Lord Law
Todo se había realizado, en este momento estaba casado con Myrcella, quién no tenia la culpa de nada. Tal vez hubiese llegado a amarla, si no amara ya a Catelina.
Cuando todos los invitados se fueron de Frogville, Myrcella y sus cuatro "compañeras" fueron a acomodar los últimos detalles, a la recamara que desde esta noche compartiríamos.
Varios minutos después, Ravenna, una de los fantasmas, bajo a avisarnos a todos que la ceremonia podía empezar.
La ceremonia consistía, en que cada miembro de la familia, debía tener una pequeña plática a solas, tanto conmigo como con Myrcella.
El primero en hacerlo fue Lord Brett, él solo recalcó algo que ya había dicho, que de fallarle a su hija de alguna manera, no tendría muchas dificultades en llamar a algún miembro de Hala; luego vino Lady Brett, ella dijo que sentía un poco de lástima por mí, por haber sido llevado a casarse con alguien como su hija; Lord Han solo me dijo que un futuro mejor para mí, empezaba desde ahora; Lady Silóe me felicitó y me dijo es esperaba que Myrcella y yo pudiéramos ser felices. Finalmente entró Catelina, no habían podido encontrarla antes, por eso asistió ultima a la ceremonia.
—No sé qué podría decir, le dije a Myrcella que les deseaba lo mejor... Que quería que sean felices, y supongo que debería decirte lo mismo —dijo con lágrimas en los ojos.
Me senté frente a ella, su boca quedó a pocos centímetros de la mía, estábamos respirando el mismo aire, estábamos tan cerca que sentía el calor de sus lágrimas en mi rostro.
—Lamento tanto haber sido tan cobarde... —dije tomándola del rostro —Te amo con toda el alma Catelina, no debería decirlo justo ahora, pero tenía que decirlo alguna vez... Te amo con toda el alma y te juro que en otra vida si podremos estar juntos.
Ella apoyo su rostro aún más contra mis manos, se veía tan indefensa en ese momento, necesitaba besarla, calmarla y decirle que todo estaría bien.
Guarde la compostura, distraje mi mente observando a un grupo de arañas bajar desde el techo, el sonido silencioso que hacían parecía un lamento eterno, era como si las arañas nos estuvieran dando la despedida.—Yo también te amo Frank... Te he amado desde que apareciste en esa laguna... Creo que te he amado desde el día que nací, y nunca voy a poder dejar de hacerlo —ella tomo mi rostro entre sus manos y pego su frente a la mía.
Catelina quería besarme tanto como yo a ella, Catelina me amaba de la misma forma en que yo lo hacía.
Nos mantuvimos en esa posición por varios minutos, llorando, despidiéndonos el uno del otro, dejando atrás nuestra complicidad silenciosa, dejando atrás nuestro amor.
Cuando entré a la habitación nupcial, Myrcella me esperaba con un camisón transparente que dejaba al descubierto cada centímetro de su cuerpo, ella me miraba avergonzada y nerviosa.
—No sé que hacer ahora —tartamudeó.
Yo sonreí con empatía y me fui acercando a ella, me deshice de su camisón suavemente y busqué un lugar en mi cabeza, el que sea, un lugar en blanco, donde no habite Catelina, un lugar en el que pueda desear a Myrcella, y así poder cumplir con mi "esposa".
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Los Fantasmas De Frogville © | Completa
Fiction HistoriqueEn la lejana ciudad de Grethel, vive la adinerada familia Brett. Lord Elric y su esposa Adélaïde, parecen llevar una vida normal junto a sus cuatro hijos, Silóe, Catelina, Han y la infortunada Myrcella. Pero ellos esconden un "incómodo" secreto, la...