Lucha entre las Sombras

(63) Leonor

Después de convencer a Jannik de que nos permitiera experimentar con las Sombras me fui con Martín al laboratorio con el fin de crear la receta perfecta para unas Sombras guerreras. Le expliqué a Martín lo que había leído hasta el momento y toda la información que pude recoger tan concisa y completa como pude.

— Entonces necesitamos planear qué haremos —dijo él.

— Así es, lo básico son ciertos ingredientes que pensaba que podríamos encontrar aquí.

— Vale, ¿qué clase de ingredientes buscamos? —preguntó Martín dirigiéndose a las estanterías llenas de frascos.

— La mayoría son materia alterada por hechizos.

— ¿Como una roca que pasa de sólido a líquido?

— Sí, aquí dice "hechizo cambiante", supongo que se referirá a eso, "este ingrediente se utilizará para una mayor adaptabilidad y para permitir que las Sombras puedan absorber ataques sin que les afecten y que los suyos sean más efectivos".

— Vale, aquí tienes —colocó el frasco a mi lado.

— También dice que para darles vida es necesario "mar enfrascado".

— Lo encontré, nunca pensé que vería olas enfrascadas.

— Ya, es muy curioso —dije mirando embobada el contenido del recipiente y seguí leyendo—. Este es opcional pero dice que sirve para darles más fuerza y rapidez, "tornado" el nivel es a elegir.

— No creo que tengamos mucho donde escoger, solo hay uno, es EF2, creo que más que suficiente.

— Sí, una escala mayor sería demasiado peligroso —hice una pausa para leer las instrucciones—. Dice que esto es lo básico, después lo que hay que añadirle es en función de lo que queramos conseguir con ellas. Como el tipo de hechizos que utilizan si es que pueden, la consistencia corpórea que tendrán, la opacidad...

— Entiendo, así que eso es lo que nos toca decidir ahora. Empecemos entonces por la consistencia.

— Con consistencia creo que se refiere a la densidad, fragilidad, dureza, maleabilidad etcétera.

— Podríamos hacerlas tan duras como una roca o flexible como la madera.

— Ya, deberíamos escoger un material lo más neutro posible así reaccionaría de la mejor manera ante cualquier ataque. Recuerda que solo adquirirá las propiedades del material.

— Se me ocurre de podemos utilizar agua —le miré sin entender—, si se va a comportar como ella podría meterse por cualquier recoveco y sería muy adaptable y difícil de matar.

— Vale, podemos probar eso y que puedan utilizar hechizos de fuego y hielo —propuse—, ¿qué te parece?

— Sí, ¿por qué no?

Para a opacidad necesitábamos llevar acabo el hechizo bajo determinada cantidad de luz, cuanta más luz recibiera el hechizo más transparente sería. Así que cerramos las ventanas y apagamos casi todas las luces. No podíamos hacer las Sombras indestructibles porque debíamos ser capaces de dominarlas y matarlas en caso de que algo saliera mal.

Medimos los ingredientes para que nos quedaran para los próximos intentos. Según el libro las cantidades solo debían ser precisas con la sustancia que escogiéramos para que adoptase sus propiedades ya que del resto solo se necesitaba el componente mágico que era el mismo en un mililitro que el cien litros. Primero añadimos un litro de agua a la que añadimos una pequeña parte del "hechizo cambiante", una gota del "mar enfrascado" y una brisa del tornado. Para que manejara hechizos de fuego y hielo yo cree una llama y Martín un trozo he hielo que incluimos en la mezcla. Por último antes del último paso debíamos añadir ADN del dueño o guía de la Sombra de forma que obedecieran y no perdieran el control, así que incluí un pelo mío. Finalmente realicé un hechizo que estaba detallado en el libro para que todo se mezclara de forma uniforme y nuestro experimento viniera a la vida.