Un Secreto

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Emma Crispy

Nuevamente Han estaba parado, mirándome a través de su ventana, solo en mi mente podía llamarlo así: "Han", cuando estabamos solos era "el señorito", y frente a los demás siempre era Lord Han o Lord Brett, dependiendo de quien estuviera al rededor.

Durante los últimos días había tratado de acercarse un poco más a mi, mi tía dice que él es un buen muchacho, que desde pequeño siempre lo fue, altanero y sofisticado como todo joven de alta cuna, pero una muy buena persona, y a parte de eso... Es guapísimo, sus ojos tristes son todo un misterio para mí, sus palabras amables, su sonrisa tímida y su hermosa afición por la lectura. Todos los hombres que conozco son bruscos, sin educación, mal hablados y despreciables, Han no era así. Él no era de esos patrones, que buscan por las noches a sus sirvientas para acostarse con ellas, él era un caballero en todo el sentido de la palabra.

Los días como estos eran mis favoritos, amaba los martes porque después de atender a las gallinas, tenía que limpiar la habitación de la persona a la que tanto admiraba.

Terminé mis labores con rapidez, limpie la suciedad de mis brazos con el agua de la fuente y camine suprimiendo una sonrisa hasta la habitación del joven Lord.

Esta vez, él parecía estar esperándome con impaciencia, tenia el ceño fruncido y tamborileaba los dedos sobre el escritorio. Temí lo peor, pensé que me regañaria por haberme tardado y quizá incluso, podría echarme de Frogville.

—Mi Lord —lo salude haciendo una ligera reverencia.

—Emma... Te he estado esperando, por favor pasa y cierra la puerta.

Lo hice bastante nerviosa y luego apreté los puños para que él no lo notara.

—¿Hice algo mal, mi lord?.

Él levanto la mirada confundido y sonrió un poco.

—No... Lo siento, debí haberte dado esa impresión... No has hecho nada mal, muy por el contrario, has hecho algo maravilloso.

—Algo... ¿Maravilloso?.

—¡Si!... Estoy completamente enamorado de ti y si tu me aceptas, quiero que nos casemos.

Sus palabras salieron tan apresuradas que no pude evitar soltar una sonora carcajada, él me miró perplejo sin entender mi reacción.

—¿Por qué te estás riendo?.

—¡Vamos!... Fue una broma muy buena, pensé que quería decirme algo importante.

—No es ninguna broma —dijo con el rostro serio —Yo te amo Emma, estoy seguro de eso, te amo y quiero casarme contigo lo más pronto posible.

No... No podía ser real.

—¿Por qué me esta diciendo todo esto?... ¡Se está comportando como un idiota!.

—¡Te lo digo, porque es cierto!... Quiero casarme contigo, Myrcella se casó con Frank y a mis padres les pareció bien, yo quiero casarme contigo, si es que tú sientes lo mismo por mí.

¿Amor?. Nunca había planteado la admiración que siento hacia él como amor, pero era posible que lo fuera, nunca había tenido tantos sentimientos confusos por una persona.

—Pero usted es un lord... No podría estar casado con una sirvienta.

Él no dijo una palabra más, tan solo se acercó a mi y me besó con ternura.

—¿Tú me amas Emma Crispy? —dijo sin separar sus labios de los míos.

—Supongo que sí —dije con una timidez desconocida para mí.

—Entonces eso es suficiente —volvió a besarme, esta vez con más fuerza que antes —¿Si quieres casarte conmigo?.

—Si —dije con una sonrisa estúpida, abrazando a Han por la cintura.

Entonces serás mi esposa, haré un viaje a Ripper dentro de unos días, y al regresar le diré a mis padres sobre la decisión que he tomado.

—¿Y si a ellos no les parece bien?.

—Entonces nos iremos de aquí, a cualquier lugar lejos de todo esto... No importa en donde o cuando sea, pero tú seras mi esposa.

Sujete su cabeza y volví a sus labios, podía quedarme besándolo todo el día. Pero terminaríamos los dos muertos por asfixia.

—Solo te ruego que aún no comentes con nadie sobre nuestro compromiso... ¿Está bien? —dijo.

—No te preocupes... Voy a esperar que tú lo hagas cuando vuelvas de Ripper. Mientras tanto, será nuestro secreto.

Los Fantasmas De Frogville © | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora