¡Me siento usada, engañada, ultrajada!Nah, mentira.
Estoy muy sorprendida, eso sí.
Esta faceta de Drake no la conocía, realmente no sé nada de este chico.
Después de esa revelación tomó un poco de ropa y se fue a su baño dejándome ahí. Así que imité su acción y me fui a duchar.
Salí con ropa un poco más abrigada y por incomodidad con el "señor cara de odio" evité usar mis pantuflas de garras, por lo que saqué mis medias gruesas y me fui deslizándome por el pasillo para buscar a Drake.
¿Qué otra cosa iba a hacer?
No tenía ni una pizca de sueño y mi curiosidad por la vida del moreno había aumentado después de que me dijo que su padre quería casar a sus hijos con la descendencia de sus socios como si fueran de "Orgullo y prejuicio" para afianzar las alianzas entre las empresas.
Me pregunto si habrá por ahí alguna señora Darcy para el moreno, lista para pagar el matrimonio de su hermano y mostrarle su casota.
Me río de imaginar a Drake en vestido haciéndose el digno mientras llego al final del pasillo y doblo para ir a la recepción y de ahí pasar a la escalera.
— ¡Oye! — me volteo para ver a una mujer vestida con uniforme azul oscuro del servicio, algo demacrada con un montón de ropa en las manos — ¿dónde te habías metido? — me reprocha y yo me quedo en blanco antes de que me pase su carga dejándome enterrada bajo las prendas — rápido, estamos atrasadas — fui caminando a empujoncitos por la mujer hacia otra escalera que después de dos pisos abajo llevaba a una lavandería algo exagerada para una casa — ropa de color en la grande, la blanca en la mediana y la delicada en este cesto para lavarla a mano — corro una camisa de mi rostro para ver lo que señala aún aturdida, lavadoras, bastantes lavadoras — ¿no tienes tu uniforme todavía? iré por uno antes de que te vean — trato de hablarle pero ella se va sin que pueda decir una palabra dejándome sola.
Bah, ¿qué más da?
Saco mi teléfono de mi bolsillo y pongo algo de música para hacer más ameno el asunto y comienzo con la labor. Después de todo de algo me sirvieron todos estos años en las presentaciones y desfiles con Elisabeth Stone, sabía perfectamente cuál prenda debía tratarse con cuidado y cuál no.
Punto para el diablo.
Cuando casi acabo de dispersar la ropa la mujer baja de nuevo con un uniforme para mi, pero la falda me quedó enorme y el escote apretado. Ella hizo una mueca y llamó por un teléfono de pared de los viejos con cable, a alguien y cinco segundos después apareció un escuadrón de chicas con uniforme en mano y uno puesto. Una de ellas llevaba un par de zapatos negros con poco tacón que me recordaron que andaba descalza.
Sé que debería abrir mi boca y decir "oigan ustedes, no soy una empleada, soy la no chica de la cama de Drake", pero ¿dónde está lo divertido en eso?.
— Amanda, es como de tu tamaño, dale tu falda; Camile, tu dale la parte de arriba — las chicas con rasgos latinos como los de Maze me pasan las cosas y yo las tomo obediente para irme a cambiar. Sin olvidar los zapatos claro, que sí eran de mi talla, por cierto.
¡Parezco una Made de café japonés!
Me tomo una foto y la adjunto para mandársela a Wyatt para que se ría un rato, hasta que recuerdo que no sabe que estoy aquí así que cambio de destinario y se la envío a Jane.
Salgo del mini baño, el escuadrón de Mades ya se había disuelto y sólo estaba la mujer demacrada y la chica a la que había llamado Amanda.
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¡A la mierda las etiquetas!
Roman d'amourOlivia Chase es una chica alocada y divertida, muy distraída en cuestiones sociales, pero una genio en la universidad. Drake Lewis es apartado, poco amigable, serio y de rasgos duros. Pero por alguna razón, cuando un profesor los une para que ella l...