Sam

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Transcurridos unos cuantos días:

Steve, tal y como lo prometió, comenzó a entrenarme.

Me estaba dando MÁS de lo que Natasha me había brindado. Y no me refería solamente a los golpes, ni a la condición física. No. Influía en lo moral, y eso, ya lo hacía extraordinario.

Era divertido. Amaba mis entrenamientos con él. No podía esperar pacientemente a la llegada de, la hora o el día para trabajar juntos.

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(...)

Cierto día fuimos a un lugar, donde dijo que me ayudarían con aquellas inseguridades, problemas, que, atormentaban mi interior. Lo cual, era cierto.

Y así, como niña que va al kinder, acompañada de su padre, él me llevaba y me traía.

Se había responsabilizado de ello.

Debía admitir, que el sujeto que yacía frente a nosotros en la sesión era increíble. Todos lo eran.

Jamás en la vida me imaginé asistiendo a un sitio como esos. Tampoco es como que tuviera otra opción. Y lo decía respecto diferentes aspectos.

Había una deuda que pagar, no?

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Justamente hoy era, último día de terapia, yo era una persona diferente. Realmente lo era. Percibía como si el peso de una gran roca se me quitara de encima.

Salí acompañada del tipo.

Steve ya se encontraba esperándome en la puerta. Llevaba puesta la chamarra que tanto me gustaba verle, en secreto. Claro.

Caminé hasta su lado y saludó a mi acompañante con una sonrisa y apretón de manos.

-Sam, cómo siempre es un gusto volver a verte- ambos ya se conocían, al parecer -Muchísimas gracias. La noto mejor.
-Es una gran chica- habló Sam refiriéndose a mí. Sonreí agradecida ante el halago -Y... Cambiando de tema...- nos señaló a los dos.

Lo miramos con el ceño fruncido.

-No es por incomodar. Pero, son... algo?

-Ah, no- respondí -Solo... amigos.
-Uh!- exclamó Sam con pena -Lo siento, Cap.

Steve rió -No, no te preocupes.

-Bueno, creo que les quito su tiempo así que... Fue un gusto tenerlos aquí- se despidió.

-Gracias, Sam- dije.
-No hay de qué- finalizó sonriente.

Nos retiramos de ahí con pasos lentos y sin prisa alguna.

Caminábamos en silencio, sin saber como iniciar una conversación.

Yo lo intentaba. Él igual.

Hasta que por fin, habló.

-Y... Cómo te sientes? Te ves mejor que, hace unos días.
-Pues, en efecto. Me siento bien. Gracias a tí y a tu amigo. Estoy bien.
-No me lo agradezcas. Nadie mejor que Sam para ayudarte- me miró -Él a pasado por muchas cosas. Y es un buen hombre. Digno de admiración.

-Mm... Gracias- repetí y él sonrió divertido -No pararé hasta que digas "de nada".

Rió -Ok. De nada. Satisfecha?
-Algo- seguimos caminando.

Lo miré disimuladamente.

Me encantaba estar cerca suyo.

Y el pensar en los síntomas que indicaban tan posible y lógico sentimiento, la pequeña distancia que nos separaba; hacía que revolviera emociones en mi interior.

Emociones, que después de tanto tiempo enterradas, estaba volviendo a presenciar.

Dejé de mirarlo.

"Esto no puede estar pasando.
Él jamás se fijaría en mí. O tal vez, sí..."

"Nulamente"

No, él y yo no debíamos estar cerca. Era el último en la lista para terminar el trato con Loki. Más, tampoco era correcto pagarle de tal manera a Steve.

Y sí, las obras buenas ultimadamente no eran lo mío. Quizá, si Dios y el cielo existían yo ya no sería digna ni enmendandolo.

"No lo merece..."

Susurraba el pedazo de mi conciencia.

Sopló un aire fuerte en nuestras caras, y de este, cayeron gotas frías, lentamente.

-Será mejor que apresuremos el paso-dije mientras me abrazaba a mi misma para darme calor.

-No te gusta la lluvia?
-Es linda, por supuesto. Estando bajo un techo lo...

Sentí como mi cuerpo se relajaba ante algo acogedor.

Noté que era la prenda de Steve.

-Pontela bien o te dará un resfriado.

-Y tú?
-Estoy bien- dijo con una sonrisa.

Obedecí.

Olía a hombre. Y aunque era de esperarse, entre el agradable calor y la exquisita fragancia que llenaba mi nariz y cerebro de placer, solté un suspiro profundo.

Sino me desmayaba de exageración, iba a quedarme dormida sin avisar.

La idea de ser cargada hasta la torre en sus brazos no se veía desagradable. 

Reí en mis adentros.

Sin embargo, al dar la vuelta, exactamente en una esquina...

-Arriba las manos!

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Hola chic@s como están ? Espero que bien. A solo cuatro días de Infinity war señores. Poco a poco me van llegando notificaciones de sus leídas. Uuuuy, los amo ♡

Simplemente... No puedo (Steve Rogers Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora