La naturaleza amaneció blanquinosa; con lloviznas persistentes y una densa neblina. En contrapuesto, el ambiente en la casa era artificialmente cálido por la calefacción y una novedad que alteró por completo el diario transcurrir de todos. La llegada de la señora Lee, que con su larga ausencia, parecía más una huésped, que una residente de la casa. La persistente llamada de la madre de Hae, era precisamente para informarle sobre su pronta llegada. A unos días, de haber llegado como mamá Noel, cargada de obsequios para su hijo, este, no parecía muy contento que digamos. Aun aparentando un estado de ánimo feliz, muy en el fondo lo percibía triste y hasta preocupado. Por infortunio, con su madre presente, el panorama para nosotros, era de un no; nosotros, remitiéndose a un Hyung y su maknae. Tan pronto y la señora Lee nos regaló una pequeña ausencia para atender algo en la empresa, aproveché para hablar con Hae.
---Mira Hae, te he traído leche de fresa y unas deliciosas galletas, para que te alimentes, por que he notado que no lo estás haciendo como se debe. Imagino que la razón es la alegría de tener a tu madre de nuevo contigo después de tan prolongada ausencia. ¿verdad?---al instante vi
como el carro de juguete articulado y con impresionantes cambios de luces que había tenido entre sus manos, salió volando por los aires, para terminar estrellándose contra el piso. Recogí el juguete para depositarlo sobre el mueble donde él se encontraba sentado.---Hae, si tratas de ese modo este precioso y de seguro, costoso juguete, se va a dañar.
---Si se daña o no, no me importa. Odio que mamá me traiga esas cosas, como si fueran para un mocoso estúpido.
---¡¿Qué te pasa?! ¿Por qué el enojo? Saca ya ese sentimiento de molestia que vienes teniendo. Exprésalo con palabras y no siendo desagradecido con Dios, con la vida y con tú madre, que se esforzó por traerte todos esos regalos, que muchos niños desearían tener y que jamás tendrán. Pero más que eso, una madre que con amor se los obsequia. Como es el caso de mis hermanos del orfanato y el mío propio---le hablé fuerte y claro. Se levantó del sillón y me abrazó por la espalda sollozando.
---No sabes lo grato que me resulta, el que conozcas mi sentir casi más que yo mismo. Eunhyukki, mamá me confirmó que papá, pronto estará de nuevo en casa. El tiempo que llevo sin tener ningún contacto con él y recordar el horrible episodio sucedido entre los dos antes de marcharse; me hacen sentir aterrado de verlo de nuevo. No quiero verlo, no quiero verlo nunca más, pero es mi padre y es imposible evitarlo---que decir ante eso. Nada podía decirle, ya que era válido su sentir, y tampoco había palabras razonables para esa situación. Fui poseído por la angustia y la preocupación por conocer a esa persona cuya actitud generaba rechazo en su propio hijo. Al igual que Hae, yo deseaba evitar a toda costa tener que conocerlo. Lo consolé con un abrazo y orando mentalmente.
Donghae, delante de su mamá actuaba en aparente tranquilidad. Sin embargo, con el correr de los días, la ansiedad aumentaba para los dos.
La señora Lee, buscó la manera de hablar conmigo en privado para ponerme al tanto de varias cosas. La venida de su esposo, una reunión familiar que harían para la cena de Navidad, también me sugirió que en tanto pudiera, evitara acercarme al señor Lee, por ende, y, hasta nueva orden, era conveniente que a la hora de las comidas, utilizara el comedor de los empleados. En este punto, me dió mil razones, obviando la verdadera. El señor Lee, no querría compartir la mesa conmigo. De todo lo dicho por ella, lo que más emoción me causó fue algo sobre un premio que me tenía guardado y que consistía en un permiso especial para pasar las fiestas de fin de año en el orfanato. Casi salto de la alegría. Me extrañó que lo anterior me lo dijera a espaldas de Donghae, pero supuse que luego se lo diría a él.
El ambiente de la casa era tan tenso, que si se quería se podía cortar en pedazos con una tijera. El responsable de esa atmósfera pesada e irritante, apareció en la entrada de la casa. Los empleados organizados en dos filas, una frente a la otra, formaban una especie de calle de honor. Al interior; en la sala de recibo, me encontraba junto a la señora Kim, y el jefe de seguridad, el señor Cho. A unos cuantos pasos de nosotros se encontraban; la señora Lee y Donghae. El señor Lee, ni determinó a los empleados que le saludaban y le daban la bienvenida con una pronunciada reverencia.
La presencia del hombre mostraba porte y distinción. Era evidente que su hijo había heredado mucho de sus rasgos. Su vestimenta, al igual que sus accesorios mostraban su buen gusto. Con su rostro adusto e inexpresivo se acercó a Donghae. Sabía bien que el se encontraba luchando por controlar el temor que le generaba su presencia. Por el contrario, la postura de su madre era altiva. Por segundos, cruzamos miradas y con ella le hablé.
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Irrefrenable Amor
FanfictionSinopsis: Dicen que el dinero compra todo lo material, pero no, lo inmaterial. Sentimientos como el amor, la ternura, y la dedicación, jamás se compran con dinero. Un niño rico, caprichoso, mimado, y malcriado nos mostrará que es la excepción a la r...