Capítulo 4: Paga la deuda

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— ¡Chase! — Jane me ataja antes de llegar junto al conejito y me tiende un rollo de billetes — amo cuando te retan — sonrío metiendo el dinero en el bolsillo de mi pantalón.

Jane apuesta, yo gano y nos repartimos. Toda una mafia, amigos mios.

— ¿Olivia? — el conejito me llama y es ella quién se acerca a mi dejando al crush de novela andante de lado — él te estaba buscando — susurra bajo cerca de mi cara, pero Jane igual la escucha. 

— ¡Bendita suerte, Liv! — grita con las manos en el aire — ¡una los busca pero a ti te llueven! — y me río, lo hago porque no hay manera de que la Jane sobria hubiera dicho algo así. Me río porque el chico ahora la observa como si estuviera loca y me río porque su balanceo hace que tenga que agarrarse del hombro de la castaña que la mira horrorizada. 

— Dice que lo envió el profesor Manson — me informa el conejito ignorando a como puede a la loca frente a ella. A la loca que no conoce mejor dicho.

— ¿Ese marifufo? — la castaña alza sus cejas con extrañeza y yo maldigo mi lengua suelta — olvida que dije eso — la señalo con el dedo y ella asiente — buena chica — palmeo su cabeza como a un perro y me encamino hacia el guapo desconocido y sus ojos pasan de examinar la sala con desconcierto a mi cara.

¡Dios Santo!

Literamente puedo casi sentir como mis calzones de abuela dejan su agarre en mis caderas.

Para cuando llego a su lado no tengo idea de qué mierda decir.

"Hola ángel, ¿buscas el cielo? porque creo que lo encontré en tus ojos."

Sí, soy un asco para romper el hielo con alguien con una mirada como esa.

— ¿Eres Chase? — me mira incrédulo de arriba a bajo como si no fuera lo que tuviera en mente.

¿Escucharon eso?, algo se rompió dentro de mi. Mi autoestima.

— Si te mandó Marcos, sí — me encojo de hombros y arrugo mi nariz con media sonrisa.

— ¿Marcos? — sus iris se tiñen de incertidumbre y yo ruedo mis ojos por mi falta de escrúpulos gracias al ambiente.

¡Esas confianzas son privadas, estúpida, claro que no sabe quien es Marcos el marifufo!

— Manson — me rectifico y el chico sacude su cabeza mirándome desconfiado. 

— ¿Segura que eres "esa" Chase? — abro mi boca pero nada sale, me quedo en blanco.

¿Si estoy segura de que yo soy yo?, ni que tuviera amnesia. O estuviera ebria tan rápido.

— Jude — tomo del brazo a la peliazul cuando pasa a nuestro lado — ¿quién soy? — ella me mira tipo "¿en serio?, ¿ahora?"

— ¿Pikachu? — se ríe señalando mi gorrito/corona y yo le doy un zape para que reaccione — ¡auch! — se toca la frente y me mira mal — ¿mamá? — duda y le doy otro zape — ¡ay, Chase! — se queja — ¡deja eso! — le sonrío y la suelto para que se vaya.

— Sí, estoy segura — le guiño un ojo al modelo de ensueño y lo dejo ahí, está como quiere pero esa actitud ya me molestó.

Además, ¿qué diablos con esas miradas?. ¿Acaso nunca ha visto a una pelirroja de 22 años con un gorro de Pokémon?

Jane sigue hablando con la castaña así que camino hacia la mesa de drink-pon. 

— ¡Yo le doy! — tomo una bola y me pongo a un lado de la mesa donde rellenan los vasitos rojos con diferentes sustancias. Vodka, cerveza , whisky, ron...

¡A la mierda las etiquetas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora