Mis amigos no tardaron en acercarse a nosotros, y Walter agarró mi mano, como si fuéramos hermanos o viejos conocidos de toda la vida. Lo miré confundida. ¿Qué estaba haciendo?
—Sonríe, cariño, o no nos creerán.
Le hago caso y muestro mis dientes en el proceso, apretando su mano. Gracias a los tantos años que llevo conociendo a mis amigas, aprendí a leer sus movimientos corporales.
Jazmín es la más sorprendida de las tres, Emilia me ve como una madre lo haría con su hija cuando pasó todas las materias de la escuela con un sobresaliente: con orgullo, y Alison tiene una sonrisa tensa en su rostro, de hecho, toda ella está tensa.
—Así que, ¿este es el famoso novio?
Suelto una risa nerviosa, abrazando el brazo de mi noviecito.
—Así es. Al final terminó su trabajo y pudo venir.
Expliqué más para que él se ubicara en la línea del tiempo, ya que mis amigas sí sabían ese dato. Al menos no tuve que inventar un trabajo, pues sería difícil hacer que él sea médico cuando bien pudiera ser profesor de lengua en la universidad de Jorge.
Dios me salve que no sea así o la mentira se me caería más rápido que a un niño la bola de su helado al lamerla.
—Por supuesto que iba a asistir. No puedo permitirme desperdiciar el tiempo que puedo pasar con el amor de vida. —Únicamente sonreí, pero lo que en verdad quise hacer fue voltear los ojos.
¿En serio? ¡Mis amigas sabrán qué mentimos! A mí ya no me van tanto las cursilerías, puedo decir que tengo un poco de fobia cuando un hombre tiene mucha labia.
—¿Cuánto tiempo llevan? —pregunta Alison mirando a Walter y después a mí, quedándose fija en mi acompañante.
¿Le habrá gustado? Debo admitir que no es nada feo, hasta en eso tuve un poco de suerte.
—Dos semanas —él dijo.
—Un mes —yo dije, al mismo tiempo.
Frunzo el ceño al igual que mis amigos y después saco el celular, entrando al calendario.
—¿Acaso ya no recuerdas el día en que comenzamos a salir, cariño?
Lo miré muy mal. ¿Por qué no nos pusimos de acuerdo con esto?
¡Ah, cierto!, lo acabo de conocer no hace más de tres minutos.
—Estoy segura que fue hace un mes.
—Y yo estoy seguro que fue hace dos semanas, justo este día.
Señala el 26 de mayo. Se acerca a mi oído y susurra:
—Hazme caso, fue ese día.
Una sonrisa aparece primero, luego una risa; tengo que fingir que me dijo algo indebido. Cuando se aleja golpeé su pecho de manera juguetona.
—Cierto, ya no lo recordaba.
—Con la memoria que te cargas, amiga, no me sorprende que olvidaras esa fecha. —sale a mi rescate Emilia, como siempre. En verdad que se merece un regalo de cumpleaños más grande que el del año pasado: una bonita taza que dice la mejor amiga del mundo. Admito que la compre de última hora, por eso digo que se merece algo mejor—. Soy Emilia, y él es Pedro, mi novio.
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¿Enamorados? Imposible (Les amoureux #1)
Teen Fiction¿Hay algo peor que un chico, el cual te consiguieron tus amigas casamenteras, te robe tu billetera y celular? Oh, claro que lo hay. Un ejemplo es el drama que se convirtió la vida de Christina al decirles a sus amigas que tenía novio (aunque este no...