Simplemente... No puedo (Steve Rogers Y Tú)

Ay, Rogers

-Me lo quité cuando regresé de nuestro paseo. Es que... estaba incómoda. Estaba apretándome y... lastimaba.

Oía con atención.

-Y ya estás bien?
-Sí, Rogers. Tranquilo- contesté conmovida por su preocupación.

-Con razón te sentía diferente hace rato.

Carraspeé. Me miró.

-Quieres que te traiga un café?- frunció el ceño -Con pan o sin pan?

Sonrió al entender -Lo siento... Solo quería...- me besó -Olvídalo...- continuamos enajenados en el movimiento de labios y el sonido que producían nuestras bocas y respiraciones, cuando en eso:

-Espera, cielo...- se separó y volvimos a mirarnos agitados.
-Vamos a platicar de nuevo? Ahora de qué?- cuestioné sarcástica.

-Qué te parece de Tony?- habló con seriedad y diversión.

-Ah, sí. Me parece un tema perfecto para la ocasión.
-Él estaba aquí cuando regresaste
-Sí, que tiene?
-Y estabas así con él? Al descubierto?- era tan lindo cuando se ponía celoso, pero eso no quitaba que prácticamente me estaba regañando.

-Ay, Rogers- le reclamé en un puchero.
-No, nada de "Ay Rogers". Te tocó? O al menos te miró?
-Creo que... No. Somos amigos.
-Sí, pero también es hombre.

-Estás celoso, Steve?- pregunté juguetona rozando su nariz con un dedo y la ceja alzada.

Su mirada seguía seria.

-Eh?- seguí jodiendo.

Empezó a sonrojarse y a ponerse nervioso. Bajó la vista.

Tomé su rostro en mis manos y lo besé para mimarlo.

-Sabes que te amo- le dije -Quita esa cara, ok?
-Está bien. Pero si Tony llega a hacerte algo...
-Qué quieres que le diga?

-Que si quiere conservar esa cara, debe estar a un metro de distancia.
-Rogers- le llamé la atención alzando las cejas.

-Y que sólo están permitidos los abrazos aguados.
-Rogers- insistí.

-Y...- tomó mi cintura con ambas manos -... que a partir de ahora, tienes propiedad...- susurró romántico en mi oído.
-Aw... Rogers- rodeé su cuello con mis brazos. Así estuvimos un rato.

-De no cumplir...- prosiguió -...aquí habrá una tercera guerra mundial. Atentamente, El Capitán América.
-Ibas tan bien- le dije incrédula.

Reímos.

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-Steve..!- me aferré a su espalda con fuerza mientras él clavaba sus dientes en todo mi torso, respetando y provocando ansías en mis pechos.

La ropa yacía tirada por la cama sin orden alguno. Nuestros cuerpos ahora eran libres de fundirse y tenerse el uno al otro.

Nos besamos entre jadeos y suspiros.

Lo recosté con el peso de mi cuerpo sobre él sin separarnos.

Sus manos acariciaban y amasaban dudosas cada curva: espalda, cintura, glúteos.

Mis manos sostenían su rostro durante el beso. Y para darle más ritmo, me removía sobre él haciendo fricción de su miembro con mi zona. Sus perfectos bíceps yacían bajo mis pechos. Estos, con el movimiento brindaban una sensación excitante.

-Mm...- apretó los labios para evitar delatarse -Agh!- gimió varonil.

La piel de ambos se erizó y al instante los pezones de los dos fueron tomando dureza.

-Ngh!- solté por el roze.

Estábamos perdiendo la cordura en el camino del placer y el deseo.

La saliva nos pasaba en seco, los corazones palpitaban veloz, las respiraciones se descontrolaban convirtiéndose en jadeos.

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Quería agradecer, antes que nada a tod@s ustedes, tienen mi corazón, i love you 💖😂.
Otra, pues disculpenme. No preparé los dos caps de la semana por varias razones. Una de ellas muy desagradable (me picó una abeja en la mano, maldita 😂😂😂) Chic@s cuídense mucho de esas cosas, no se lo deseo a nadie.
Sin más, saludos 💕💖😂🌈💖