18 de julio 2024.Christina.
Hace tanto que no despertaba por los constantes besos distribuidos en mi rostro, que sentir la presión de los labios de Walter sobre mi piel me exaltó. Se alejó unos centímetros y sonrió mientras sus dedos acariciaban mi mejilla derecha.
—Buenos días, amor —susurró con voz ronca; también acababa de despertarse.
—Es el primer «amor» que me dices de verdad.
—¿Quién te dijo que los otros no eran ciertos?
—¿Lo eran? —cuestioné con sorpresa; él asintió, pasando sus caricias a mi cuello, recorriendo terreno hacia más abajo.
—Mi subconsciente sabía cosas que me negaba a aceptar.
—¿Cuáles cosas? —solté en un hilo de voz cuando sus dedos tocaron la piel de mi abdomen, pero no se aventuraron a más lugares.
—Como que me estaba enamorando de una chica extraordinaria.
Sonreí sintiendo un calor expandirse en mi pecho; yo tampoco sabía que me estaba enamorando hasta el punto en que sus bonitos ojos me parecían tan interesantes y su tacto enviaba corrientes eléctricas por todo mi cuerpo. Hace tanto que no me sentía así de viva, con todos mis sentidos despiertos.
—¿Podemos desayunar arriba? —preguntó, desvíe la mirada a la luz que se filtraba por las cortinas, observando el color azul del cielo. Regresé la vista a él.
—O en la ciudad; después podemos recorrerla —propuse. Walter bajó su cabeza y ocultó el rostro en mi cuello, creando escalofríos que me estremecen.
—Me parece una excelente idea —murmuró.
Sentí su cuerpo más pesado y la respiración acompasada; supuse que se había vuelto a quedar dormido y no me quedó más remedio que estirar mi brazo para tomar el teléfono de la habitación y apretar el número cero. Aguardé en la línea, acariciando el suave cabello de Walter, hasta que pude ordenar y suspirar sin saber qué hacer una vez colgué.
Mi vejiga dolía por toda la orina acumulada en la noche, pero no quiero moverme; me gustaba tener a Walter así de cerca y ni siquiera podría volver a dormir pues anoche descansé como un bebé. Siento como si hubiera recuperado toda la energía perdida.
Siento como si me hubiera recuperado después de mucho tiempo de estar caminando con dolor por una herida mal cicatrizada. Relajé mis músculos y abracé la espalda de Walter mientras seguía acariciando sus cabellos.
—Tu corazón palpita muy lento —farfulló—. Ya se aceleró.
—Creí que estabas dormido, me asustaste.
—Solo estoy muy relajado. Me gusta estar así —confiesa.
—También a mí —admito—. ¿Puedo preguntarte algo? —pregunté en medio del silencio.
—Lo que sea.
—¿Por qué estabas tan alterado ayer sobre mi relación con Ryan? —Sentí como los músculos de sus omóplatos se tensaron. Las manos sobre mi cuerpo se alejaron y se impulsó para verme directo a los ojos. Abrió su boca, pero nada salió de sus cuerdas vocales; fruncí levemente el ceño—. ¿Alison te dijo algo? —interrogué recordando que llegaron juntos.
Walter negó con la cabeza.
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¿Enamorados? Imposible (Les amoureux #1)
Teen Fiction¿Hay algo peor que un chico, el cual te consiguieron tus amigas casamenteras, te robe tu billetera y celular? Oh, claro que lo hay. Un ejemplo es el drama que se convirtió la vida de Christina al decirles a sus amigas que tenía novio (aunque este no...