Capítulo 35: Pruebas finales

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Quedo hipnotizada mirando el reloj al final de la sala. ¿Cómo puede durar tanto en moverse esa maldita aguja?

— Deja de comerte las uñas, no tienes el lujo de que te crezcan rápido — fulmino con la mirada a Marcos con los dedos aún en la boca — ¿qué? ya llegaste a la cutícula — los saco de entre mis dientes y los observo con horror al ver que tiene razón.

— Mierda — me bajo de su escritorio y él rueda los ojos sin dejar de ponerle atención a todos los estudiantes frente a nosotros.

— Cálmate Chase, parece que eres tú la que está haciendo el examen — se burla de mi desde su cómodo asiento frente a la clase.

Carajo, no podía estar calmada, debería estarlo, pero algo en mi no me lo permite.

Drake se encontraba a unos metros partiéndose la cabeza con todo lo que estudiamos el domingo.

Debimos estudiar más, no debí hacer esa maratón en la mañana de Doctor House.

Mierda, mierda, mierda.

Como si sintiera mi terror eleva su mirada sólo un poco para verme.

De seguro parezco un manojo de nervios.

Se fija a los lados y luego me asiente con esos hermosos ojos para seguir con la prueba como si quisiera tranquilizarme.

¡Ohhhh! Madre.

Me encamino de nuevo al escritorio y me siento en otra posición para que la espalda no me mate después.

Su lindo gesto me mantiene embelesada por unos cinco minutos hasta que mis ojos se desvían al puto reloj del demonio.

.

Los estudiantes comienzan a salir a como van terminando y casi puedo ver los engranajes del cerebro de Drake echando humo.

La campana suena y Manson da la orden de entregar la prueba. Trago en seco cuando pasa al espacio del moreno y este da un hondo respiro antes de pasarle las hojas.

Toma su mochila y camina despacio hacia mi.

— ¿Entonces? — mi voz se llena de exasperación y él se encoge de hombros como si no fuera nada, dándome más nervios — ¡Drake! — lo regaño con un manazo en el antebrazo y él me mira molesto.

— No lo sé Liv, tendré que esperar los resultados — ni siquiera se ve nervioso o interesado por el asunto.

— Iré a decirle a Manson que lo revise ya — no doy dos pasos porque la manota del moreno se pega a mi frente impidiéndome avanzar.

— No, vamos a dejar que el proceso sea normal y terminaremos las otras materias para lograr el año — habla tan calmado que olvido que apliqué suficiente fuerza como para que cuando quitó su mano me fui de frente cayendo de rodillas frente a Marcos.

— ¿Pides perdón por tus pecados? — se burla batiendo las hojas como un abanico y yo le saco la lengua mientras me levanto del suelo.

— Chistoso, el último comentario del año — palmeo su hombro estirando mi brazo y él se ríe todo extraño.

— Aún me quedan los pasillos — se encoge de hombros y se despide con una sonrisa rara antes de ir a recoger sus cosas.

Salimos en silencio y caminamos entre los ajetreados estudiantes hasta llegar a la cafetería.

— Te veré luego — se despide sin mirarme .

— Jódete — lo agarro del brazo impidiéndole caminar y él alza una ceja con mueca de desentendido.

¡A la mierda las etiquetas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora