Codicia

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Lady Catelina

A penas acababa de amanecer, lo sucedido la noche anterior con Frank parecía un sueño, o el inicio de una pesadilla, lo que fuera, era casi mágico.
Ni siquiera me había levantado de la cama cuando Eustace irrumpió en mi habitación sin si quiera tocar la puerta, el fantasma nunca antes había hecho algo así.

—¿Ha sucedido algo, Eustace? —dije incorporándome de la cama.

—Me temo que sí Lady Catelina, algo muy grave —dijo con esa mirada despectiva que solo usaba conmigo —La vi anoche, Catelina... Mejor dicho, los vi, a usted y a Lord Law.

Sentía como la sangre se me iba helando poco a poco, lo que sea que Eustace haya visto, era capaz de exagerarlo de manera monstruosa frente a mi padre.

—Lord Law es el marido de Lady Myrcella... Su hermana.

—Tú mejor que nadie, sabes que él se casó con ella porque tú y mi padre lo amenazaron —digo a la defensiva.

—Él aceptó... Además a usted que le importa, solo lo quiere ahora porque es el esposo de su hermana.

—Las cosas no son así y lo sabes.

—Yo lo único que sé, es que usted siempre ha despreciado a su hermana.

—¡Yo amo a mi hermana!.

—Eso no es cierto —soltó entre dientes.

—¿Ya se lo has contado a mi padre, o a Myrcella, ya todos en Frogville lo saben?.

—No... Ni lo sabrán, por lo menos no por ahora, eso le haría mucho daño a Lady Myrcella, y a diferencia de usted, yo si me preocupo por por ella... Deje de codiciar al marido de su hermana, eso no terminara bien para usted, ni para él, puede estar segura de ello —la amenaza del mayordomo se arrastró como veneno en la lengua de una serpiente.

Aún tenia el cuerpo frío y la mente en blanco, cuando Eustace salió de mi habitación: "no codiciar al marido de Myrcella", era irónico, nunca lo había pensado de esa manera, yo amaba a Frank desde antes, no desde que se casó con mi hermana, pensé que ese amor desaparecería cuando supiera que Myrcella es feliz, pero en vez de ello, solo aumenta día a día... Pensándolo ahora, detenidamente, anoche le pedí a Frank que me jurara que jamás volvería a acostarse con ella, no sentí remordimiento entonces y no lo siento ahora, ya no siento compasión por Myrcella. ¿Por qué ella debía ser feliz y yo no?... No era justo, incluso la habitación que le habían dado, era la habitación que se suponía, sería para mí y mi marido el día que me case, mi padre me la prometió cuando llegamos a Frogville, la habitación más grande, con vista a la pradera y a la laguna, la que tenía el enorme armario con puertas individuales, infinidad de veces me había imaginado viviendo en esa habitación con Frank.
¿Por qué tuvieron que darle a Myrcella todo lo que era para mí?... Yo no tengo la culpa de su "maldición", y mucho menos de su fealdad, yo no tengo la culpa de que ella haya nacido con tan mala suerte, yo no tenia la culpa de nada de eso, yo amaba a mi hermana, siempre lo hice, lo hice... Porqué ya no lo hago, lo único que deseo en este momento es que estos meses pasen rápidamente, que todo aquello que esta predicho se cumpla, para poder ser feliz al lado de Frank, porque él tampoco se merece todo esto... Sí, solo quiero eso, quiero que Myrcella se muera.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora