La Duda

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Lord Hugh

A mi llegada a Frogville, pude notar que el comportamiento de mi esposa había cambiado.

Antes de que Han irrumpiera en Requiescam, ella y yo habíamos llegado a tener una "amistad" un poco más llevadera.

Gran parte de eso, se debía al cariño que ambos sentíamos por el pequeño Oliver.

Catelina incluso había llegado a reír de algún chiste absurdo, había empezado a darme un beso de despedida, cada vez que yo tenía que reunirme con alguno de mis socios, conversábamos de temas banales, sobre la sociedad y su gente.

Estábamos teniendo una relación llevadera, pero todo eso parece haberse esfumado, desde que ella volvió a Grethel.

Algo me decía, que algunos viejos sentimientos hacia Lord Law se habían revuelto en su interior, era absurdo, pues yo estaba seguro que ese tema había quedado en el pasado.

—¿Qué ha cambiado desde que regresaste a Frogville? —pregunté mientras nos vestíamos para el funeral de Myrcella.

—No entiendo a que te refieres.

—Me refiero a que ha cambiado contigo, los día que has estado aquí.

—Nada ha cambiado... Las cosas siempre han estado claras.

—Ahora soy yo, quien no logra entender a qué te refieres.

—Dormí con Frank Law —lo dijo de manera tan natural, que creí que se trataba de una broma.

—¿Qué?.

—Eso... No es difícil de entender, dormí con Frank, yo siempre lo he amado, creí que lo sabías.

—Pensé que eso había quedado atrás —dije confundido.

—No... Te tengo aprecio Thomas, eres un gran hombre, pero nunca podría amarte, no de la manera en la que amo a Frank.

—¡Nosotros nos estábamos empezando a llevar mejor!.

—¡Pero no es amor!... Nunca lo será, yo amo a Frank y él me ama a mi, solo era cuestión de tiempo para que esto pasara y yo no pude evitarlo.

—¿Vas a irte con él? —dije con una tranquilidad desconocida.

Aún no lo sé... Supongo que si, pero no me divorciaré de ti, se que nuestro matrimonio fue por dinero y-

—No sigas hablando, Catelina —dije apretandome la lengua para no decir nada fuera de lugar —Pensé que ya habías notado que no soy ese tipo de hombre... Sí bien mi interés por ti fue en un principio por conveniencia mutua, eso cambio desde antes de casarnos... No te amo, pero te tengo mucho cariño.

—¡Y yo a ti! —dijo dulcemente —Por eso no puedo dejar que vivas un engaño.

—¿Llevarás a Oliver contigo?.

—Aun no he decido que haré, pero si me fuera, él tendría que venir conmigo.

—¿Podría verlo alguna vez?.

—Thomas...

—Catelina... —dije imitando su tono —Aunque no lo creas, le tenía gran aprecio a Emma Crispy, prometí que velaría por ella y por su hijo, no puedo hacer nada por Emma, pero si puedo ayudar a Oliver, no te pido que lo dejes conmigo, sólo que me permitas protegerlo.

Catelina se sentó en un pequeño sofá de cuero y apretó los puños contra sus rodillas.

—Tenemos que ir al funeral —dijo con voz entrecortada —Supongo que habré tomado una decisión después de eso.

"Después de eso", nuevamente la pobre alma de Myrcella me causaba cierta lástima, aún no se enfriaba en el ataúd y su esposo ya había planeado irse lejos con su hermana.

Aún así, no interferiría en ese asunto, prefiero conservar la dignidad siendo un hombre cuya esposa lo abandonó, a vivir en vergüenza siendo un cornudo.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora