Capítulo《51》

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Me sorprendieron los recursos usados por Eunhyuk para obtener mi perdón. A diario con la ayuda de la señora Lim preparaba: galletas, postres, tartas, que me enviaba con creativos empaques hechos por él, mensajes de texto divertidos que me sacaban muchas risas, pero que no respondía. Lo último, fue hacer que mi madre interviniera en su defensa. Ella asumió toda  responsabilidad en el asunto. Fue una idea que tuvo por dos razones; darle esos días como un merecido regalo y al mismo tiempo evitar situaciones incómodas para mi Eunhyukki al encuentro con la familia de mi padre. Entendía a la perfección esas razones que merecían mi perdón, pero no quería separarme ni por un instante de él. Por fortuna, Hyukki decidió quedarse.

El estado de ánimo de todos era de total zozobra a cuenta de la dichosa cena a la que asistirán  aparte de familiares, algunos socios de la empresa y sus respectivas esposas. Con todo y lo que el trajín demandaba, mi estado personal era de total tranquilidad. Con gran empeño había conseguido el perdón de Hae y por consiguiente, volvieron las largas pláticas nocturnas que tanto extrañaba.

El esperado evento llegó rebosante de lujo y elegancia no solo en la decoración sino en el vestuario de todos, incluyendo el personal de servicio propio de la casa y de otros que fueron contratados para reforzar a los primeros. Cuando los Lee, bajaron  para disponerse a recibir a los invitados, quedé extasiado con la belleza de Hae. Su impecable; vestuario, peinado, accesorios, lo hacían lucir como un modelo de revista, perfecto. Por un segundo buscó acercarse a mí y en tono muy bajo me habló.

---Hyukki estás muy guapo---con un giño de ojo me dejó ahí babeando de manera literal y con un fuerte rubor en mis mejillas. Me alegró que le hubiera gustado mi arreglo personal. Tanto a mí, como a la señora Kim y a los jefes de los distintas áreas, nos hicieron arreglar bajo la asesoría de personas especializadas. 

Ubicados en sus respectivos lugares, empezamos a ver como iban llegando los invitados, recibiendo de nuestra parte un respetuoso saludo como corresponde, más ellos, nos ignoraban por completo. La única que muy cariñosamente nos saludó y en especial a mí fue la señorita Amber quien llegó acompañada de sus prepotentes padres. Usábamos los cortos intervalos entre la llegada de los visitantes para relajarnos. Susurrábamos entre nosotros burlas acerca de algunos vestuarios algo extravagantes. En esas estábamos, cuando llegaron tres personas. Una pareja de mediana edad y un chico. Llamó mi atención este, por ser la persona más joven en llegar y, por sus particulares rasgos físicos, que tenían una mezcla entre oriental y occidental. Atravesaron el vestíbulo de igual manera que los anteriores, sin reparar en quienes los saludábamos. Mis ojos se quisieron salir de las órbitas, mientras mi corazón palpitaba fuerte, tras notar la inmensa emoción de Hae al ver al susodicho, quien correspondió con igual o más emoción. Se enredaron en un abrazo que no parecía tener fin. Las demás personas a su alrededor parecían celebrar el encuentro entre el recién llegado y mi Hae. Olvidé por completo toda saludación, ya que, deseaba correr a separar a ese par. A pesar que habían disuelto el abrazo, seguían hablando muy cerca el uno del otro. Cuando menos lo esperé, fui casi arrastrado por la señora Kim hacia un lugar apartado de todos.

---Eunhyuk, ¿me quieres decir que sucede contigo?. Estoy observando desde mi lugar que te has quedado como estático, desatendiendo el deber que te fue asignado.

---Señora Kim. ¿Quién es ese chico que plática con Hae de manera tan cercana?---mi fastidio por la situación era tanto, que sin pensar respondí con otra pregunta a sabiendas de que es maleducado de mi parte.

---Ningún ese, cuida tus expresiones y buenos modales Soo Eunhyuk. Ese, como lo llamas, es el joven amo Siwon Lee, sobrino del señor Lee, y alguien muy especial para Donghae. Escúchame bien hijo, por tú bien, el de Donghae, y el mío, dado el aprecio que te tengo. Te aconsejo tener mucho cuidado con tus celos, al punto que te lleven a hacer o decir alguna tontería.

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