(2) Leonor

70 5 0
                                    

Aquel día fui a clase como cualquier otro, sola como siempre y aparentemente normal a pesar de no tener nada en común con el resto de personas que allí se encontraban. Todo transcurrió sin ningún contra tiempo ni nada fuera de lo habitual, pero a última hora sucedió algo que llevaba evitando desde hace mucho tiempo.

Teníamos literatura, el profesor decidió que haríamos un trabajo por parejas. En los trabajos grupales nunca nadie quería ir conmigo ni yo con ellos, así que les pedía a los profesores que me dejaran ir sola y, por pena, me lo permitían. Este profesor era nuevo en el centro así que no sabía cuál sería su respuesta a aquella pregunta que tantas veces había salido de mis labios.

-Perdón, ¿podría hacer el trabajo sola?

-Este trabajo lo haréis todos por parejas, sin excepción- su respuesta fue tajante y esta vez no tenía ningún argumento suficientemente lógico como para que él me lo permitiera, ya que lo único que me hubiera salvado sería que fuéramos un número de alumnos impar, pero éramos treinta en la clase-. No te preocupes por las parejas, ya las he decidido yo.

-De acuerdo- ¿porqué mi buena suerte con respecto a los trabajos se había acabado?

No puedo hacer trabajos con otras personas, mi horario de tiempo libre no es precisamente regular y esto podría causarme muchos problemas. Teniendo en cuenta que hay días que ni siquiera puedo dormir, mi "trabajo", por llamarlo de alguna forma, a penas me deja tiempo para las tareas escolares. Digamos que es un secreto que si se lo contara a alguien me tomaría por loca o directamente no me creería.

Cuando me senté en mi pupitre el profesor llamó a alguien a la pizarra y dijo:

-Sé que muchos de vosotros ya habéis decidido con quién queréis hacer el trabajo, pero tengo que deciros que esta vez decidiré yo vuestras parejas- se oyó un murmuro de quejas que enseguida se apagó.

Empezó a dictarle a la persona que mandó al encerado las parejas que el mismo había decidido. Lo único que me podía salvar de ser descubierta o de poner en riesgo a los que me rodeaban era la pareja con la que me tocase trabajar. Mi trabajo me requiere activa y disponible todo el tiempo, de lo contrario algo horrible podría sucederle a cualquiera.

Necesitaba una pareja poco trabajadora o a la que no le importase dividir el trabajo y luego ponerlo en común. Era muy probable que me tocara hacerlo con alguien que cumpliera estos requisitos ya que lo que les importa es la nota final sin tener en cuenta como llevar a cabo el trabajo. Tenía una pequeña esperanza de que eso se cumpliera, pero no todo sale siempre como uno quiere, ya debería saberlo.

Lucha entre las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora