Capítulo《35》

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El tiempo transcurría de forma muy grata. Pese a ello. Las semanas siguientes, tuvieron como características dos visitas que estuvieron marcadas por sentidos contrarios. Una, demasiado desagradable, y la otra, por fortuna, demasiado agradable; contrarrestando así, lo amarga y molesta que fue la primera. Los abuelos maternos de Donghae vendrían, por que querían conocerme, y de paso, saludar a su nieto, que ya hacía mucho tiempo que no lo veían; según me informó la señora Lee. Algo contradictorio con el supuesto motivo de su visita, fue que, ninguna de las dos razones de esta, se cumplió. Conmigo no interrelacionaron en momento alguno, pese a que los salude y me comporté de la forma más respetuosa y educada que pude. La pareja, me miraba como si fuera un bicho raro transmisor de virus, o algo así. Por fortuna la señorita Kim, vino con ellos y medió en esa molesta e incómoda situación. A Donghae lo trataron como si fuera el nieto de los amigos de una recién conocida; y él no disimuló ni un poquito el fastidio que le generaban sus abuelos. En cierto momento, escuché sin querer una acalorada discusión entre: la señora Lee, sus padres y su hermana. Los señores Kim, le reprochaban a sus hijas el haberme traído a vivir a está casa, y más que eso, permitir relacionarme con Donghae. Me retiré rápidamente de allí, con un sabor amargo en la boca por lo que había escuchado. A pesar que no le hablé a Hae del desagradable asunto; él me confesó por sí mismo, que nunca había sentido ningún cariño por sus abuelos, por que tampoco lo había recibido de parte de ellos, y que, de la misma forma, sucedía con los otros miembros de la familia, que los consideraba sencillamente irritantes, con excepción de su tía Amber y su primo Siwon. Por suerte todo cambio unos días más tarde, cuando llegó la otra visita. La madre superiora y la hermana Shin, verlas de nuevo, me produjo una inmensa alegría. La señora Lee, las atendió muy bien, en un ambiente muy relajado y agradable. Cuando se produjo un espacio en que quedé a solas con la madre y la hermana; mientras la señora Lee, respondía una llamada, la señora Kim acompañaba a Hae a cambiarse su camisa por que la había manchado de salsa mientras comíamos. Ellas aprovecharon para interrogarme.

---Cuéntanos muy sinceramente hijo. ¿Te sientes bien aquí?, ¿si te tratan bien?---,esos dos pares de ojos me penetraban con la mirada como si quisieran de esa forma encontrar la respuesta dentro de mi.

---Sí, por supuesto que sí. Estoy muy contento aquí, ya que he aprendido muchas cosas interesantes y todos son muy amables---les respondí sinceramente; por que apartando la desagradable visita de los abuelos de Hae, por lo demás yo me sentía feliz. La compañía de Hae era algo que me producía total felicidad y una completa satisfacción, como si eso fuera todo lo que necesitara en mi vida. Pasadas esas y otras preguntas. Nos divertimos muchísimo por que jugamos cartas con ellas, la nana Kim, y con un Hae, que extrañamente siempre ganaba de manera poco ética; entre otras cosas. La madre y la hermana Shin, de cierta manera, se me asemejan tanto, con la nana de Hae, la señora Kim, por que tienen mucho en común, son unos seres humanos con un gran corazón y sentimientos; nobles, comprensivos y amorosos. Por eso entiendo perfectamente el por que, Hae la siente a ella, como una segunda madre, o madre del corazón. Tal cual, como yo siento a mis madres del corazón.

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