---Espero que comprendas y no tomes a mal lo que voy a decirte. Soo Eunhyuk. Quiero que tengas claro, que al venir aquí; bajo el nombre de hermano sustituto de Donghae, no te hace miembro de la familia---,su mirada era intensa y escudriñadora.
---Pierda cuidado señora Lee, por que eso, lo tengo bien claro. Si estoy aquí, es con el compromiso de ayudar a su hijo, en todo lo que él requiera---respondí con mucha seguridad y convicción, que partían de la tranquilidad de estar equivocado en lo que creí sobre el arrepentimiento de haberme traído, y por que era verdad, siempre he sentido la necesidad de cuidar de mi angel sonriente.
---Perfecto, me complace saber que tienes claro tú lugar en esta casa. Es tú deber y tú responsabilidad el cuidar del bienestar de mi bebé Hae. Cuidaras de él, hasta con tú propia vida, si llegase hacer necesario. Debes saber de igual manera, que siempre estarás siendo supervisado por los empleados y las cámaras de seguridad. También recibirás beneficios tales como: ropa, techo, comida, estudio, y, a pesar que veo que eres un chico con algunos buenos modales, recibirás clases de etiqueta y protocolo por cuenta del mismo instructor de Hae. Todo esto, dependerá de tu comportamiento como un buen emplea...---la mujer dudo unos instantes, para luego concluir---hermano sustituto. ¿De acuerdo?.
---Completamente señora Lee. Cuidaré de Hae...perdón, del niño Lee. Con mucha dedicación y esmero, y de manera totalmente desinteresada, como lo he hecho desde el momento en que lo conocí---mis palabras parecieron no ser del agrado de la mujer. Por que entrecerró sus ojos y suspiró profundamente como controlando su evidente irritación.
---No te preocupes, puedes referirte a Hae de manera informal, sé que el mismo te lo ha pedido así. Por otra parte, con respecto a tu desinteresado aprecio por mi hijo, está bien, siempre y cuando, nunca traspases los límites, ni olvides tu lugar frente a él---lo último que manifestó la señora Lee sobre traspasar límites... no lo entendí muy bien. ¿Que?, ¿como?, y, a cuáles límites específicamente se refería. Pero preferí quedarme con la duda, para no interrumpir cuando siguió hablando.
---Entonces sólo me resta decirte que paulatinamente iré pasandote por escrito, una serie de indicacaciones, con respecto a lo que deseo que hagas que Donghae cumpla---,la mujer puso frente a mi, la misteriosa carpeta que había sostenido en su mano mientras hablaba.
---El contenido de esta carpeta solamente lo sabremos, tú y yo. Bajo ninguna circunstancia nadie más, y, mucho menos Hae, debe enterarse; ni de eso, ni de esta conversación---la señora Lee dió por terminada la plática, no sin antes hacerme saber que haría llegar la carpeta a mi habitación para que la leyera una vez asegurarme que me encontraba solo.
Me reuní con Hae, quien me preguntó insistentemente que me había dicho su madre, le di una breve explicación sobre que me estaba dando una bienvenida y cosas así. Por fortuna quedó satisfecho con eso y no insistió más.A medida que transcurría la noche, y más cuando se acercaba la hora de retirarnos a nuestras habitaciones para dormir, se volvió un total desafío por cuenta de Hae; ya que él estaba encantado jugando videojuegos conmigo, sin gota de sueño, pese a que era ya casi media noche; y es que resulta que Hae tiene problemas de insomnio, y debe tomar un té especial, y un medicamento, con compuestos naturales para ayudarle a dormir bien. Pero el se negaba a recibirlos por que no quería parar de jugar. Costó mucho para convencerlo, y una vez lograda la complicada misión; me retiré a mi habitación. Una vez en ella, busqué la dichosa carpeta gris, la leí con detenimiento, para luego disponerme a dormir en la amplia y cómoda cama, no obstante, ahora era a mi, a quien se me hacía difícil conciliar el sueño y eso, que nunca he tenido problemas para dormir, todo lo contrario duermo muy bien, pero me sentía tan extraño, que me impedía quedarme dormido.
Segundo día en la casa Lee, me levanté muy temprano, hice la cama, organicé mi habitación, me duche y salí tímidamente. Una vez bajar las escaleras me encontré con una de las empleadas, que me comunicó que Hae aún no se levantaba, le ofrecí a la mujer ayudarla en los quehaceres, pero esta se negó diciéndome que no era necesario. Por un buen rato estuve incómodo sin saber que hacer en ese lugar ajeno a mi. Afortunadamente me avisaron que Hae se había despertado y preguntaba por mí. Desayunamos en compañía de su madre, quedando en medio de un debate, madre e hijo, por que la primera decía que cuando tuviera un tiempo, saldría a comprar: ropa, zapatos, y otras cosas para mí, y el segundo insistía en que no quería esperar para ir de compras, que debería ser ya mismo. Fin del debate; terminó ganando Donghae, así que salimos de compras: Hae, la señora Kim, el señor Cho, que es parte del personal de seguridad, y yo. Siendo llevados por el señor Park, otro de los chóferes de la casa, por que el señor Zhou Mi, se fue con la señora Lee.
Hae se encargó de comprarme todo de una manera muy particular.
---Hyukki, pruebate esto y esto, ¡ah!, y esto también---me entregaba varias prendas escogidas a su gusto, cuando me las media preguntaba.
---Como te parecen mi Hyukki, ¿te gustan?.
---La verdad que no estoy muy seguro de como luzco, pero... No sé, ¿tú que opinas?---al principio no sabía como expresarle que no era que me parecieran feas, sino que no eran de mi estilo.
---Pues luces genial, ni dudarlo, no las llevamos---,y así, terminamos comprando bajo el gusto de Hae, y ni la señora Kim, logró convencerlo de lo contrario. De todos modos, Hae tenía un muy buen gusto, aunque muy formal, diferente al mío, que es informal y sencillo. También fuimos a la peluquería, nos cortaron el pelo a los dos, con cortes similares semi redondos y con las puntas terminadas en flequillos. Donghae se veía muy guapo así y a pesar que él, y nuestros demás acompañantes me decían que también yo lucía guapo, no lo creía mucho, pero como la opinión de Hae era muy importante para mí y, si a él le gustaba, que más podía pedir.
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Irrefrenable Amor
FanfictionSinopsis: Dicen que el dinero compra todo lo material, pero no, lo inmaterial. Sentimientos como el amor, la ternura, y la dedicación, jamás se compran con dinero. Un niño rico, caprichoso, mimado, y malcriado nos mostrará que es la excepción a la r...