Capítulo 《15》

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Las dos figuras se fueron desvaneciendo en la distancia. Los chicos acertaron en lo dicho aquella vez, cuando al volver de mi encuentro con el niño Lee, me hicieron ver nuestras diferencias en todo, y por todo. Yo, soy un hijo de nadie, abandonado en un orfanato, él es un niño rico. Y esto, no es un cuento de hadas, de esos que a veces me gusta leer a escondidas por  temor a ser criticado, ya que, siempre dicen que son lecturas para niñas. Es más, aquí no hay principes rescatando princesas encerradas en una torre, o algo así. Es obvio que no, porque los dos somos chicos, y esto es la vida real, y en la vida real eso nunca pasa. Debo asumirlo de una vez por todas. Por bien, debo respirar profundo y resignarme. Una parte de mí se dispone a hacer lo que pienso, pero otra, se resiste aceptar la resignación. Por primera vez en mi vida quiero ser rebelde, no deseo ser tan obediente. Siguiendo a la segunda parte, la rebelde, corro para deterner al niño Lee. Grito desesperado por no verlo, porque solo veo una cortina de neblina que me lo impide. HAE VUELVE, POR FAVOR. SOMOS AMIGOS, LO RECUER...
De improviso, todo se oscureció, desconocia qué camino tomar. Coros de voces conocidas me llamaban, mas no sabía estas, de dónde venían ¡Eunhyuk! ¡Eunhyuk! Me sentí estremecido por una extraña fuerza que sacudía todo mi cuerpo, hasta que una voz fuerte y cercana me hizo entenderlo todo.

   —¡Eunhyuk, despierta ya!  —Me encontré cara a cara con Kangin, un chico robusto, juguetón y en ocaciones algo gruñón. Lo miré sin entender nada, y luego me di cuenta que, aparte de èl, estaban otros se mis compañeros, unas hermanas e incluso la Madre superiora.

   —¡Hasta que al fin despiertas! Qué pasa contigo, te volviste loco, muchacho. Cómo tomas la casa de Dios para dormir, debes recibir un fuerte castigo por semejante sacrilegio  —.Las palabras para nada dulces de la hermana Ji, me hicieron entenderlo todo, y eso me hizo sentir muy feliz, tan feliz, que ni siquiera sus amenazas me quitarían me perfecto estado de ánimo. 

   —Ah!, entonces lo soñé ¡Sí! Todo fue un sueño, solo fue un sueño  —.Me levanté como un resorte de la banca gritando emocionado ante la mirada atónita de todos.
Luego de eso, sostuve una plática bastante seria con la Madre superiora, en ella, le expliqué todo con lujo de detalles: que había ido a la capilla a orar para darle gracias a Dios por todo lo recibido, pero como días anteriores no habia dormido bien, me venció el sueño. Decidí con intención, omitir la razón real que motivó la ida a la capilla y, el responsable del hecho. Es una forma de proteger mi pensar y mi sentir.
Resultó inútil cualquier explicación. Nada evitó que las afirmaciones de la hermana Ji, se cumplieran. Me castigaron por haber hecho preocupar las mentes y los corazones de todos, cuando a la hora de cenar me buscaban y no lograban encontrarme, al igual que, por el sacrilegio de haberme dormido en la capilla. La hermana Ji me dio tres azotes en cada mano con una vara de madera que dejaron mis manos ardiendo y adoloridas, mis deberes fueron duplicados; las raciones de dulces y bocadillos de las meriendas fueron restados por una larga semana. Sin embargo, eso no me importaba mucho la verdad, ya que una risa boba se había instalado en mí, como resultado de saber que mi supuesto encuentro con el niño Lee, fue un mal sueño. Eso me dejaba el dulce pensamiento, que existía la posibilidad de que él guardara un bonito recuerdo de nuestro encuentro, y que a pesar de nuestros mundos separados, de alguna forma, seguimos siendo amigos.

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Casa Lee.

   —Qué hombre tan desleal, Suki, unnie.

   —Sí, mi esposo sigue siéndome infiel con la misma zorra, me lo acaba de confirmar el detective privado que contraté. Parece que esta, si ha logrado entretenerlo, eso me hace desear premiarla.

   —¡Ay!, por Dios!, eso me suena tan absurdo.

   —Es apenas comprensible. Parece una locura, pero la infidelidad de mi esposo, con todas las pruebas que tengo, será la llave que abrirá la puerta a mi libertad. Porque que es la excusa perfecta para el divorcio, y de esa manera recuperar el dinero que por justicia me pertenece.

   —¿Eso significa qué persistes en tu plan de vengarte de nuestros padres, tu esposo y, de paso, tu odiada suegra?

   —Sí, es algo que no tiene reversa.

   —¿No temes a las cosecuencias?

  —No, todo lo tengo bien calculado, solo es cuestión de esperar el momento indicado. Igual, para soportar este infierno de vida llamado matrimonio, cualquier otra situación por terrible que sea, será una opción mejor. Junki, siempre me ha subestimado, y se va a llevar la sorpresa de su vida.

   —Eres tan admirable, siempre has tenido agallas, coraje, y una habilidad innata para los negocios, es tan lamentable que nuestro padre te haya demeritado siempre. Sabes que tienes todo mi apoyo y te quiero mucho.

   —Sí, tengo eso que dices, y más, pero carezco de un pene y un par de testiculos para hacerlo valer, mi querida hermanita. Te agradezco mucho tu apoyo, eres la única de nuestra familia a mi favor. Yo también te quiero.

   —Lo sé. Maldita sociedad coreana, machista. Te deseo de todo corazón que logres lo que te mereces, porque es lo justo.

   —No, Amber, esto no solo es por mí, es más por Donghae. Mi pequeño Hae, a quien debo protejer. Sé que mi cuñado esta preparando a Siwon con oscuras intenciones, y así, como me alegra que el señor Lee, tenga una amante fija, también existe el peligro que la oportunista se embarace, y eso amenazaría la herencia de Hae. Mi pobre bebé, que es están incapaz, por eso es que trabajo duro para asegurarle su futuro económico. Estos días he aprovechado al máximo trabajando en la empresa y aquí, con la excusa de que Hae me necesita.

   —¡Suki, unnie!, cómo puedes hablar de mi sobrino de esa manera. Hae, es muy inteligente y analítico. Lo que causa sus rabietas cuando no se hace lo que él dice, es más por tu sobreprotección y que nunca le han puesto límites, que por ser incapaz.

   —No entiendo porqué mi esposo, tú y la señora Kim, insisten en eso de responsabilizarme de la conducta de Hae, afirmando que es por que lo sobreprotejo.

   —Cuando muchas personas nos cuestionan un mismo punto, debemos analizar con cuidado qué razón puede haber detrás de ese cuestionamiento. En eso, es en lo único que no concuerdo contigo, hermana, y créeme, que me gustaría que pasara algo que te demostrara cuan equivocada estás con respecto a las capacidades de Donghae.

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