XXV

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Walter.

Creo que esta situación es justa. Yo voy a su casa, él viene a la mía; solo falta que nos vayamos a un bar a beber hasta perder la conciencia y hacernos los mejores amigos del mundo. Yo sabía que una chica suele romper amistades, no hacerlas.

—Quédate cerca —le murmuré a Oliver, abrochando mi saco y andando hasta la entrada como si nada. Él se levantó del sillón en el vestíbulo y sonrió.

—Obtienes lo que te mereces. —Golpea mi pecho con un pedazo de periódico. Lo sujeté, esta mañana pasé de leerlo, pero que viniera hasta aquí solo para echarme en cara esto, me dice que no debí haber hecho eso.

—¿Aquí escribiste tu carta de derrota al retirarte del juego?

—Por pensar que es un juego es que te pasó esto.

Se alejó y pasó por mi lado, golpeando mi hombro en el camino. Estoy seguro que aquí viene una nota relacionada con Christina, porque dudo que me hayan captado saliendo de las bodegas en el viñedo Santamarina.

—Puedes ir a descansar, Oliver. Me quedaré en casa el resto del día.

No esperé su respuesta y me adentro en el ascensor. Tan solo hizo falta abrir el periódico para ver la fotografía en blanco y negro de Christina bajando de mi auto en medio de una calle.

«Genial».

Cuando el ascensor se detiene en mi piso, salgo y voy directo al comedor, tomé asiento y abro nuevamente el periódico con parsimonia. Mi rostro está impreso al lado del encabezado y un signo de pregunta en otro recuadro a su lado. Veamos que inventa ahora la prensa.


«El Huracán Greyson ha sido ¿rechazado?

        Según fuentes cercanas al ex nadador y ganador olímpico, Carlton Greyson, y co-dueño de la revista R&G...»



Mierda. Justo lo que temía. Como supuse, todo esto no se llevará en paz una vez la prensa se entere de... esa cosa extraña que teníamos. Paseo la vista por las letras sin comprenderlas del todo, la introducción siempre se me ha hecho aburrida. Se hace para enganchar al lector con palabrería barata de la vida privada pasada de las personas y tengas empatía con ellas.



«... ¿Será que la chica ha roto el corazón de uno de nuestros solteros más codiciados de la República?

Como bien saben, es larga la lista de las conquistas que se le han visto al ex nadador, ¿podría ser esta la chica indicada o será otra víctima más del joven heredero?

El día anterior al desafortunado encuentro en el automóvil, se le vio salir del edificio donde reside el hijo mayor de los Reed, y subir al auto del chofer personal del joven Reed...»


Doble mierda. Debí ser más cauteloso al traerla al departamento. Al menos no hay una fotografía de su rostro o su nombre. Así que no me siento tan culpable de exponerla a los medios.

Cierro el periódico con fuerza y gruño. No tarda en que mi madre me llame por la noticia y tendré que explicarle que todo acabó, solo espero no sea esto un retroceso. O solo podría decirle que tuvimos una pelea, que no era nada importante; eso me ayudaría a ganar tiempo.

—Mi niño, ¿qué te preocupa? —Petunia toma la silla a mi lado, observándome.

Demasiadas cosas; necesito pensar en la manera de dar esta noticia. Verónica le tomó cariño a Christina, y eso que solo la trató por dos días, le rompería el corazón al enterarse que ella y yo ni siquiera quedamos como amigos. Sin embargo no sé qué excusa poner para el rompimiento.

¿Enamorados? Imposible (Les amoureux #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora