Decidido como estaba a complacer mi deseo, cerré los ojos para deleitarme con este. Cuando....---Pequeño amo Lee, le pido permiso para interrumpir su clase, ya que traigo un recado de su madre---una empleada daba unos pequeños golpes a la puerta anunciando su entrada y arruinando el momento. El susto que me produjo la inesperada interrupción, me hicieron abrir los ojos rápidamente. Repare claramente como, Donghae tenía los ojos abiertos de par en par, al toparse con mi mirada, se retiró rápidamente de encima de mi, mostrando una mueca de disgusto, quedando yo ahí tirado. Me levanté con algo de dificultad, por un pequeño dolor en mi espalda a consecuencia del golpe.
---Siento mucho ser causante de nuestra caida, y gracias por protegerme del golpe, yo...---,me habló sin mirarme y en un tono algo impasible.
---¿Pequeño amo, me esta escuchando?---insistió la mujer.
---¡Ya!, ¡entre de una vez! señora Yong. Que molesta es usted---,su mal humor se presentó de pronto.
---Lo siento mucho mi pequeño amo, sucede que su madre ha llegado y le urge verlo.
---En tal caso, me ducho y voy con ella. Ya puede retirarse.
---¡Ah!, ¡no!, pequeño amo---exclamó preocupada la señora Yong---luego puede hacer eso, por que usted debe venir conmigo en este mismo instante.
---¡¿Pero por que tanta urgencia?!. ¿¡Acaso no ve en el estado inapropiado que estoy debido a la sudoración?!. No es correcto presentarme así ante mi madre---la empleada se mostró muy asustada por el tono de regaño usado por Hae.
---Nuevamente le ofrezco disculpas a usted, pero es que estoy cumpliendo órdenes estrictas de su madre para llevarlo ante ella sin pérdida de tiempo.
---¡Esta bien!, iré. Huiss.. mi madre--Donghae bufó de la furia. Pateó unas prendas que habían caído al piso junto con el perchero, y hasta este, también fue víctima de las patadas. Luego salió rápidamente, tanto, que con su hombro tropezó a la empleada Yong, siendo sacudida por el tropezón. La mujer quien le restó importancia al hecho, corrió tras Hae. Lo vi salir furibundo de la habitación sin siquiera mirarme.
Una vez solo, busqué medicina para el dolor, al igual que una compresa fría. Como pude, me la puse en la espalda, por fortuna tengo suficiente experiencia. En mi mente trataba de encontrarle una explicación sensata para la repentina molestia de Hae. Teniendo en cuenta su personalidad impredecible, donde la mayor parte del tiempo hay que adivinarle sus reacciones; esta vez me hicieron llegar a la conclusión de que, le había resultado incómoda la situación sucedida y mi reacción ante la misma. ¿Como podré mirarlo ahora a la cara?, ¿Que pensará de mi?, me sentí arrepentido y avergonzado.
Más tarde la señora Kim me informó que vendría visita. Se trataba de unas personas muy notables de la Junta directiva de la empresa y por eso, debía vestirme apropiadamente para la cena. Le agradecí infinitamente que me ayudara a seleccionar la ropa más indicada para la ocasión, por que mi estado de desazón me hacían carecer de ánimo, además mi sentido de la moda consiste en ponerme cualquier prenda que sirva para tapar mi desnudez. Me presentaron ante los visitantes, eran estos, tres parejas; dos de avanzada edad y otra, de mediana edad. A los pocos minutos de haberme presentado con toda la formalidad del caso, llegó Donghae, quedé impresionado por como lucía de elegante. Mi turbación por su bella e imponente presencia me recordaban los deseos impropios que había tenido hacía él hacía poco, por consiguiente evite verle a la cara, dándole únicamente miradas furtivas. La señora Lee durante la cena, se dio a la tarea de involucrarlo en la conversación en tal forma, que era el centro de atención de todos, esto hacía que sintiera admiración y orgullo por él. Pasada la hora del postre, nos levantamos de la mesa por sugerencia de la señora Lee. Ella, de manera discreta me indicó que ya podía retirarme a descansar, por que irían al estudio a tomar unas bebidas digestivas. Por lo que le entendí esas personas querían tratar algunos asuntos con ella y Donghae en privado. Me despedí formalmente para salir disparado con rumbo a mi habitación. Aunque el alivio no fue total, al menos fue algo, al lograr alejarme de esa molesta situación. En esa dichosa cena me había pasado pensado. Pero que diablos hago yo aquí con estás personas, cuyo único tema de conversación es trabajo, dinero y, más aún, donde estoy siendo completamente ignorado por los presentes. Por supuesto que a excepción de Donghae y la señora Lee, los demás me valían cinco. Me resultó increíble como Donghae mantuvo el interés en la plática que sostenían, a la par de su madre. Pero al margen de eso, lo que era fatal para mi, era que Hae poco o nada había tenido una interacción conmigo y eso, hacía doler mi corazón.
Los dos días siguientes, la señora Lee se mantuvo pegada a Donghae de una forma extraña, asistiendo a todas nuestras clases, como vigilando cada uno de sus movimientos. En uno, de esos dos días, nos correspondía natación y baile, sin embargo, nos impidió cumplirlas debido a que ella tenía otros planes, y esos eran; intensificar la clases de inglés y japonés para Donghae, en tanto que yo las comenzaría.
Me inquietaba bastante ese hecho por considerarlo algo sospechoso. Teniendo en cuenta que se daba justo después del llamado que le hiciera la señora Lee a Donghae, y coincidiendo de igual forma con la actitud distante que él estaba teniendo hacia mi. Frente a eso, mi actuar se volvió temeroso. Mi cabeza se había convertido en una madeja enredada por pensamientos tales como: ¿que habría hablado con su madre?, y... si Hae teme encontrarse conmigo a solas, por que ya no le soy confiable, creyendo que soy un pervertido por que lo intente seducir. ¿¡Seducir!?, mi dios sí, esa fue mi intención al buscar unir nuevamente nuestros labios, besarlo. Todo encajó de forma clara; su gesto de disgusto, su repentina furia, y su ahora, proceder calmoso, nada propio de él. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, al imaginar que esto pueda continuar por más tiempo sin ser aclarado. En este momento deseaba dos cosas: llorar y hablar con Donghae para buscar de rodillas ser perdonado. Me acosté boca abajo en la cama, para llorar amargamente, luego sacaría fuerzas para hablar con Donghae.
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Irrefrenable Amor
FanfictionSinopsis: Dicen que el dinero compra todo lo material, pero no, lo inmaterial. Sentimientos como el amor, la ternura, y la dedicación, jamás se compran con dinero. Un niño rico, caprichoso, mimado, y malcriado nos mostrará que es la excepción a la r...