Simplemente... No puedo (Steve Rogers Y Tú)

Como es

Hice mi presencia en la sala donde ya todo el equipo se encontraba.

Dirigieron su vista a mí sin decir nada.

Steve sintió curiosidad al haber tanto silencio. Me dió una vista rápida sin tomar importancia, pero luego volvió a hacerlo con más detenimiento.

Tragó saliva y se puso algo nervioso.
Sonrió como pudo. Solté una risa.
-Te maquillaste?- cuestionó Tony.
-Sí, por? Es un día especial, voy a salir con Steve. Debía lucir bien- contesté.

Voltearon a ver al soldado.

Éste se sonrojó y puso más nervioso.
-Te ves...- suspiró -... hermosa.

-Advierto una cosa, la delincuencia está en todas partes. Hasta en la torre, podrían robarte a tu novia- comentó Stark para después chiflar como si nada.

Giré los ojos.

-Y el desayuno?
-Ya está listo- dijo Rogers.
-Ok, siéntense. Yo les sirvo- me ofrecí.
-Urra que bien!- Clint se sentó a la mesa.
-Con razón olía delicioso- expresó Tony.

Los chicos ya habían tomado asiento, escepcion Banner. Mientras tanto el Capitán los veía con incredulidad.
-Creí que...
-No, Capipaleta. Fuimos a la feria de ciencias un poco más temprano.
-Supongo que están hambrientos- dije y le extendí el primer plato servido a Bruce.
-_________- me habló Steve serio.
-No, ______. Yo no quiero, gracias- pasó Banner.
-Pasa para acá. Yo sí quiero- el millonario tomó el plato.
-Linda, me harías el favor?- pidió Nat con plato en mano.

Steve movió la cabeza negativamente y alzó los brazos rendido.
-Yo quería desayunar con _____ y resulta que ustedes también quieren.

-Amamos a ______. Además, cocinas muy rico, Rogers. Tienes mi permiso para casarte- lo persignó -Amén.

El equipo rió y yo igual.

-Eso no es juego, Tony- regañó el Capitán.

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Después de haber terminado de desayunar, nos repartimos los quehaceres. El filántropo pidió a Jarvis poner música en la torre y... En pocas palabras parecía fiesta.

Cada quien estaba en lo suyo. Aproveché esto y llamé a Stark.

-Sí, dime- se acercó -Quieres regresar conmigo? Me extrañas, cierto?
Tomé su mano y lo conduje a un lugar no tan apartado.
No quería que nadie escuchara, mucho menos Steve.

-Qué te dijeron en el hospital?- pregunté.
-Buenos días, hola, ah y le coqueteé a una enfermera.
-Tony, por favor. Qué dijeron sobre mí?
-Mmm...- pensó -Nada.
-Qué tengo? Sé que tengo algo.

Se quedó estático.

-P-por qué tu interés en saber eso?
-Titubeaste? Es enserio?
-Yo no...
-Sí, lo hiciste.

Guardó silencio y desvío su mirada.

-Qué tengo?- insistí.
Bajó la cabeza. -No tengo idea.

Tomé su rostro en mis manos obligándolo a mirarme.
-Quiero saberlo. He estado tosiendo y no es tos normal. Me...- suspiré -...me salió sangre.

Al fin me miró.

-Qué pasa ahí?- preguntó Steve -Todo bien?
-Vamos, dime- seguí insistiendo -No querrás que se acerque, o sí?

Suspiró.

Steve no dejaba de vernos con los brazos cruzados. Como si esperara una respuesta o explicación.

-Debes saber, que si lo hice fue porque...te aprecio y mucho.
-Pero...
Continuó. -No quería arruinar tu vida y la del Capipaleta, no se lo merecen menos él. Ha pasado por mucho, _____.
-Y?
-No sé cómo decirte.
-Como es Stark.