La Estúpida Criada

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Emma Crispy
Meses después

Se habían cumplido exactamente cuatro meses desde que Han se fue de Frogville, yo guardaba una noticia estúpida desde hacia varias semanas, "el secreto", permanecía oculto hasta ahora, pero sabia que era solo cuestión de tiempo para que empezara a notarse.

—¡Emma, vuelve ya, tienes que ayudarme a hornear los terneros! —gritó la tía Ulla desde la cocina.

¿Terneros? —dije con exagerada felicidad —¿Hoy vuelven los lords?.

—¡Sí!... Lord Brett envió un aviso, ya llegaron a Grethel, estarán aquí para la cena, y traen visita. ¡Así que apurate!.

Corrí con cuidado hasta la cocina y a lo largo de toda la mañana estuvimos aderezando y horneando dos pequeños y carnosos terneros.
Yo no podía contener la sonrisa, volvería a verlo después de tanto tiempo.

A media tarde, Eustace se acercó a mi tía para avisarle que empiece a servir la cena porque el lord acababa de llegar.

Logré escabullirme de ella, fui por el patio trasero para poder ver a Han en el salón de la casa.

Desde mi escondite, veía el perfil de Lord Brett, Lady Brett lo saludaba de forma amable. Luego, por fin, Han se acercaba a su madre y le daba un beso en la mejilla. No había cambiado mucho en este tiempo, solo tenía un poco mas de barba.
Cuando pensé que los saludos se habían terminado, una joven bellísima se acerco a la Lady, llevaba el cabello rubio, sujetado en un gran moño, su vestido se notaba elegantisimo, y por su comportamiento, era indudable su origen noble.

—Señorita Crispy. ¿Por qué no está en la cocina ayudando a la señora Ulla? —dijo Eustace con voz gélida.

—Lo... Lo siento mucho, necesitaba tomar un poco de aire. ¿Quién es la muchacha que llegó con los lords?.

—¿Y por qué tendría que decírselo? —dijo con desprecio —Se lo diré, solo para que no cometa ninguna imprudencia... Ella no es ninguna simple "muchacha", es Lady Deeana Alessandri, hija de una muy importante familia italiana que reside en Asturias.

—¿Y... Por qué está aquí? —dudé.

—¿Por qué otra razón estaría?... Ella es la prometida de Lord Han —sonrió con malicia, y continuó su camino balanceando ligeramente su aterrador sombrero de copa.

Las palabras de Eustace, rompieron algo dentro de mí.

Toda la vida había sido fuerte y segura, sin embargo ahora me sentía expuesta, indefensa, estúpida... Si, porque sólo era eso, una estúpida criada más, que se acostó con su patrón.

No soportaba estar en este lugar, no soportaba ver a esa mujer a la que no conocía, pero que odiaba desde lo más profundo de mí.

Me fui adentrando al bosque, crucé todas las tierras pertenecientes a los Brett, aún así, la imagen de la Deeana y las palabras de Eustace seguían retumbando en mi cabeza, una y otra vez.

Había anochecido hace mucho, así que mi paseo ahora era a oscuras, a penas lograba distinguir mis propias manos.

—¿Quién anda ahí? —dijo una voz muy familiar.

—¿Lady Catelina? —susurré—Soy Emma... ¿Qué hace aquí?.

Empecé a caminar con las manos extendidas, tratando de no chocar con ella, pero la lady me tomó de los brazos y pude distinguir su rostro.

—Siempre vengo aquí para pensar —dijo nerviosa —¿Y tú, que haces aquí?.

—Yo... Yo... —una tras otra, todas las lágrimas que había reprimido en el camino, empezaron a salir.

Lady Catelina me abrazó dulcemente por un largo rato.

—¿Qué te pasó Emma? —preguntó.

—Yo fui estúpida, mi lady —murmuréConfíe en alguien, en quien no debía confiar y ahora...

—¿Ahora?...

—No puedo hablarle de esto Lady Catelina... Es un secreto —un estúpido y maldito secreto.

—¿Quién es la persona en la que no debiste confiar?... ¿La conozco?.

—Mi lady no...

—Emma... Por favor, te conozco poco tiempo, pero nunca te he sentido tan vulnerable. Lo que sea que te haya pasado, debe ser muy grave.

—Después de lo que le diga, usted va a creer que soy una cualquiera.

—¡No!... No pensaría eso.

—Es porque aún no le cuento nada... Yo me acosté con un hombre —solté con amargura —Él me ofreció matrimonio, yo le creí y me acosté con él.

—¿Y quién es el hombre? —preguntó intrigada.

—Él hombre presentó a su prometida hoy, ante toda su familia.

—¿Han? —preguntó incrédula —¡No puedo creer que Han  haya hecho eso! —dijo furiosa.

—Lo siento mi lady, no debí contárselo —dije avergonzada.

—¡No!... Esta bien que lo hayas hecho, me parece horrible que Han haya hecho una cosa así, pensé que mi hermano era una buena persona.

—Lo siento, mi lady... Yo también lo pensé, incluso pensé que se alegraría cuando le diera la noticia.

—¿Qué noticia?.

—Que voy a tener un hijo suyo —esas palabras salían de mi boca por primera vez, nunca hubiera pensado, que lady Catelina sería la primera en enterarse.

—¡Emma! —ella me abrazó con calidez —Es el primer sobrino que tendré.

—Será un bastardo —pensé en voz alta.

—No digas eso...

—Es la verdad... Mi hijo será un bastardo, pero no vivirá en Frogville... Me iré por la mañana —acababa de tomar la decisión hace segundos.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora