Las nubes se parten al pasar el avión entre ellas. El sol ilumina el cielo, mostrándolo de un azul tan limpio que realmente te hace preguntar sí así ha sido siempre.
Distraídamente, acaricié el rizado cabello de Christina, quien yace dormida, con la cabeza en mi muslo derecho. Quito mis ojos de la ventana para ubicarla en ella. Su vestido blanco floreado ya no está tan limpio como debería, mi desarreglado saco cubre parte de sus largas piernas, hechas bolita en el asiento.
No puedo creer lo enana que está para que quepa aquí y dormir tan cómoda.
Retiro el cabello de su rostro, llevándolo hacia detrás de su oído. Puedo ver sus ojeras debajo del cristal de sus anteojos; ya no están tan marcadas como antes, pero aún se distinguen de cerca. Con cuidado de no despertarla, quité sus gafas y las coloco en mi pierna libre, apreciando sus largas pestañas negras acariciar la piel de sus pómulos.
Delineo su rostro con el dorso de mis dedos, sintiendo la suavidad de su cutis, me detengo al llegar a su barbilla. Subo mi tacto hasta sus rosados labios y no puedo evitar la tentación de tocarlos, aunque sea con mi pulgar. Puedo sentir la sedosidad de ellos impregnarse en mi huella digital. Con solo hacer esto siento que estoy llevando una parte de Christina en mí.
Pasé saliva, alejando mi tacto de la tentación que es su rostro, pero no puedo dejar de mirarla, siendo tan vulnerable estando dormida, confiando en que protegeré su sueño.
Ella está siendo parte de mi vida de una forma que no puedo explicar, se está metiendo en lo más profundo de mi ser, combinándose con mi alma.
Estar cerca de ella es como una montaña rusa de emociones. Podemos discutir en un segundo y al siguiente estar riendo, podemos mantener conversaciones sobre cualquier tema y también disfrutar de los silencios.
Por unos segundos no pensé en el plan que teníamos entre manos y solo me concentré en el presente e ignoré todo. Imaginé que esto pudo haberse dado de una mejor forma. Imaginé que no estábamos fingiendo un compromiso y que realmente me casaría con esta gran mujer.
Con esta chica tan extraordinaria que haría cualquier cosa por las personas que quiere. Con esta chica que no teme expresar sus sentimientos ante nadie. Con la chica que puede hacer que mi mente piense cosas ilógicas sobre nosotros, como si realmente hubiera una probabilidad de que nosotros...
¿Y si Cirilo tiene razón al decirme que tuve suerte de toparme con ella? Podría estar echando a la basura una buena oportunidad. La única que tendré, tal vez.
En el tiempo que pasé con Alison, jamás experimenté lo mismo que con Christina. Y claro, son personas muy diferentes y con personalidades tan cambiantes que no hay punto de comparación. Pero como me dijo Christina, todas las personas te hacen sentir cosas que otras no, es parte de conocer.
Es parte de crecer emocionalmente.
Aún puedo evocar cuando conocí a Alison en la oficina, nos quedamos encerrados en el archivo por horas, y debo admitir que eso fue mi culpa, pues esa puerta no se debe de cerrar si estás adentro. Ni siquiera recordaba haberla visto antes, no hasta que tuve a Christina en frente, y mi memoria desbloqueo ese día de tráfico.
A partir de ese día pasábamos más tiempo juntos. Ella lograba sacarme algunas sonrisas y, de vez en cuando, carcajadas. Salíamos a cenar o al cine. Creo que fue así como me...
No. No creo haberme enamorado de ella, ahora lo entiendo. Enamorarse es un sentimiento completamente diferente al que sentía con Alison. Sí, mi corazón aumentaba su frecuencia, pero no se volvía loco. Y ahora que lo pienso, era más tensión sexual que nada. La primera y única vez que estuvimos juntos fue como si por fin hubiera llegado al cielo.
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¿Enamorados? Imposible (Les amoureux #1)
Teen Fiction¿Hay algo peor que un chico, el cual te consiguieron tus amigas casamenteras, te robe tu billetera y celular? Oh, claro que lo hay. Un ejemplo es el drama que se convirtió la vida de Christina al decirles a sus amigas que tenía novio (aunque este no...