Dos Fantasmas

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Eustace
Tiempo después

Cuando supe que el final de la vida de mi Yo había llegado, preparé mi mejor traje. Armé mi maleta con dos de mis tres sombreros preferidos (pues uno se había perdido un tiempo atrás), no le adelanté nada a Lord Brett, esperé hasta las 5:47 de la tarde, que fue cuando aquél "dolorcillo" en el pecho se fue extendiendo hasta hacerse insoportable y finalmente, matarlo.

En los últimos años, mi estadía en Frogville había perdido gracia, ya no habían más Brett a quienes pudiera molestar, las sirvientes huían despavoridas al ver los huesos bajo mis guantes. Los tiempos ya no eran como antes, y eso me tenía siempre de mal humor.
No podía ni siquiera salir de Grethel, estaba encadenado a esta finca vieja y descolorida.

El infarto de mi Lord, fue majestuoso para mí.

Despertó en la sala principal de la casa, empezó a caminar timorato por todos los pasadizos, era como si estuviera intentado encontrar una salida.

-Buenas tardes Lord Brett -¡Verlo, era como mirarme al espejo!.

-¡Eustace!... ¿Qué demonios pasó?.

-Murió, mi Lord... ¡Oh, claro!, ya no es mi lord.

-¿Q-Qué? -¡Oh rayos, está reaccionando peor que su esposa!- ¡No puedo estar muerto!, estoy en casa.

-No, no, no. Como le dije a su adorable esposa, esta no es su casa. Es la mía. Y usted vendría a ser un invitado.

-¿Eustace, qué estúpida broma es esta?.

-Ninguna broma mi yo... Ninguna broma, Pasaremos toda la eternidad en este lugar. Usted se unirá a los demás condenados, muy a mi pesar, tendré que hacerlo pagar por todo lo malo que ha hecho.

-¡Eso no es posible! -grito desesperado- ¡Tú mismo me obligaste a hacer muchas de esas cosas!.

-No, Elric Brett. Yo no te obligue a nada, sólo sugerí cosas que luego tú mismo aceptaste. No trates de culpar al diablo por la condena de un malvado.

Él quiso seguir hablando, pero lo silencie en mis oídos. Gritaba y se arrastraba como una cucaracha, era vergonzoso verme en ese estado, pero ni modo.

Ahora debía olvidarme de esta vida, debía ser una nueva persona. O mejor dicho "la vida pasada" de alguna persona. Es increíble lo estúpidos que pueden ser los humanos, le abren la puerta de su hogar a cualquiera. Sólo debes decir una mentirilla fácil y ¡listo!.
No pensaba quedarme aburrido en mi viejo mundo.
Dentro de poco iría a tocar nuevas puertas, a contar nuevas historias, en un lugar alejado de Sinus, alejado de Frogville y de los Brett.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora