Capítulo 45: Raggedy Ann

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Nota importante:

No mentira, solo es para decirle que la canción es para una parte especifica que ya verán :3

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Si algo había en esta vida que yo agradecería, sería haber conocido a mis amigos, en especial a Jane Marceline Greyson.

El paquete llegó en la mañana; después de que la nariz de Drake dejara de sangrar, cada uno se fue a su habitación sin pronunciar una palabra y me quedé en vela lo que quedaba de la madrugada hasta que el cartero trajo mi pedido, estoy segura de que Jane pagó de más para que llegara tan rápido.

Corrí/cojeé a la habitación con el paquete en las manos para que nadie me viera, rompí el papel de la envoltura café completamente innecesario a mi parecer y abrí la caja.

— Esto es tan estúpido e infantil que tiene que funcionar — me digo a mi misma dándome ánimos, mientras llevo la caja al baño para prepararme.

Fue difícil con el yeso en la mano, y cambié los tacones negros asesinos por unos zapatos de muñeca bien lustrados. En esencia era lo mismo, así que da igual.

— Liv, Trudy ya está molestando para que vayamos a des... — Lili se queda a medio pasillo a punto de entrar a mi habitación con la boca muy abierta — ¿qué diablos es eso? — dice asombrada y yo me volteo para verla de frente y no por el espejo mientras hago la coleta derecha en mi cabello.

— Será un largo día, Lillian — suspiro y ella parpadea un par de veces antes de soltar una carcajada.

Después de colocarme el gorro de tela blanca sobre las coletas y retocar el colorete exagerando en mis mejillas con ayuda de Lili, bajamos al comedor.

— Entonces Joe tomó el cuello del tipo y... — Garret se queda en silencio cuando su mirada pasa a su sobrina y seguidamente a mi. Lucas gritó al verme y se escondió detrás de Travis y los demás sólo me miraron como si tuviera un pulpo en la cabeza.

— Fuego — habla despacio la mamá de Wyatt — ¿qué se supone que haces ahora? — Drake y Wyatt levantan la cabeza al mismo tiempo de sus platos.

El moreno casi escupe un bocado y tuvo que tomar agua para pasarlo.

Wyatt se limitó a mirarme con rostro serio mientras mis manos sudaban bajo los guantes blancos, sus ojos pasaron de mi gorro a mi cara pintada, se deslizaron lentamente por el vestido de muñeca azul con detalles semi indecente que había comprado una vez para hacerme una broma y se detuvieron un momento en las medias altas hasta los muslos de rayas blancas y rojas que dejaban ver solo una franja de piel entre estas y el vestido.

Ok, tengo su atención, ahora... lo feo.

— Wyatt — sus pupilas enfocan mi rostro — lamento haber sido estúpida... — esto de las disculpas no es lo mío — quiero que sepas que te amo y... — el chirrido de la silla cuando se puso de pie caló en el silencio que era sólo interrumpido por mi voz.

Sin decir una palabra tomó mi mano enyesada y me jaló con poco cuidado hacia fuera. Me costó seguirle el paso, ya que me había quitado la bota por orden de la doctora y debía caminar despacio.

— Te pasaste, te conté lo que pasó con Michael, lo que mi padre hizo, lo que yo hice, te conté todo porque me contaste lo de tus padres. Hicimos un pacto, Alexa, ¿cómo se te ocurre decirle a mi família que soy gay? — bajo la cabeza llena de culpa y hago una mueca al escuchar mi segundo nombre — gracias a Dios lo tomaron como chiste — lo escucho respirar pesadamente y pone sus manos en su cintura — te odio — levanto mi mirada realmente dolida pero me quedo en blanco al ver su cara tranquila — te odio porque no puedo estar enojado contigo mientras estás vestida así — lentamente, el comienzo de una sonrisa se apodera de su boca — pensé que debía noquearte para ponerte eso — me examina burlón y saca su teléfono — posa como la muñeca de trapo sucio que eres — suelto una carcajada y le lanzo un golpe al brazo — ¿qué? es tu purga, obedece — ruedo los ojos y sonrío poniendo mis brazos rígidos para parecer una estúpida muñeca.

¡A la mierda las etiquetas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora