Las Fascetas De Lord Hugh

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Lady Catelina
Semanas Después

El prejuicioso, jactancioso, presumido, chismoso, estúpido, clasista y maleducado Thomas Hugh, resultó ser un verdadero descubrimiento.

En el tiempo que llevaba visitando a Emma, había podido conocerlo mejor, él tenía un gusto exquisito en cuanto a música se refiere, también era un gran aficionado a la pintura, me mostró un cuadro que había hecho, era Grethel visto desde la montaña... Era precioso. Además de eso, ayudaba semanalmente al orfanato de la ciudad, donaba dinero suficiente para que mantener bien a los niños por varios meses, pero aún seguía haciéndolo cada martes. En su patio trasero, mantenía a algunos perros que se había encontrado en las calles de Grethel, incluso había uno que había traído desde Margree.

Hugh había contratado un médico privado para que revisara el embarazo de Emma semanalmente, aunque ella y yo le dijimos que no era necesario, él insistió.
También le hizo a ella un lugar en su mesa, aún sabiendo que era sirvienta en Frogville. Emma (tan terca como siempre), se negó a sentarse con él por varios días, prefirió esconderse en la cocina y comer ahí en silenció. Hasta que el mismo Hugh fue a pedirle que lo acompañe, pues ya no era una sirvienta, sino su invitada.

-¿Sigue viendo a Lord Law? -preguntó Emma en voz baja mientras estábamos a solas.

En este tiempo, también había logrado tener más confianza con ella, al punto de contarle sobre aquellos encuentros "casuales" que tenía con Frank, hasta cierto punto, habían llegado a ser repetitivos, eran sólo besos y un par de palabras rápidas antes de fingir indiferencia. Por supuesto que eso no disminuía en nada el gran amor que sentía por él, ni el desprecio que había empezado a tener por Myrcella.

-A veces... Pero siempre con cuidado de ser vistos por Eustace -suspiré.

-¿Lord Hugh le ha vuelto a pedir matrimonio?.

-¡Emma!... Él podría oírte -dije avergonzada.

-Él no está en casa, a esta hora sale a reunirse con sus socios en el pueblo.

-Estás tan informada, que pareces la señora de la casa -bromeé.

-No tengo nada más que hacer que averiguar la vida del Lord... A veces es aburrido estar encerrada aquí.

-No puedo decir que lo entiendo... Pero tu misma quisiste permanecer oculta.

-Si... Muchas gracias por no haberle dicho nada a su hermano -sonrió con sinceridad -Pero ahora volvamos al tema... ¿Lord Hugh le propuso matrimonio nuevamente?.

¡Vaya, no lo dejaría pasar tan fácilmente!.

-No, desde hace mucho tiempo no ha vuelto a tocar el tema, tal vez ya no está interesado.

-Lo dudo mucho, Catelina, él solo habla de usted, y de sus aburridos negocios... Pero ya sabe a que me refiero... Ese hombre está enamorado.

-Si... ¡Enamorado del dinero!. La única razón por la que quiere casarse conmigo es para agrandar su fortuna. Me lo dijo desde la vez que lo conocí en el baile.

-Bueno... Ha pasado ya mucha agua desde desde que se hizo ese riachuelo.

-¡No entiendo tus refranes extraños! -reí.

-Que ya pasó mucho tiempo desde el baile, estoy segura que la opinión que tenia de Lord Hugh ese día, ha cambiado mucho con respecto a la que tiene ahora.

-Bueno, ahora no me cae tan mal -solo lo necesario para negarme, si insiste en volver a proponerse.

********

-¡Lady Catalina! -Lord Hugh, acababa de llegar cuando yo ya iba de salida.

-¡Lord Hugh!... Es bueno verlo. ¿Cómo estuvo todo en el pueblo?.

-Fue todo bien... Estoy a punto de cerrar un negocio importante con unos ingleses. Bueno, otros ingleses, la mayoría de mis socios lo son.

-¿Usted ha ido para allá?.

-¿A Inglaterra?... No, pero es un destino que tengo pendiente.

Cuando pensé que nuestra conversación se iba a dar por terminada, una gran araña empezó a bajar por el arco del portón. Hugh estiró la mano y pensé que la aplastaría, pero por el contrario, la tomó con cuidado y la puso en una de las orillas.

-Son seres maravillosos -dijo.

-¿Las arañas?.

-Si... Probablemente a usted, como a la mayoría de personas, le parecen asquerosas, pero no lo son. Su hilo es tan útil que sirve para saturar heridas, las ayuda a cicatrizar más rápido... Pueden detectar cuando un barco está a punto de hundirse de forma aún mas rápida que las ratas, pero ellas no huyen, solo se quedan ahí, alteradas, esperando el momento del impacto -hablaba con tal fascinación que era imposible cortarlo.

-Ya debo irme -dije muy despacio.

-Si... Que tenga un buen día mañana, Lady Catelina.

-Usted también Lord Hugh... Y por cierto, no me parecen seres asquerosos, las arañas son lo que más me gusta en esta vida -O tal vez ocupaban el segundo lugar, lo que más me gustaba, o mejor dicho, quién más me gustaba, era obvio, pero no era buen momento para mencionarlo.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora