Lady Catelina
Eustace habían pasado toda la mañana preparando un elegante desayuno, pensé que el motivo sería por fin anunciar una fecha para el asqueroso matrimonio de Han y Alessandri; ella no me caía mal, de hecho era bastante agradable a veces, pero Han no merecía ser feliz así de fácil después de lo que le había hecho a Emma.
Tomé la oportunidad de tener distraído al fantasma, para buscar a Frank por alguno de los lugares en donde solemos encontrarnos "casualmente", él no estaba en ninguno de ellos. Ni siquiera en la vieja casa en donde solía vivir.
—¿Señora Ulla, ha visto a Lord Frank? —pregunté de manera imprudente, no contaba con que Eustace estaría cerca.
—Lord Law está con su esposa en este momento —dijo el fantasma mirándome con desdén —Por favor, no olvide asistir al desayuno, Lord Brett quiere que todos estén presentes.
—¿Van a obligar a Silóe a salir de su habitación?.
—Lady Silóe ya está en el comedor... Fue la primera en llegar.
Esas eran de las pocas palabras dichas por Eustace, que podían hacerme feliz. Silóe había estado muy triste los últimos días, permanecía encerrada en su habitación, nadie sabia las razones de su repentina depresión.
Cuando llegué al comedor, Myrcella y Frank ya estaban ahí, también mi madre, Silóe Alessandri y Han.
—Antes de empezar con este día —dijo mi padre con voz de discurso —¡Quiero anunciarles algo que nos hará felices a todos!.
—¿Volveremos a Ripper? —preguntó Han.
—¡No!... No es nada eso, es algo mucho más maravilloso. ¡Pronto habrá un nuevo miembro en esta familia!.
Mire a los alrededores, pensando que Emma entraría al salón en cualquier momento, tal vez Han la encontró y logró convencerla de volver a Frogville.
—¡Myrcella tendrá un hijo! —dijo emocionado.
Mi vista fue inmediatamente a Frank, pero él me esquivo y clavo los ojos en la mesa.
—Tengo dos meses de embarazo... Las Myrcellas me lo dijeron, tal vez el bebé si pueda nacer —Mi hermana sonreía y lloraba sin recibir la felicitación de nadie.
¿Dos meses?... Habían pasado más de cuatro meses desde que le dije a Frank que no volviera a acostarse con Myrcella, y sin embargo él lo hizo, el maldito hijo de perra, se seguía acostando con ella, mientras nosotros nos veíamos a escondidas.
—¿Dos meses? —pregunté —¿Estás segura de que no es más tiempo?.
Los demás voltearon a verme sin entender a que punto quería llegar.
—Estoy segura que son dos meses —sonrió Myrcella.
—Bueno, felicitaciones, supongo —dijo mi madre de manera desinteresada.
Los otros repitieron las mismas palabras dichas por "Lady Brett", y siguieron con el desayuno como si nada importante hubiese pasado.
Yo seguía buscando la mirada de Frank, pero él lo notaba y me esquivaba.
¡Maldito cobarde!.
Myrcella se pasó toda la hora del desayuno riendo y diciendo los posibles nombres que le daría a su hijo.
Su alegría fue rompiendo esa coraza de odio que había formado contra ella.
No podía hacerle eso, no podía seguir deseando a Frank, ni ansiando el día de su muerte.
Debía cumplir con mi deber como hermana, tenía que dejar esa "familia" en paz.
Una vez terminado el pequeño circo, lo primero que hago es subir rápidamente a mi habitación, tomo uno de los papales para carta que solía usar hace años, cuando extrañaba a mi padre mientras estaba en Ripper.
"Estimado Lord Thomas Hugh, si usted aún está en Grethel, acepto su propuesta de matrimonio con una única condición: irnos lo más lejos posible de Frogville.
Con Aprecio, Catelina".No releo la nota por temor a arrepentirme si lo hago (sé que lo haré).
La doblo en tres y la meto en un sobre sellado, le pido a Gillian, un ayudante de cocina, que se la lleve a Lord Hugh y que no vuelva hasta tener una respuesta.
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Los Fantasmas De Frogville © | Completa
Narrativa StoricaEn la lejana ciudad de Grethel, vive la adinerada familia Brett. Lord Elric y su esposa Adélaïde, parecen llevar una vida normal junto a sus cuatro hijos, Silóe, Catelina, Han y la infortunada Myrcella. Pero ellos esconden un "incómodo" secreto, la...