Capítulo 41: Viaje

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5:30 am.

Pip, pip, pip.

— Dios no, has que pare — pido sin querer abrir los ojos y el sonido se detiene.

Sonrío agradecida hasta que noto algo, yo no la apagué.

Abro mis ojos hasta más no poder y salgo de la cama tan rápido que boto la lámpara y me mareo horrible.

Blusa sí, bragas sí, el resto no, mierda...

— ¿Qué? — un chico que en mi vida había visto está acostado plácidamente en mi cama mirándome curioso — oh... eres de las que hace drama cuando están sobrias — balbuceo como idiota mientras mi cerebro intenta recordar algo del moreno frente a mi.

— ¿Eres de la UDC? — pregunto escudriñando sus rasgos, mierda, soy una enferma mental, si quitamos algunas cosas, ponemos otras y pintamos sus ojos ambarinos del gris más bello... sería como una copia de Drake, una comprada por internet, talvez en eBay.

Maldito subconsciente alcoholizado.

— No linda, trabajo en el despacho de los O'Brien, me abordaste saliendo de la oficina de mi jefe en su casa — suelta una pequeña carcajada y se acomoda para mirarme mejor dejando que la sábana se resbale hasta su cintura, por supuesto que estaba desnudo — debo admitir, Chase, que no fanfarroneas cuando dices que sabes lo que haces — me pongo del color de mi cabello cuando un leve flash de "Liv la seductora ebria" pasa a mi consciente.

— Ay Dios — sin saber que más hacer suelto una fuerte carcajada que me estremece el cuerpo y contagio al moreno por unos segundos — que bueno que te gustara — digo negando con la cabeza.

Estúpida calenturienta, eso es lo que eres Chase.

— Sí... — el momento se vuelve incómodo al segundo de quedar en silencio.

Por esta razón es por la que las personas que no están en su casa huyen, es cuestión de principios.

— ¡Raggedy! — Wyatt aparece en el umbral de la puerta con dos camisas en la mano y rulos en el cabello — oh... hola, Lionel — el castaño le sonríe por un momento y me mira — ¿cuál dice "no soy un puto nenita"? — me río señalando la de la derecha y él se va pintando un camino de flores.

— ¿Es gay? — paso mis ojos al moreno con una chispa de gracia y él levanta las manos — no tengo nada contra eso, sólo que me pareció verlo salir con unas dos chicas del cuarto de huéspedes de la casa anoche, pero ahora... — arruga el ceño viéndose confundido y una sonrisa burlona se instala en mis labios.

— Está experimentando antes de salir del closet... pero si conoces a algún chico que pueda ayudarlo sería muy agradable — finjo seriedad y el moreno comienza a montar una cita entre Wyatt y un tal Trent.

Después de concertar una romántica velada para Tracy y desayunar algo rápidamente, Lionel se fue en un lindo honda deportivo y nosotros llenamos el Audi de maletas.

Llegamos al aeropuerto y con los boletos en las manos nos sentamos a esperar nuestro vuelo de las siete.

Gracias a Dios no, no morimos en un accidente con explosión de película, gracias por preguntar.

— Extraño a Loren... lástima que ella sí tiene familia y no puedo llevarla como un perrito abandonado a casa — dejo de tratar de girar mi botella de agua para que queda de pie para mirar ofendida a Wyatt.

— Que hijo de perra — escupo y él me rueda los ojos volviéndose a poner sus lentes de sol.

Una media hora después estábamos abordando el avión, y si había alguien que extrañara al conejito, esa era yo.

¡A la mierda las etiquetas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora