Frank
Una vez terminada la tercera pieza que bailaba con Lady Myrcella, miré por los alrededores tratando de ver a donde había ido lady Catelina con tanta prisa.
—¡Señor Law! —dijo Eustace detrás de mí— Es usted un buen bailarín, Lady Myrcella disfrutó mucho de su compañía.
—Gracias Eustace —era raro que él me dirigiese la palabra.
—Lord Brett desea verlo en su oficina.
—¿Ahora mismo?.
—Si... ¿Acaso le ha prometido la siguiente pieza a otra señorita?.
—No... Por supuesto que no.
Todo esto me olía mal, tal vez Lord Brett va a echarme de Frogville en este momento por haber estado bailando con sus hijas, no es para menos, Lady Brett organizó todo esto para buscarles un buen marido y sin embargo dos de ellas bailaron con el jardinero, supongo que a cualquier lord le desesperaría la idea.
Toqué tres veces la puerta antes de recibir un: "Adelante" de parte del señor de la casa.
—Mi lord... Eustace me dijo que usted deseaba verme.
—Claro que si Frank... Adelante, toma asiento —dijo con una amplia sonrisa, señalando la silla de cuero que está frente a su escritorio— Todo esto debe parecerte muy extraño, pero creeme que no traerá más que beneficios para ti.
—No sé de que podría hablarme mi Lord.
—Bueno... Iré al grano, como dicen por ahí, el tiempo es oro, y en este caso es aún más valioso que eso, es vida.
Decidí permanecer en silencio hasta que él terminara de hablar y yo entendiera bien de que trataba toda esta reunión.
—Mi hija está muy enamorada de ti, y a mi no me importa tu condición de jardinero, solo me importa su felicidad, y si esta felicidad eres tú en un traje costoso, pues la acepto con gusto.
¿Esto estaba pasando en verdad?... ¿El Lord de Frogville había tomado a bien mi amor por Catelina?.
—Yo... Yo no sé que decir mi lord... Todo esto es tan sorpresivo —Una felicidad que creía imposible, inunda todo mi cuerpo.
—Lo sé, lo sé, pero ya te acostumbraras a esto... Sé que Myrcella no es tan hermosa como sus hermanas, pero tiene buen corazón, y al parecer te ama muchísimo —continuo.
—¿Lady Myrcella?.
—¡Claro!... ¿De quién más estaría hablando?.
—Yo... Yo no puedo aceptar mi Lord —¿Cómo podría aceptar casarme con la hermana de Catelina?.
—Piensa en los beneficios que tendrías Frank... Tú te volverías un Lord, algún día tendrías derecho sobre estas tierras, y además... El matrimonio no sería muy duradero, son a penas meses los que le quedan a mi pobre hija.
—Yo... Yo le agradezco por todo esto mi lord, pero no puedo aceptar, además, Lady Myrcella se sentiría ofendida si supiera que la han prometido a un simple jardinero.
—Mi hija está muy enamorada de ti Frank —el tono amable iba quedando atrás — Y tú vas a corresponderle... Además... Si no aceptas esto por las buenas, tendré que recurrir a algo que no quiero.
Yo lo miré confundido y él completo aquella oración, con algo que jamás pensé que usaría contra mí.
—Si no aceptas, le haré llegar a Hala tú ubicación, tú nombre y te encerraré en Frogville hasta que ellos vengan a llevarte al cuartel y te hagan pagar por haber desertado durante la guerra.
He visto con mis propios ojos las torturas de Hala, son inhumanas, ellos parecen poseídos por el mismo demonio cuando se trata de castigar a sus desertores, mi futuro sería ese, pero era mejor a tener que vivir bajo el mismo techo de Catelina sabiendo que la he traicionado de tal manera. Tal vez si debí hacerle caso, tal vez debimos huir hacia el sur hace años, dejar atrás todo esto, dejar atrás nuestros nombres y solo tenernos el uno al otro por el resto de nuestras vidas. Esto ya no es una opción ahora.
—Lo siento mi Lord... No puedo casarme con Lady Myrcella, no es necesario que llame a Hala, yo mismo iré a entregarme por la mañana.
—¡Estás siendo testarudo Frank!... Eso nunca ha beneficiado a nadie. Tienes una hora para cambiar de opinión. No esperaré ni un segundo mas.
Sin más que decir, me retiro de la oficina del Lord, pienso en ir a mi casa y ordenar un par de cosas para llevar al encierro.
—¿Señor Frank? —dice Catelina, que se aproxima por uno de los pasillos— ¿Está todo bien?.
—Me temo que no, Mi Lady.
Ella me toma de la mano y entramos a una de las habitaciones vacías que hay en este lado de la casa. Antes de cerrar la puerta, me parece ver que alguien nos está observando.
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Los Fantasmas De Frogville © | Completa
Historical FictionEn la lejana ciudad de Grethel, vive la adinerada familia Brett. Lord Elric y su esposa Adélaïde, parecen llevar una vida normal junto a sus cuatro hijos, Silóe, Catelina, Han y la infortunada Myrcella. Pero ellos esconden un "incómodo" secreto, la...