No volví a ver al moreno durante toda la semana.Era el primer viernes del mes de octubre y eso significaba que había juegos en la facultad. Al menos tendría una distracción de la culpa latente que me carcomia desde el lunes.
— ¡Chase! — uno de los asistontos de de Marcos me alcanza saliendo del edificio todo agitado — el profe... profesor Manson quiere que vayas — me quedo viéndolo y le tomo una foto para la posteridad que lo deja perplejo por unos segundos.
Verán, se veía tan chistoso todo rojo que no podía dejarlo pasar.
Dejando eso de lado, por primera vez corro por los pasillo de la universidad por un llamado del marifufo porque sé para que me llama.
Llego a su oficina y abro sin tocar como estoy acostumbrada.
Hoy no veo pipas ni bongs en su mano o en la mesa.
Solo está él, una hoja en su escritorio y el moreno sentado en la silla frente a dicho mueble.
Nunca una sala en la que no estuviera el diablo había sido tan fría como esta.
— Siéntate, Chase — ok, nada de señorita, esto es serio.
— ¿Qué pasó, Marcos? — me hago la desentendida dejando mi mochila en el suelo y me encamino a la silla junto al moreno, el cual se tensa con mi presencia y no se voltea ni a mirarme.
— Creí que al asignarte a Olivia como tutora serías capaz de sacar diez en todo — comienza el hombre entrelazando sus dedos sobre la hoja como todo un profesional — lo confirme con la prueba antes de esta — le da un golpecito al escritorio con sus manos y luego pasa su mirada hacia mi — ¿qué pasó, Chase? — me devuelve la pregunta con el ceño arrugado y yo abro mi boca para responderle lo que sea que se me venga a la mente.
— La nota es mía, no entiendo porque ella está aquí — su tono de voz es tan seco que hasta Marcos se tensa.
— Es tu tutora — le repite sin entender donde se perdió porque la última vez que nos vio al menos nos hablábamos.
— Ya no — muerdo mis labios maldiciendo en cuatro idiomas diferentes — así que esto es entre usted y yo — sí, estoy sobrando con fuerza aquí.
— Drake... — trato de hablar, pero la primera mirada que me dirige es una llena de "cierra la boca".
Y eso hago.
Marcos deja salir el aire cansado y yo me despego de la silla para sentarme en el sofá de la esquina de la oficina como un fantasma.
No me culpen por necesitar espacio después de eso.
Pierdo cuidado de la conversación hundida en mis pensamientos hasta que escucho la puerta cerrarse.
Marcos suspira y niega con la cabeza sacándose los lentes.
— ¿Qué le hiciste, Chase? — finjo indignación, pero el hombre no se la cree.
Me conoce muy bien el cabrón.
— Metí la pata, Marcos — acepto y él rueda los ojos con cara de que eso era obvio.
— Sea lo que sea, se terminó — sentencia el hombre frotándose la cara con las manos.
Mierda.
¿Ya no puede pasar?
Pero tiene que haber alg... click.
— La prueba era de electroquímica — Marcos asiente con la cabeza sin entender a donde quiero llegar — un proyecto... que compense la nota — mi cara se ilumina y el hombre enarca una ceja y sus ojos bailan por mi rostro entrecerrados — haremos una batería de Daniell tan perfecta que le tendrás que dar el diez — me levanto orgullosa de mi idea para juntar mi mochila y correr tras Drake.
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¡A la mierda las etiquetas!
RomansaOlivia Chase es una chica alocada y divertida, muy distraída en cuestiones sociales, pero una genio en la universidad. Drake Lewis es apartado, poco amigable, serio y de rasgos duros. Pero por alguna razón, cuando un profesor los une para que ella l...