"Harry miraba dudoso a la pequeña hada que revoloteaba a su alrededor.
—¿Por qué no puedo tocarte? — Preguntó después de pensar en lo que aquella extraña criatura le dijo.
—Porque entonces desapareceré, eso me ha dicho mi madre. —Se encogió de hombros.
Estaba sentada sobre un libro de cuentos que el padre de Harry había comprado para leérselo al niño cada noche antes de irse a dormir.
—Pero, sigo sin entender por qué has venido. —Miró hacia la ventana. —Corres peligro estando conmigo aquí.
—En realidad corro peligro estando cerca de cualquier humano. —Se sacó de repente uno de los diminutos zapatos y lo sacudió, de él salió una piedrecilla. —He venido porque no quiero estar siempre aburrida, las otras hadas no quieren jugar conmigo. —Hizo un puchero.
—Si no puedo tocarte, yo tampoco podré jugar contigo, Iza.
Los ojos de la pequeña brillaron, su vestido completamente blanco empezó a brillar tanto que el niño tuvo que cubrirse los ojos. De repente, cuando pudo acostumbrarse a la brillante luz la vio, moviendo sus manos de un lado al otro haciendo que de sus dedos salieran grandes cantidades de algo que parecía escarcha. Entonces, en una de las manos de Harry apareció una pelota de ping pon.
—Podemos jugar, solo que existirá una sola regla. —Sonrió para él. —Si tocas al hada, pierdes. "
Leer las primeras cincuenta páginas de ese libro me hizo pensar en el mensaje que tendrá para mí, en lo profunda que ha resultado ser esa historia por el hecho de que el niño no puede tocar algo que, con el pasar del tiempo, termina amando. Dentro de mi mente ya tenía la respuesta a esas despedidas en cada nota.
"Pequeña hada mágica". Tal vez si Anónimo me llama de ese modo, sea porque realmente tiene sentimientos fuertes por mí, si suponemos que tomó aquel apodo del libro. Él podría quizá estar diciéndome que me ama como Harry a Iza, solo que no puede tocarla, no puede demostrarle de forma física lo mucho que la quiere.
Después de un tiempo, sin darme cuenta siquiera, había avanzado ya hasta la página 200. Más de la cantidad propuesta por el profesor. Al llegar a esa página, tanto Harry como Iza habían alcanzado ya a la adolescencia, donde los sentimientos ya no eran una simple cosa de niños. Se notaba por la manera en la que Iza sufría por no haber nacido como una humana, o solo alguien que Harry mereciera.
Parecido al sentimiento que llega a mí cada vez que pienso en lo complicada que es la situación en la que me he metido por Anónimo, sintiéndome tan mal al no poder al menos responder sus misivas de alguna manera. Es algo que al igual pasa con Iza, me corroe por dentro.
Solo espero que esta incertidumbre no tenga que durar mucho tiempo. Sinceramente me siento tan agotada de tener que buscar posibles nombres que, cuando llegue a descubrir de quién se trata (Si lo hago), aún me sienta atada a una relación que no es para mí definitivamente.
Cuando sentí que mis ojos no podían estar más agotados, y no podía ser más tarde. Supe que debía dejar el libro al menos por hoy, para continuarlo al día siguiente. Si pudiera lo habría leído completo en un solo instante, pero se me ha hecho tan difícil con toda la tarea que me han dejado y los quehaceres en los que he tenido que ayudar a mi madre.
Necesitaba saber más sobre Anónimo, quería conocerlo a pesar de que no terminaría bien. Bianca, que no me conoce aún lo suficiente sabe que Isaac no es bueno para mí después de todo. Tengo que buscar primero la manera de librarme de esa relación que solo se ha mantenido por simple costumbre, tengo que tomar en cuenta esas palabras de apoyo que me dio esa completa desconocida, aquella que logró de cierto modo comprenderme y escucharme cuando nadie más lo hizo antes.
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Obsesión
Novela JuvenilÉl termina con su vida, saltando de un precipicio frente a Alex. El mismo chico que la amó y le dejó profundas notas de amor en su casillero, decidió lanzarse y dejarla sola. Pero...¿Por qué lo hizo?, ¿por qué frente a ella? Y la pregunta más impo...