Capítulo 2: El inicio

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   -----   3 añotes después -----

¡Buenos días, Wyatt!

Lanzo el pichel de agua, que guardé unas horas antes en la nevera para este momento, justo en la cara de mi compañero y este despierta tratando de nadar y tomando bocanadas de aire esquizofrénico.

¿Cómo no reírse?

— ¡NADA WYATT, NADA POR TU VIDA! — sus ojos se abren y bailan por toda la cuenca tratando de ubicarse y cuando lo hace su cara de odio aparece al instante.

— ¡Alexa! — chilla mi segundo nombre y yo me destornillo de risa — ¡maldita Raggedy hija de Annabelle! — me lanza una almohada empapada y mi risa se apaga poco a poco.

— ¡No soy una muñeca de trapo, Wyatt! — me levanto y salgo de su habitación frotándome el estómago que ya me dolía por reírme.

Terminé de alistarme y me calcé mis Converse blancas como la nieve, gracias a una chica que se ofreció a lavármelas o algo así.

— ¡Cinco minutos, Tracy! — grito desde la cocina bebiendo mi cafecito instantáneo, dulce néctar del Olimpo.

— Deja de sonar como mi señora madre, Chase — responde entrando a la cocina y tomando un yogur de fresa de la nevera.

Nos fuimos en su Audi hacia la universidad como siempre escuchando la radio a todo volumen. Al llegar salí del auto dándole un zape y caminé por el campus hasta llegar a la facultad de medicina. 

— Buenos días, hijos — saludo con un choque de puños al grupito que se había formado en el salón donde recibimos neurología — ¿Jones se retrasa como siempre? — pregunto sentándome junto a una de las chicas y esta asiente — típico de un adulto mayor con bastón — nos reímos hasta que un carraspeo de garganta nos calla.

— Ni tan mayor, señorita Chase — el profesor entra para sentarse en su escritorio y los chicos que faltaban entran tras él — hoy tenemos una clase interesante — ups...

La clase pasa entre risas y acotaciones por parte de todos. Eso era lo divertido de nuestra carrera, éramos pocos considerando las demás facultades, por lo que la unión y confianza era mayor.

Estaba famélica cuando acabó la clase, lista para ir directo a la cafetería junto con Jane y Mike, que platicaban sobre una chica que se quedó dormida y Jones la usó de ejemplo en cosas vergonzosas que me dieron mucha risa.

— Sólo digo que está mal — repite la consciencia andante y Jane le discute como siempre, estos terminan juntos, apostaría por eso.

— Simplemente no te quedas dormido en clase Mike, eso sí está mal — me quedo ajena a la conversación, ya que no me interesa demasiado, sólo puedo pensar en la exquisita hamburguesa que quiero comprar.

— ¿Y cuando Liv se queda dormida? — pregunta Mike y yo paro y lo miro ceñuda, ¡yo no...! ok si, duermo mucho en clases.

— Cuando Liv duerme tú la tapas y por eso no la usa para bromas — aww debo empezar a valorar a este chico. Tomo su cara para plantarle un beso en la mejilla y él sorprendido me sonríe.

Salgo de sus lindas pupilas cuando escucho a Jessica chillarle como foca drogada a una chica de primer año. Aguarden un segundo, esa es MI chica de primer año. De los que nos asignan a los de tercero para encaminarlos... mala idea darme una por cierto,  ni yo encuentro mi camino.

Me acerco poniéndome tras la necia niña fresa que se cree dueña del mundo y escucho mientras le saco de la bandeja un batido de helado a una chica. Creo que no se dio cuenta.

¡A la mierda las etiquetas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora