Preciado Título

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Rickard Skeltor

El anuncio de boda de la repulsiva Myrcella Brett, traía abajo todos los planes que había forjado a lo largo de estas semanas.
¡Todo iba a salir perfecto!, pero el maldito Lord Law arruinó todo.

Hace un par de semanas me había percatado que gente importante empezaba a llegar al pueblo, incluso el Lord que me hizo nacer como bastardo estaba aquí, tenia que descubrir la razón de tanto alboroto.
Un par de sonrisas cómplices con la esposa de uno de esos importantes lords, fueron suficientes para que ella me contara todo.

Dijo que Lady Brett de Frogville estaba organizando un gran baile para tratar de buscarle un marido a dos de sus hijas, lo curioso era que los Brett tenían tres hijas, no dos. Le pregunté a la Lady porqué omitían a la tercera hija, y ella me dijo que según las historias, Myrcella (la omitida), es tan horrible que su propia madre se espanta al verla.

Cuando supe eso, sabia que esa era mi oportunidad de conseguir mi revancha a este mundo. ¡Sería un lord!, no por mi estúpido padre, sino por mi horrenda esposa.

Conseguí un traje, transporte e incluso perfume (Todo ofrecido amablemente por Lady Deccir, la misma que me dio la información).

Llegué a la fiesta cuando ya habían presentado a las dos Brett.
Estaba perdido pues no conocía a nadie de ese lugar, pero ahí estaba nuevamente Lady Deccir, como enviada del cielo, me señaló a una muchacha que estaba parada junto a las mesas grandes y me dijo que era la menor de las Brett, supuse que era ella la "horrible", así que me acerqué y quise conversarle, ella fue amable, pero no era Myrcella, sino Silóe, una de las dos que buscaban marido, no podía perder en tiempo con eso, pensé que una familia tan importante como los Brett, nunca dejarían que su hija se casase con un bastardo. Y aunque ella parecía entusiasmada conmigo, me negué a seguir con nuestra plática.

Pero ahora, el anuncio de matrimonio de la fea lo cambiaba todo, arrepentido como un perro regañado, volví a acercarme a Silóe.

—¡Mi lady!... Es bueno verla nuevamente.

—¡Lord Skeltor!... Oh, lo siento había olvidado que usted no es un lord —dijo fastidiada.

Bueno, me merecía eso.

—Siento mucho lo que pasó hace un momento, mi lady, tuve que hacer algo urgente, no hubiese querido dejarla con la palabra en la boca.

—No me dejó con la palabra en la boca señor Skeltor... De hecho usted fue bastante específico cuando dijo que "No estaba interesado".

—Sé que me he comportado como un idiota, mi lady, pero le suplico que entienda que no he recibido una correcta educación... No sé como tratar a las señoritas de su nivel _¡Soy maravilloso!.

—Bueno señor Skeltor... No entiendo su situación, pero podríamos empezar nuevamente.

—¡Gracias mi lady! —definitivamente: ¡Soy maravilloso!.

Silóe sonríe con inocencia y bondad.

Deshonrarla va a ser fácil, me obligaran a casarme con ella y obtendré mi preciado título.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora