Los Fantasmas De Frogville © | Completa

Nuevo En Grethel

Lady Catelina

En tan solo una semana se llevaría a cabo el peor día de mi vida, pero no podía evidenciarlo así.
Desde el baile, Myrcella se la pasaba saltando de un lado a otro junto a las otras cuatro "Myrcellas", no había duda alguna que ella amaba a Frank tanto como yo.
Por la prisa con la que se estaban llevando a cabo todos los preparativos, mi madre no tuvo tiempo de encargar unos buenos vestidos en Ripper, así que tuvo que conformarse (de muy mala manera), a comprarlos en Grethel.

Había una pequeña tienda, de una mujer desconocida que cosía vestidos "finos" para las cortesanas del lugar; al parecer era la única que tenia el don de la confección decente por esta parte del país.
A madre le pareció ofensivo tener que comprar un traje ahí, pero mi padre le dijo que seria más ofensivo aún, si decidiera vestir mal el día de la boda de su hija.

Al salir de la tienda, Casius, (Un valet que Eustace se había visto obligado a contratar de última hora), caminaba con dificultad cargando todos los paquetes que habíamos comprado. Estuvo a punto de tropezar en una de las esquinas, luego de haber chocado contra una mujer que caminaba a toda prisa, alguien lo sostuvo y le ayudó a mantener el equilibrio.

—¡Oh, Lord Hugh, cuanto le agradezco, usted nos ha salvado la vida! —dijo mi madre, exagerando la situada como siempre.

—No fue lady Brett —sonrió el grosero sujeto —Lady Silóe, Lady Myrcella, Lady Catelina... Es un gusto volver a verlas —dijo clavando la vista en mí.

—Como sabe, Myrcella va a casarse, hemos comprado los trajes para la boda, lamentablemente no hubo tiempo de mandarlos a traer desde Ripper, pero tengo que admitir que la confección es bastante decente —dijo mi madre.

—Me alegra, Lady Brett, es difícil encontrar la misma calidad de Ripper, por aquí.

—¿Usted no debía haber vuelto ya a Ripper? —pregunté con ironía.

—Se supondría, mi lady, pero tengo muchos negocios pendientes aquí, he alquilado una casa en la colina para permanecer ahí durante este tiempo... En cuanto termine mis asuntos, volveré a Ripper y se lo haré saber —Sí que era un tipo arrogante y antipático.

—¡Lord Hugh!, si sigue en Grethel la semana que viene, estaríamos honrados en que asistiera a la boda de Myrcella —dijo mi impertinente madre.

—Por supuesto, mi lady, será para mí un honor asistir —nos hizo una ligera reverencia de despedida y siguió caminando.

Cuando él estuvo lo bastante lejos como para oirnos, mi madre sonrió con descaro y dijo:

—Ese hombre está loco por ti Catelina, espero que la próxima boda sea la tuya con Lord Hugh.