Planes De Venganza

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Eustace

Un mayordomo como yo, debe tomar su trabajo como algo de día completo.

Por suerte no necesitaba dormir, o descansar, o ninguna de esas cosas que solo los pobres seres vivos deben hacer, ahora que estaba más allá de todo eso, esas actividades me resultaban banalidades estúpidas, se pierde demasiado tiempo durmiendo.

El reloj aún rondaba las cuatro de la mañana, cuando se me ocurrió dar una vuelta por las casas de empleados, tenía una corazonada extraña, que me decía, que algo estaba sucediendo ahí.

Como siempre, estaba en lo correcto.

En el umbral de la vieja casa de Frank Law, se encontraba él y la pequeña prostituta llamada Catelina, parecían estar despidiéndose, ella se abalanzó hacía él como una zorra en celo y lo besó con desespero.
Después corrió de regreso a la casa grande, mientras él la miraba embobado.

¡Pobre, pobre Lord Law!.

Había engañado a mi dulce Lady Myrcella, y eso no sería olvidado tan fácilmente.

Aún no era tiempo de actuar, mi niña sufriría mucho, si su marido desapareciese de pronto.

Pero tristemente, la carta de seguridad de Lord Frank, dependía de la vida de Lady Myrcella, una vez que ella hubiese partido, él quedaría indefenso... Pero no libre, yo me encargaría de eso.

Él tendría que pagar por todo esto, y con creces.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora