Capítulo 14: Loca

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Olivia

Corro.

Corro con todas mis fuerzas para llegar a tiempo.

Me quedé de más en la heladería hablando con Joshua y olvidé que tenia que trabajar.

Maze va a matarme, se supone que los sábados tiene que ir por su hermana y no puede llegar tarde; doblo en la esquina y abro la puerta del bar. Está al tope y Maze parece ajetreado con los pedidos. 

Soy la peor amiga del mundo. 

— ¡Maze! — paso detrás de la barra y él me fulmina con la mirada mientras pasa unos tragos a una camarera. 

— Quince minutos, Chase — se saca el delantal y se va corriendo del lugar. 

La culpa me invade pensando en la pobre Harriet, esperando a su hermano en la acera junto a su abuela. 

Y todo por culpa de Joshua.

El viernes, después de que Drake se fue sin decirme nada y sin llevarse su mochila, Joshua me llamó para quedar hoy. Cuando llegué a la heladería me estaba esperando con mi helado favorito y una sonrisa baja bragas.

Pasamos toda la tarde hablando y hablando de cualquier tontería hasta que se nos hizo tarde.

De nuevo, me divertí mucho y recordé porqué era que me gustaba tanto además de ser un dios griego, pero cuando me besó... nada.

Supongo que es mera atracción física después de todo.

— Estás pensativa — me dice Jade sentándose donde siempre cuando termino de despachar los pedidos — y mira que creía que tu no pensabas fuera de la universidad — se ríe y me contagia un poco. 

— Gracias — ruedo mis ojos y le paso un vaso de cerveza — es solo que... ¿recuerdas a ese chico del que te conté hace un tiempo? — ella le da un trago a la bebida y asiente despacio. 

— "Ese hombre es la personificación del pecado y la libidinosidad" creo — me río al escuchar mis palabras exactas de su boca.

— Excelente memoria — la felicito y ella me guiña un ojo — hace unas dos semanas me invitó a salir — empieza a mover uno de sus peircings con la lengua como hace cada vez que se concentra — salimos y te juro que nos divertimos, pero... — hago una mueca buscando las palabras que expresen lo que sentí.

— No era lo que esperabas — termina mi oración y yo asiento con la cabeza — talves lo idealizaste demasiado — se encoge de hombros y deja el vaso vacío de un trago — talves es una linda cáscara de aguacate, pero sin aguacate adentro — ladeo mi cabeza con la boca medio abierta.

Cuanta sabiduría en una analogía tan tonta.

— O... puede que tu extraña mente cochambrosa tenga otro objetivo y ya no visualice al chico como antes — me señala levantándose y dejando el vaso en la barra.

— ¿Otro objetivo? — pregunto ceñuda preparando un bourbon para un hombre que me hace una seña.

— Algo así como cierto muchacho con cuerpo de infarto y ojos grises — dejo el vaso en la charola de una de las chicas y me vuelvo para tener de frente a la pelirosa. 

— ¿Drake? — ella afirma con una sonrisa mi pregunta y me quedo pensando, ¿podrá ser ese el problema? — no tiene sentido Jade, tengo como quince días de conocerlo y la verdad no puedo decir que lo vea a menudo — niego varias veces y ella suelta un bufido digno de un toro.

— Cariño, yo lo vi una vez y me enamoré — ambas reímos como tontas, no tiene sentido, quiero decir, ¿cuánto tienes que ver a alguien para que te atraiga en serio?

¡A la mierda las etiquetas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora