Besa mi vientre, mis pechos lo cual hace que gima  y me remueva sobre el colchón, luego pasa a mis clavículas y luego a mi cuello, coloca mis piernas a cada lado de sus caderas y entra en mí con cuidado sin dejar de besarme; gimo y suspiro, el suelta un gruñido y se acomoda mejor, mi sorpresa viene cuando empieza a embestirme con fuerza, gimo más fuerte y las esposas hacen un poco de presión por mi intento de bajar las manos para tocarlo.

—Spencer...—Gimo y el ataca mis labios sin dejar de moverse a tan
exquisito ritmo. Todos pensarían que el tímido Dr. Reíd era un inexperto muchacho, lo cuál era un poco cierto, él mismo lo decía; tenía experiencia prácticamente nula con las chicas, hasta que pierde la vergüenza, es un genio, ¿qué ideas no pasaran por su cabeza en esos momentos? Seguramente miles de teorías de qué o cómo hacerlo, tampoco me sorprendería que ya haya leído un libro sobre ello o simplemente instinto propio y tiempo para conocer lo que me gusta, tal vez ventajas de ser un analista de conducta.

Él me mira a los ojos mientras sigue; gime, se queja y suspira, en momentos suelta pequeñas maldiciones y cambia el ritmo mientras yo gimo su nombre y me trato de aferrar a él, a veces cierro los ojos y echo la cabeza hacia atrás por las sensaciones. Spencer me besa el cuello para después mirarlos a los ojos, después comienza más fuerte y profundo apretando las almohadas con sus puños mientras ambos gemimos de manera ruidosa, mis paredes se aprietan y gimo de manera fuerte su nombre, él no deja de moverse mientras todo mi cuerpo tiembla y se mueve. El se viene segundos después gruñendo y echando su cabeza hacia atrás, ambos suspiramos, me besa y susurra un "te amo" para después salir de mi y tomar las pequeñas llaves que dejo en la bolsa, después me desata y se acuesta a mi lado.

—Fue una muy buena idea—Dice aún con la respiración agitada.

—A la próxima me toca a mí —Le digo y sonríe.

Spencer Reid The Type (Y Más)©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora