Walter.15 de agosto 2024.
«Tú puedes con esto. No te descontroles. No golpees cosas. No rompas nada».
Debo poder hacer esto, es solo una cena con mi prometida y mi familia. La primera en casi un mes de compromiso.
La primera vez que veré a mis padres después de mi episodio en la oficina. Las heridas en mis nudillos se niegan a sanar. Mejor dicho, yo me niego a dejarlas sanar. Cirilo se empeña en mandarme cada maldita nota que sigue la vida de ellos, ¡¿a mí que me importa si fueron vistos saliendo de una cafetería en plan romántico?!
Miro mis nudillos a través del espejo de esa habitación que fue ocupada por ella.
«Sí me importa, y eso es lo que más me jode».
Suelto un bufido y deshago por completo la corbata. Hago una bola con ella y la lanzo a la ventana cerrada. Sin corbata será.
Ahora que no estoy en la mira de Helena, pues me caso con su nuera soñada, no creo que se moleste por no llevar una maldita corbata alrededor de mi cuello.
Ya no le veo tanta importancia en fingir que esto me llena de júbilo. Alison sabe que no la amo y mis padres no desconocen mi estado anímico. Llevar las cosas en paz con mi prometida es algo que ya no me interesa. No después de nuestra conversación.
—Toc, toc —La puerta es empujada y aparece Alison, con una sonrisa y un vestido rojo que resalta en su persona—. ¿Ya estás listo?, vamos a llegar tarde.
Solté un gruñido y le di la espalda, aparentando acomodar las mangas de mi camisa. Ella suspira.
—Sé que dijimos muchas cosas hirientes, pero si vamos a estar juntos, debemos resolverlo. Eso hacen las parejas. Iniciemos con ir felices a esa cena, ¿te parece?
—Honestamente me emociona más que me metan un palo por el trasero que ir a esa cena.
—No entiendo tus motivos de ser tan hostil conmigo.
Entra sin permiso, dejando la fragancia de vainilla en la habitación, opacando el poco olor a chocolate que aún permanecía dentro de las cuatro paredes.
Se sienta en la cama detrás de mí, giro sobre mis talones y cruzo mis brazos sobre el pecho.
—¿De verdad, Alison? ¿Realmente no los entiendes? Porque será un poco tardado explicarte cada uno de ellos.
—Entonces, si me odias tanto como dices, ¿por qué te casas conmigo? —eleva su voz, mostrando autoridad, cruzándose de brazos y arqueando una ceja, retándome.
La discusión de hace unos días se planta en mi cabeza y al fin tengo una respuesta para eso. Avancé unos pasos para que mis palabras no le entren por un oído y salgan por el otro.
—Porque estoy tan destruído que no tengo ánimos de buscar a alguien más. Al menos casándome contigo no la suplantaré, porque jamás serás como ella.
Tensa la mandíbula y sus ojos se cristalizan. Está loca si piensa que con unas lágrimas se me ablandará el corazón. Si vamos a ser el karma del otro, seré el mejor.
—Si reconoces mi desprecio hacia ti y mis sentimientos hacia tu amiga, ¿por qué tú aceptas casarte?, yo no te amo, Alison, y jamás lo haré.
Una lágrima se escapa de su ojo, no la limpia, y sigue su recorrido hasta la barbilla, en donde cae a sus brazos.
—Porque, lo creas o no, yo sí te amo, Walter. Y tengo la esperanza de que ese amor que sentías por mí, despierte.
—Te diría que esperes sentada, pero hasta así te cansarás.

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¿Enamorados? Imposible (Les amoureux #1)
Подростковая литература¿Hay algo peor que un chico, el cual te consiguieron tus amigas casamenteras, te robe tu billetera y celular? Oh, claro que lo hay. Un ejemplo es el drama que se convirtió la vida de Christina al decirles a sus amigas que tenía novio (aunque este no...