A Steve, no

1K 61 6
                                    

-Iré a prepararme. Ahora regreso. No hagan nada malo- dijo Steve mientras salía corriendo.

-Qué dijo el Capipaleta? Que hicieramos algo malo?
-Ni se te ocurra, Anthony Stark- advertí.

Steve en ese momento regresó.

-Listo. Vámonos, Stark. Prepara el Quinjet y esperenme allí.
-Sí- contestó-______, reina. Te encargo?- señaló las pantallas.
-Sí, seguro- se alejó y me dí la vuelta.

Comenzé a deshacer una por una las pantallas. Eran varias.

Sentí sus brazos que me rodeaban lentamente.

Me estremecí y cerré los ojos.

Recargó su barbilla en mi hombro.

-Déjame te ayudo- sin que le contestara, hizo las pantallas a un lado y desaparecieron.

-Te hace bien estar aquí- mencioné con burla y me giré para verlo.
-Aprendes rápido- sonrió y lanzó una pequeña risa.

Tomó mi cintura y me elevó un poco para sentarme en el escritorio.

-Dime- hablé -Ah, por cierto...
Me interrumpió
-...te debo la cita.
-Exacto!- sonreí.

Amaba que completara mis frases.

-Nos vamos, Capitán?-oí lo llamaron por el intercomunicador.

Mi sonrisa se desvaneció al recordar a Loki y al maldito trato que no debí haber hecho.

"No, a Steve no." Pensé.

No debía dejar que fuera.

"Já, pero que idiotez!" Él es la cabeza del equipo _____" "Sabes de quién estás hablando, cierto?"

-Quiero...
-No, Steve- lo callé interrumpiendolo
-Soy yo la que quiere hablar, sí?- dije con sinceridad y firmeza.
Lo miré a los ojos y él a mí. Esperaba que siguiera. -Yo... Sé que suena estúpido, pero...- bajé la mirada con dificultad. Los ojos me picaban. -No quiero que vayas.

-Qué?
-Es eso, sí? Simplemente...creo que no hay un lindo futuro para ustedes, o al menos para tí-

Volví a mirarlo.

-Por qué? Cómo lo sabes?- preguntó con dureza.

-No lo sé. Es solo... Quiero tu respuesta.
-Sabes bien cuál va a ser.
-Puedes modificarla.
-No, _____! Eres vidente o cómo sabes lo que nos espera?
-Porque lo siento...- dije con ganas de llorar.

No pude sostenerle más la mirada.

Una lágrima salió.

-Ey- dijo arrepentido por el tono de su voz.

Retiró la lágrima con delicadeza y acarició mi rostro con ternura.
-Sé por lo que estás pasando. Yo también lo siento. Aún... tú...- tomó mis manos.
-Quiero que te quedes aquí- soltó al fin.

-Perdón?- pregunté con el ceño fruncido y asintió con la vista baja.
-Cómo? Tú sí quieres que yo te obedezca y me quede- le reclamé con molestia.
-Inventaré algo, una excusa... No sé.
-No. Y no intentes detenerme.
-No irás con nosotros- su tono volvió a ser grave -aún estás falta de práctica para ésto.
-Sabes bien que no es cierto. Dame una razón.
-No te daré ninguna- me puse de pie.
-Si vas tú, iré yo- le pasé por un lado para irme.

Me detuvo.

-No vas, señorita-.

Nos miramos creando más tensión de la que ya había.

Simplemente... No puedo (Steve Rogers Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora