Capítulo《55》

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Por fortuna todo volvió a la feliz normalidad. Los padres de Hae, el señor Lau, el trío irritante de Siwon y sus padres, se marcharon. La casa quedó en manos del pequeño amo Lee, quien decretó mi regreso a la habitación que inicialmente ocupé. Pero, antes decidió hacerle algunos pequeños cambios, para que, según él, fuera más con mi estilo. En realidad era bajo su propio gusto. Esa remodelación duró varios días. Durante el proceso, ambas habitaciones se vieron afectadas, porque algunas cosas sacadas de la habitación en remodelación pasaron a la que estaba usando. Esa fue la excusa perfecta para que yo durmiera en la suya. Esto produjo varias discrepancias con la señora Kim, que estaba en desacuerdo, porque no veía la necesidad. Pero Donghae, que nuca acepta obstáculos para sus fines, llamó a su mamá y terminó dejando a la nana sin argumentos de oposición. Antes de dormir; leerle mangas, hablar de cualquier cosa, jugar o despertarlo a cosquillas, preparar todo para cuando saliera de la ducha. Mimos, caricias: convertían mi vida en un paraíso.

Faltando poco para terminar de instalarme, me encargaba de dejar en excelente estado el lugar que había ocupado. De pronto, sonó mi teléfono anunciando un mensaje de Hae. El contenido de este, era corto y exigente.

<Eunhyuk, sube a tu habitación de inmediato>.

Me invadió el desconcierto. Respiré y me encaminé al lugar. Mientras lo hacía pensaba en cosas positivas. Hae me esperaba para jugarme una broma o tal vez, burlarse por algo que le pareció gracioso, en fin. Cualquier pensamiento que alejara mi mal presentimiento. No fue si no entrar en la habitación para confirmar mis temores.

   —¡Soo Eunhyuk, me puedes explicar qué significa esto!  —.vi mi pequeña caja de los recuerdos tirada en el piso, y su contenido esparcidos: fotos, dibujos, notas, algunos llaveros. Toda una serie de objetos muy valiosos para mí y que había guardado con mucha prevención para que un ser curioso y con espíritu de sabueso, no encontrara. Por una razón específica.

    —Esa... es mi caja de los recuerdos, Hae. La llamo así porque como ves, son recuerdos que me obsequiaron en el orfanato. Algunos en fechas especiales, y otros, antes de venir aquí  —.El semblante enojado de Hae, y su postura con las manos atrás me tenían nervioso. Di un vistazo rápido en busca de cierto objeto, que me había tomado el trabajo de esconder bien para evitar que nadie, y sobre todo Hae, descubriera. Pero al no verlo, me tranquilicé.

  —¿Y esto, imagino que también es un buen recuerdo? Sí, debe serlo. Muy, muy especial, por la forma en que lo escondiste. ¿No es verdad, Eunhyuk?  —.Supe que ocultaban sus manos tras de él, cuando me las enseñó. En una tenía el sobre color púrpura, y en la otra, su contenido.

   —Mi Eun, nunca te olvidaré. En mi mente y mi corazón voy atesorar todos los buenos momentos compartidos juntos. Esos que hoy, se han convertido en bellos recuerdos, y de los que hablaremos en el futuro, porque tengo fe, que nos volveremos a encontrar. Eres y serás por siempre y para siempre, después de mis padres, la persona más importante en mi vida. Bla, Bla, Bla. Te quiere, Kim Ryeowood. ¡¿Quién cara de mierda es este?!  —.Después de leer algunas partes de la extensa carta que  me escribiera Ryeowood, me la tiró con furia en la cara, junto con unas fotos donde aparecíamos. Estas, volaron por los aires unos segundos antes de caer en desorden al suelo. Desató su furia tirando lo que encontraba, al tiempo que me insultaba.

  —¡Idiota! ¡Imbécil! ¡Cara fea! Te odio, te odio. —Debo detenerlo y calmarlo antes que destruya todo, y termine por estrellarme contra una pared. Haciendo uso de toda mi fuerza lo cargué en brazos para llevarlo hasta el baño, lo metí en la ducha y abrí el grifo. En cuestión de minutos estábamos empapados. Recurrí a esta medida desesperada recordando que muchas veces en el orfanato hacían esto para calmar el berrinche de algún chico. Al igual que también recordé cómo lo relaja el agua de la piscina cuando nada. Lentamente, las ofensas cesaron. El agua, empezó a surtir efecto. Cuando ya dejó de luchar, le hablé al oído en tono cariñoso.

   —Hay una explicación razonable para lo que has visto, pero si sigues en ese estado berrenchudo, no podrás escuchar, y mucho menos, entender las razones que te dé, porque solo oirás las que creaste en tu mente. Entonces, a quién escucharás. Pequeño amo Lee. —.Me empujó suavemente, para hablarme con menos molestia

  —No soy tu pequeño amo Lee, soy tu Hae. Y ya quiero salir de este lugar porque muero de frío. Terminó la frase con su acostumbrado puchero. Eso indicaba que todo estaba bajo control.

   —Sí mi Hae, espérame un segundo ya te traigo una toalla y ropa para que te cambies —volé para llevarle todo. Cuando ya los dos estábamos secos y tomando una bebida caliente, me pidió la explicación prometida.

  —Mira, Hae, la carta que leíste fue escrita por un chico llamado...

   —Me importa un rábano molido, como se llamé ese. Lo que quiero saber es por qué diablos se refiere a ti de esa forma que no suena para nada filial —me costó mucho trabajo hacer que entendiera que Ryeowood, era un chico que acostumbraba a ser cariñoso, no solo conmigo, sino con todos sus hermanos y, por ende, lo expresado en la carta únicamente debía ser tomado como las palabras de un Dongsaeng que le expresa afecto a su Hyung más cercano. Le conté la triste historia de la llegada de Wookie al orfanato, y todo sobre él. Omití y cambié muchas cosas para evitar su cólera por los celos. Después de librar dos batallas; espantar de la cabeza de Hae cualquier duda, y que me permitiera conservar mis pertenencias intactas, en especial, las que tenían que ver con Ryeowood, la calma volvió. El resto de la tarde y la noche, la pasamos muy bien. Cuando ya Donghae se había dormido, me senté en la cama y mi mente empezó a divagar con los recuerdos del Jirafito, apodo que le puse por su peluche favorito en forma de jirafa. Reviví con nostalgia algunos momentos juntos. En ciertas ocasiones, me trepaba en los árboles para bajarle frutas, ya que, siempre tenía hambre, de ahí que me comparaba con un mono y me apodó Mono trepador. Mi Wookie, dónde estarás y cómo estarás. A él jamás podré olvidarlo. No pude evitar llorar en silencio hasta que el sueño me venció.

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Yokohama. (Japón)

  —¿De modo que encontraste nuevas situaciones en la casa Lee, Henry?

---Tal como te cuento, Ji-eun. Por un lado, esas novedades evitaron que muriera del aburrimiento. Pero por el otro, pude darme cuenta que Suk Kyang nos puede resultar una piedra en el zapato, con su codicia de posicionar a Donghae como sucesor de los negocios Lee. No me gusta como está manipulando a los inversionistas Coreanos, a su favor.

---Te comprendo. Necesitamos que todas las acciones estén a favor de  los hermanos Lee. Para sacar el mayor provecho a la hora de chantajearlos.

---Esa es la idea. Por desgracia no hemos tenido suerte de encontrar las pruebas contundentes que necesitamos.

---No, aún ese maldito viejo no me suelta la información que buscamos, y por prudencia no debo insistir mucho, para evitar  levantar sospechas.

---Así es, debemos andar con cautela y no arriesgarnos con esa gente que es de lo peor. Mira que usar a un inocente chico de un orfanato para sus oscuros planes.

---Volviendo a ese tema, me han sorprendido bastante dos cosas. Todo lo que me contaste sobre ese chico, y cómo logró conmover al indiferente, corazón de hielo, de Henry Lau —.IU, terminó la frase con una risa sarcástica.

   —Sí, hasta yo mismo me sorprendo. Ni mis padres logran que sienta tal empatía. Sobre todo, después que bajo presión me obligaron a renunciar a mis sueños de independencia, para que siguiera de esclavo de los Lee. Por esa razón sentí pesar ajeno por Eunhyuk. Al observarlo, me vi reflejado en muchos aspectos. Por su ingenuidad, su pobreza, y el no tener  nadie que lo apoye, confía en que Suk Kyang y el fastidioso de su hijo, le darán protección y cariño: cuando la realidad es que será su sirviente, o una especie de esclavo, hasta que ya no lo necesiten.

   —Sin conocerlo, siento compasión y admiración por ese chico. Imagino lo extenuante que debe serle lidiar con ese mocoso malcriado del Donghae. Las pocas veces que tuve el infortunio de tenerlo cerca, cuando trabajé como asistente de la igual de exasperante madre, me resultó insoportable.

  —Pues eso mismo, fue lo que más me dejó asombrado. La manera en que Eunhyuk parece domar a esa pequeña fiera  —.IU asintió con gesto de incredulidad. Luego cambiamos de tema. No entiendo el porqué, toda esa situación con Eunhyuk, me hacen querer ayudarlo. Pero no sé cómo. Sin embargo, estaré al pendiente.

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