Simplemente... No puedo (Steve Rogers Y Tú)

Ganaste!

Llevó su mirada a donde estaba la mía.

-Ella es..?
-Peggy-. Respondió sin dudar.
-La chica de la que me hablaste hace un tiempo?
-Sí-. Soltó un suspiro.
Bajé la mirada.

-Puedo confesarte algo?
Yo...el día en el que me corriste de tu cuarto, justo aquí- solté una pequeña risa nerviosa. -... encontré una hoja y...
-Hablas de...esta hoja?-.

Sin saber cómo y cuándo la sacó, la miré.

-Sí, es esa.

Suspiró profundo y perdió su mirada en algún punto.

-Veo que fue algo difícil por lo que pasaste-.

Al parecer los recuerdos regresaron a su mente.

-Ella tomó un lugar importante en tu vida, cierto?-.

No contestó.

Era obvio que le seguía doliendo.

-Steve?
Aún sientes algo por ella?

Subió la mirada inmediatamente.
-No- respondió con ternura. -En esos momentos me encontraba mal, molesto.
Me sentía solo.
Y ella era la única persona en la que pensaba.
Todas las noches sólo...golpeaba sacos, para...liberarme. Se sentía bien.
Pero, en una de esas tantas noches, sin poder dormir, me encontré contigo. Desde que te ví, supe que algo en mi cambiaría, por tu causa.
Pasó el tiempo y noté que me estaba enamorado.
Lo negué varias veces, pero siempre hacias algo que...me maravillaba más. En mi vida no había celado a alguien con tanta fuerza.
Llegó el día en que me dí por vencido-.

Nos miramos.

-Ganaste!-. Mencionó con un poco de diversión. Sonreí con lágrimas en los ojos. -Y sabes?
Estoy dispuesto a dejarla y dejar el pasado-.

Rompió la hoja.

-Ay, Rogers-. Mencioné conmovida.
Lo abrazé como pude.

-Quieres ser mi novia?-. Preguntó.
Reí.
-A penas lo dices? Creí que ya estábamos en relación, Capitán.
-El día que nos besamos por primera vez... Es que...estaba nervioso y... Olvídalo.
-Claro que quiero ser la novia del Capitán América.
Te amo.
-Yo también te amo.

Llevé mis labios a su oído y lo mordisqueé.

-Oye!-.
Solté una risa. -Venganza-. Pronuncié con una ceja alzada.
-Caníbal-. Reí y me acurruqué en su pecho. Él me cubrió con sus brazos.

-Debo ir a mi cuarto. Debes dormir.
-Y si te quedas?
-Pateo por las noches y tengo un estilo distinto al de las chicas normales.

Apagó la luz.

-Buenas noches.
-Eso es un: "No me importa, te quedas."
-Sí, deberías ya estar durmiendo.
-O estar robando tus camisas.
Rió.