Capítulo 《45》

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Mi imaginación combinada con mi habilidad electrónica me ayudaron mucho a la hora de resolver en una pequeña medida, el problema de nuestras molestas espias; llamadas cámaras de seguridad. Y en eso, tuvo mucho que ver Donghae, debido a que, se había tomado muy enserio su trabajo de asistente de la señora Kim, no únicamente en el manejo de las finanzas, sino, de toda la casa en sí. Con esa ventaja a nuestro favor, aleccioné muy bien a Hae para que usara su habilidad de mando y convicción con los encargados del manejo de nuestras piedras en el zapato. Igualmente, usé mi ingenio para crear juegos facilitadores en la comprensión de ciertos aprendizajes que lo volvieron un manojo de nervios cuando entramos en la semana de evaluaciones finales. Por fortuna todo salió bien. Obtuvimos dos semanas de descanso, dado que, los profesores necesitaban preparar de manera detallada, los informes académicos para entregarlos a los señores Lee.

Gozamos el descanso al máximo. Salimos con la escolta correspondiente, a diferentes partes. Lo que más me emocionaba, era la visita a los parques de diversiones. Buscaba atracciones que le dieran miedo a Hae para abrazarlo y acariciarlo a mi gusto, a parte, por que me divertía mucho las expresiones de su rostro. Otra cosa que me emocionaba era montar en bicicleta. Hae fingía no saber manejar bien, para terminar los dos, en una misma bicicleta. Sentir sus brazos rodear mi cintura y su cara pegada a mi hombro, era toda una tierna diversión.

Me hallaba ordenando como siempre, el desbarajuste que causa Hae en su habitación. Me arrodillé para recoger algunos zapatos, cuando sentí un peso caer sobre mi espalda, junto a una humedad en mi nuca, creando una especie de tensión en todo mi cuerpo. Era el bebé Hae, recostado sobre mí rozando con su lengua, esa parte de mi cuerpo, hábilmente me levanté y lo llevé cargado hasta la cama, para depositarlo en ella, luego me monté encima, haciéndole cosquillas para verlo reír de manera infantil. Me detuve un instante para darle besitos en las mejillas. De repente, el sonido de la puerta abriéndose, unido al de unos pasos, nos alertaron. Donghae, me quito de encima de una manera tan brusca; que caí a un extremo de la cama, y por poco, voy a terminar en el piso. Ya antes, habían sucedido varios episodios como este, donde éramos encontrados por la señora Kim en situaciones algo comprometedoras.

---Tengo la sospecha, que estre ustedes está pasando algo, que a la nana le gustaría mucho saber---el inesperado comentario de la señora Kim, me sorprendió; más no me molestó, todo lo contrario, ya que ella me inspira un sentimiento maternal. Me levanté para decirle que sí, pero Hae se adelantó a mis intenciones.

---¿Qué clase de insinuación es esa nana?. Lo que está pasando, es simplemente lo que pasa entre un Hyung y su dongsaeng. Los hermanos juegan y se divierten entre sí. Ahora dime que te trajo hasta aquí.

Lo que Hae dijo y como lo dijo, me dolió un poco. ¿Un frío y simple, hermanos, y nada más?. Ella, caminó hacia nosotros, nos tomó de la mano y nos habló.

---Donghae, tú eres como un hijo para mí. Te quiero muchísimo y lo sabes. Lo mismo que sabes que soy la nana que te comprende, y que por nada del mundo te juzgaría. Así que no temas, puedes confiar en mí. Al igual tú Eunhyuk. Eres un chico de grandes valores y por eso...

---¡Ya basta nana Kim!. No sé que pasa por tú cabeza, pero no quiero escuchar una sola palabra más, que no sea la razón de tu interrupción---la autoritaria voz de Donghae, fue acompañada de un tirón de mano con el que consiguió zafarse del agarre.

---De acuerdo mi niño, como quiera. Vine, por que como usted ahora está al tanto de los asuntos de la casa. Estime conveniente comentarle que, como todos los años, es tiempo de programar la visita de la señora Eugene Hwan encargada de las decoraciones navideñas---,la actitud de la señora Kim me resultó demasiado seria.

---¡Oh!, ¡cierto!. Tiene razón nana, entonces la espero en el estudio para platicar sobre eso. Hyukki, cuando termines aquí por favor llévame galletas y un batido de fresas---las últimas palabras de Hae apenas y se alcanzaron a entender, por qué las dijo saliendo de la habitación.
Lo vimos desaparecer por completo del lugar. Los dos quedamos con un sabor agridulce en la boca, por cuenta de su reacción ante lo sucedido. No necesitaba ser adivino para no  entender el desazón que se marcaba en el rostro de su nana. Me moví para terminar mi labor y cumplir la petición de Donghae. Pero, fui detenido por la señora Kim, quien me sostuvo por el brazo.

---Eunhyuk hijo. ¿Tú también esquivarás la realidad, como mi niño Hae lo ha hecho?---de momento no supe que responder. Solo agaché la cabeza avergonzado.

---No te preocupes, como ya le dije a Hae, no los voy a juzgar. Primero, por que no soy quien para hacerlo, y segundo, por que los comprendo y los apoyo. Lo  que más deseo, es la felicidad de ambos. Te repito, eres un chico con grandes valores y por eso, mereces todo lo mejor de la vida. Quisiera pensar que así será, sin embargo, las cosas no son tan sencillas como parecen. Recuerda bien esto hijo---tomándome por el mentón dijo---,pase lo que pase, siempre podrás contar conmigo, por que yo, siempre estaré de tu lado---de alguna forma, sus palabras me recordaron a la madre superiora y la hermana Shin, las únicas madres que he tenido. Quería decirle la verdad, por que confió plenamente en ella, pero es algo que no puedo hacer por mi mismo, sin antes, consultar con Donghae. Ante eso, lo único que pude hacer fue abrazarla por unos minutos, para luego salir de allí con tristeza y culpa en mi corazón.


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