(21) Leonor

21 2 2
                                    

En cuanto Melisa entró en mi habitación para despertarme noté como mi perseguidor se iba.

— Hola Leonor, despierta... —dijo Melisa, pero en cuanto me vio sentada en la cama interrumpió sus intentos de despertarme.

— Buenos días Melisa —dije mientras me levantaba—, ¿necesitas que te ayude en algo?

— No, ya están todos despiertos, en un cuarto de hora baja a desayunar —dijo mientras cerraba la puerta de mi habitación.

Aproveché que nadie me estaba observando y me cambié de ropa. En cuanto terminé fui a ayudar a los más pequeños a vestirse y a prepararse. Nada más salir de la habitación me vi apresada por unos brazos que no me soltarían fácilmente.

— ¡Buenos días Leonor! —dijo Lili sin dejar de agarrarme.

— Buenos días mi protectora —dije mientras la subía en el aire dando varias vueltas sobre mí misma.

No dejó de reír mientras girábamos y en cuanto paré se abalanzó sobre mi cuello para darme un fuerte abrazo, de esta manera se quedó colgando de mí hasta que entré en una de las habitaciones. Cuando la bajé miré quién no estaba preparado aún y le di algunas instrucciones a Lili.

— Lili, yo les ayudo a terminar de vestirse y tú a calzarse —Lili enseguida asintió.

En cuanto estuvieron todos listos les mandé que bajaran a desayunar mientras revisaba el resto de habitaciones. Al terminar de comprobar que no quedaba nadie en ningún cuarto bajé al comedor.

Me senté al lado de Lili y desayunamos entre risas y bromas, sabía que me estaba observando desde fuera sin usar ningún hechizo ya que no era necesario, él tenía varios sitios desde los que espiarme sin ser visto desde dentro.

Iba a acompañar a Lili a la sala de juegos y jugar con ella un rato tratando de compensarle por no haber aparecido el día anterior, pero nada más salir del comedor Melisa me paró.

— Leonor espera, necesito hablar contigo — dijo Melisa desde el interior de la habitación.

— Lili, ve a jugar un rato mientras hablo con Melisa, enseguida voy yo —dije mientras la soltaba.

Lili me sonrió y se fue mientras Melisa se acercaba a mí.

— ¿Por qué no viniste ayer a cenar? —preguntó rápidamente.

— Después de acompañar a Martín a su casa decidimos adelantar un poco más el trabajo y se nos pasó el tiempo volando, cuando me di cuenta de qué hora era me despedí y vine lo antes posible, pero estaba tan cansada que me fui directamente a mi habitación.

— ¿Entonces por qué cuando hoy fui a despertarte ya estabas despierta y aún tenías puesta la ropa de ayer? —preguntó desconfiada.

— Porque en cuanto me tumbé para descansar un rato me quedé dormida, por eso no llevaba el pijama puesto, y me desperté temprano porque tuve una pesadilla, así que no pude dormir más —pareció creerme y cambió de tema.

— Ayer no te lo pude decir, pero hoy tienes una entrevista, una pareja te quiere adoptar. Les hablé muy bien de ti y están deseando conocerte. Por favor no faltes esta vez.

— Melisa, sabes que no quiero que me adopten, no puedo —se lo dije como tantas otras veces lo había hecho.

— Sé que no te quieres despedir de nosotros, pero podrás venir cuando quieras, esta pareja no vive muy lejos de aquí. Además, es mi trabajo y mi deber, si no consigo que te adopten me pondría muy triste —dijo tratando inútilmente de convencerme.

— Pero también te podrás triste cuando me vaya —dije mirándola con cariño—. Tranquila, no faltaré.

— Bien, la entrevista es a las seis y media, si quieres voy a las seis a tu habitación y te hago un peinado especial.

Melisa decía que teníamos que ir arreglados a las entrevistas para dar buena impresión. Yo le dejaba que me peinara porque me encantaba sentir sus dedos jugando con mi pelo, era lo más cercano que tenía a una madre y me gustaba estar con ella, aunque solo fuera unos minutos, pero siempre estaba ocupada.

— Sí, me encantaría —dije aceptando a su proposición.

Me fui a jugar con Lili y el tiempo pasó volando. Entre juegos y risas pasamos la mañana. Sentía que él me seguía observando, pero su presencia no haría que dejase de jugar con las personas a las que más quería en el mundo.

Lucha entre las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora