Los Fantasmas De Frogville © | Completa

Esperando

Lady Silóe

Bastante tiempo atrás, había cerrado por completo el capítulo de mi vida al que llame: "Enamorada de un maldito bastardo".
Habían días, en los que incluso sentía que odiaba a Skeltor, el tipo me había dañado de forma terrible, y todo fue porque yo se lo permití.

Casi dos años después de la muerte de Myrcella, y de los matrimonios tanto de Han como de Catelina, me quedé sola en Frogville, solo mis padres y Eustace estaban conmigo, los sirviente ocasionales, iban y venían por muy poco tiempo, ni siquiera era necesario aprender el nombre de alguno de ellos, para cuando lo hacía, Eustace ya los había despedido y habia contratado a alguien nuevo.

Esa nueva paranoia, comenzaba porque cada día, mi padre se parecía mas y mas a él.
La única sirvienta antigua que nos quedaba, la querida señora Ulla Crispy, murió (seguramente de pena), pocos meses después de que esta casa se quedase "vacía".

Mi madre solía enviarle cartas a Catelina, pidiéndole que busque un marido para mi en Ripper, primero la idea me parecía ridícula, pero poco a poco me fue dando curiosidad, al fin y al cabo, pensé, no seria tan mala idea dejar este lugar.

Pero todos esos planes "curiosos", se esfumaron una tarde calurosa.

Habían pasado cuatro años desde la muerte de mi hermana, la noche anterior había recibido un libro llamado: "Noche De Reyes", de William Shakespeare, me lo envió Han como un regalo de cumpleaños bastante atrasado.

Llegué a la parte final, cuando el Duque le pide matrimonio a Viola, otro típico libro en donde la heroína se queda feliz junto al hombre que ama... ¡Ridículo!.
Eche el libro a un lado, caminé hasta la cocina para prepararme alguna cosa sencilla para comer, a decir verdad, nunca fui habilidosa para la cocina.

Al volver a mi habitación, escuche a mi padre discutir con Eustace.

—¿Cómo que Law sigue vivo? —reclamó mi padre.

—Recién hoy me entere de eso, creame que no me causa ninguna gracia.

—¡Por supuesto que no!... Se supone que esa gente lo mataría lo mas pronto posible.

—Lo sé, mi Lord, eso fue lo que les dije, pero ellos aseguran que está pasando por algo peor que la muerte.

—No entiendo que puede ser peor —bufó.

—El amable capitán no quiso explicármelo, pero me aseguro, que Law está pagando con creces todo lo que le hizo a nuestra querida Lady Myrcella.

—Eso espero Eustace, de lo contrario me sentiría estafado.

—Algo me dice que debemos confiar en el capitán, él sabe como encargarse de esos asuntos.

—Supongo que el otro tipo tampoco lo está pasando muy bien.

—¡Oh, por supuesto que no, mi Lord! —podría jurar, que Eustace sonreía al hablar —El señor Skeltor también está pagando por sus pecados.

El vaso de loza que traía en las manos, por poco resbala al oír esas palabras. Me apresuré en salir de ahí sin ser notada.

Nunca cuestioné mucho, los motivos por los que Frank Law desapareció después de la muerte de Myrcella, supuse que ya no había nada aquí para él, y que por eso había dejado Grethel. Pensé que tal vez se había casado con otra mujer, que tenía una familia, o que vivía solo, pero bien. Mi padre, por la razón que sea, lo había metido a algún lugar, en donde sufría un castigo más grande que la muerte, lo peor era que Rickard también estaba ahí, quién sabe hace cuando, o en donde, o porque, pero esos dos hombres estaban condenados solo por haber estado cerca a los malditos Brett.

No toque el tema con nadie, ni siquiera cuestioné a mi padre, nunca le hice sospechar que sabia la verdad, solo fingí que todo seguía bien.
Permanecí en Frogville tratando de buscar una pista, la que sea, que me llevase al lugar en donde Law y Skeltor estaban. No era algo motivado  por el romance o por la traición, sólo quería hacer justicia, porque estaba segura que ellos no se merecían estar ahí.

Los años fueron pasando, uno a otro, más y más rápido, había cumplido treinta hace meses, en todo ese tiempo, no había encontrado nada que me sirviera para encontrar la prisión en donde los tenían, sospechaba del cuartel de Hala, al fin y al cabo, Frank era un desertor y podían mantenerlo ahí, pero no tendrían motivos para tener a Skeltor encerrado.
Descarte ese sitio, pero seguí con mi búsqueda, esperando poder ayudarlos de alguna manera.