Casa Lee, (estudio).
Me sigue dando vueltas en la cabeza lo que mi hijo me contó sobre el muchachito del orfanato, y por más que trato de encontrarle lógica, no la encuentro. Cómo es posible que un hijo de nadie, a esa corta edad, tuviera la capacidad para razonar de esa forma tan inteligente y madura, y más que eso, comportarse con algo hasta de finos modales. ¿Quién sería el encargado de entrenar a ese chico de esa forma tan acertada? O, será como dice mi hermana Amber, que no está bien entrenado, sino, bien educado. Entonces es sabio y dulce mi triunfo, por darle gusto a mi hijo con respecto al trato con ese chico, y cerrar alianzas con nuevos socios que están dispuestos hacer lo que sea con tal de vengarse de mi padre y mi esposo. Ambos, con sus actos codiciosos, se han ganado muchos enemigos. Hacer acuerdos con estos socios me dan poder y respaldo, asegurando mi futuro y el de mi hijo. Me siento votivada a trabajar con más ahínco. Sentí que la puerta fue abierta de un solo portazo.
—¿Se puede saber qué diablos pasa por tú alocada cabeza? ¡Mujer necia! —gritó mi esposo a todo pulmón. Pero ese acto no me intimida para nada, más bien me produce algo de curiosidad su presencia, su reclamo, y la razón que le hizo venir dejando atrás sus negocios. Con calma le di guardar a unos documentos que estoy redactando en el computador. Me moví, en la silla giratoria, para quedar de frente al recién llegado.
—¡Mi amor!, què alegría me da verte, y más que me sorprendas de esta manera. ¿Es por que me extrañabas tanto como yo a ti, querido? —.Le hablé con sarcasmo.
—Déjate de payasadas y respóndeme algo. ¿Es que tú no tienes un límite para alcahuetear las locuras de tu retrasado hijo?
—Antes que nada, Jun Ki, baja el tono de la voz, y nos respetas, a mí y a nuesto hijo. Y si no es mucho pedir, intenta hablar como una persona medio civilizada, porque vociferando de esa manera, no logro entenderte nada —.Él caminó en mi dirección, como una fiera a punto de atacar a su presa. El miedo se empezó a expandir dentro de mi cuerpo, pero le impediré que me paralice. Me levanté de la silla con una postura recta y firme. Estoy dispuesta a todo. Ya llegando a unos cuantos pasos de mí, escuché la voz de Donghae.
—¡Padre! Qué felicidad volver a verte después de tanto tiempo. Te extrañé mucho —,De inmediato Jun Ki se volteó para ver Donghae, que venía de brazos abiertos con la intención de abrazar a su padre. Este, lo detuvo poniendo su mano en el pecho de Hae, dándole un pequeño empujón.
—¡Aquí estás, pequeño retrasado mental! Eso es lo único que explica el hecho de que te dejaras impresionar de un infeliz y bastardo, venido de un orfelinato. Haciendo que tu madre, de quien heredaste tu falta de cerebro, lo trajera a esta casa a contaminar todo con su mugrosa presencia —.Los ojos de Donghae estaban desorbitados, y temblaba de pies a cabeza. Intenté salir en su defensa, pero Hae habló primero.
—¿Cómo puede expresarse, de ese modo ofensivo, de alguien que usted no conoce, padre? Si esa fue la única razón por la que vino, entonces prefiero que no vuelva nunca más. Siempre me hieres con tus actos. Como cuando me ignoras, o menosprecias, y lo dejo pasar por respeto a usted, padre. Pero que insultes a mamá y a mi amigo Eunhyuk, a quien juzgas sin siquiera conocerle no lo voy a permitir —.Hae me dejó perpleja, por lo que dijo y por cómo lo dijo. Jamás había visto reaccionar a Donghae con tal determinación y coraje. Jun ki levantó la mano para abofetear a su hijo, pero la señora Kim intervino a tiempo, llevándose a Hae casi arrastras. Él salió gritando.
—¡Eunhyuk no es lo que usted dice, padre! Èl es mi amigo, y usted, ni nadie me impedirá verlo y tratarlo. ¡Ya suèlteme, nana! —.sus gritos se fueron desvaneciendo en medida que se alejaban. Y antes que ese hombre, que por desgracia es mi esposo, reaccionara. Busqué rápidamente una carpeta con un contenido importante.
—Lee Jun Ki. Te iba a decir esto en otro momento y circunstancia, pero como de alguna forma has acelerado el proceso, lo haré ahora. Te pido de forma oficial el divorcio. Nuestro matrimonio se acaba aquí y ahora. Por fin se hace realidad mi anhelo de recobrar mi dinero, mi valor y mi libertad.
—¡Qué mierda de mala calidad te encuentras fumando ahora, Suk kyang! Tú sabes bien que ese amago del divorcio esta tan desgastado que lo único que me produce es risa.
—¿Ah, te produce mucha risa? Pues veremos cuánto te dura la risa, cuando termines de leer el contenido de estos documentos —.Moví la carpeta casi frente a su cara para obligarlo a tomarla.
—¿Y què se supone que viene siendo este remedo de intimidación?
—Te sugiero que leas con mucho cuidado el contenido de estos documentos. Ellos, te darán la respuesta, director Lee. La información contenida es algo extensa e importante, lo dejo a solas para que pueda concentrarse. Por último, en aquel estante —.Señalé el minibar que él tiene en el estudio —,hay suficiente licor, creo que vas a necesitarlo. Buen día, exesposo —.Me retiré con una sonrisa triunfal.
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Entreabrí los ojos y me removí con pesadez en la cama. El silencio ensordecedor, aliado con la penumbra de la habitación, me hicieron sentir algo de miedo. Por un instante me sentí perdido, sin saber ni hora, ni fecha, ni nada. Encendí la lámpara de la mesita de noche, junto a mi cama. Sentía mis ojos arder.
—Hasta que por fin despierta, mi niño perezoso. ¿Cómo te sientes? —.La voz de la nana me tranquilizó un poco, porque me dejaba saber que no me encontraba solo.
—Algo mareado y con mis ojos ardiendo.
—Voy a ordenar que te traigan algo de comer.
—No, nana. No tengo apetito, ni tampoco quiero hacer mis deberes escolares. Hoy no quiero hacer otra cosa que quedarme aquí en cama.
—No te preocupes por eso, mi niño. Su madre ya dispuso todo para que no vengan los tutores hoy. Ella hasta hace un rato estaba aquí, pero salió a atender algo. Con respecto a la comida, debes comer aunque sea un poco. Así que pediré que te traigan algo de comer. Le avisaré a la señora Lee que ya estás despierto, como me lo ordenó —asentí sin mucho ánimo. Si mi madre está pendiente de mí quizás es que no está molesta por lo irrespetuoso que fui con mi papá.
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Irrefrenable Amor
FanfictionSinopsis: Dicen que el dinero compra todo lo material, pero no, lo inmaterial. Sentimientos como el amor, la ternura, y la dedicación, jamás se compran con dinero. Un niño rico, caprichoso, mimado, y malcriado nos mostrará que es la excepción a la r...