El Jardinero Entrometido

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Lady Adélaïde

-¿Qué diablos estabas pensando? -digo en voz baja acercándome a Elric.

-¡En la felicidad de Myrcella!... Ella quiere casarse con ese hombre.

-¿Y a quién le importa lo que ella quiera?... ¡Lo importante es mantener nuestra imagen como familia!... ¿Qué crees que piense la gente, cuando sepa que la hija de Lord Brett se va a casar con un jardinero?.

-La gente lo va a olvidar cuando sepa que la otra hija de Lord Brett se va a casar con Thomas Hugh -dijo con una sonrisa en los labios.

-¿Lord Hugh?... ¿Pidió la mano de Catelina o Silóe? -pregunté entusiasmadisima con la idea.

-De ninguna... Aún, pero él se quedó encantado con Catelina... ¡Estoy seguro que muy pronto, pedirá su mano!.

¡Esa si sería una buena noticia!. Catelina sería tan afortunada de casarse con alguien como Lord Hugh.

Elric se separó de mí para ir a conversar con unos amigos, yo me quedé mirando a Myrcella, ella bailaba felizmente junto al jardinero, por lo menos, me alegra que fuera ella y no Catelina quien cayó ante los "encantos" de ese soldado, por mucho tiempo tuve ligeras sospechas, pero por supuesto, era imposible, Catelina era la más parecida a mí, jamás se fijaría en un simple jardinero, ex soldado desertor, sin fortuna ni nobleza.

Aparte la vista porque me parecía repulsivo el espectáculo que mi hija estaba dando, la gente la miraba con curiosidad, como si fuera un simio bailarín. ¿Qué daño le había hecho yo a Dios, para merecer este castigo?.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora